Montihuero (2.180 m), circular invernal desde Torre de Babia por la Laguna de Las Verdes

Tras pasar el día anterior entre niebla, agua y fortísimo viento una agradable jornada de montaña por La Cervata y La Congosto nos encomendamos cómo ya es habitual al dios de la montaña, el que a veces te deja y a veces no, y que en este caso está relacionado con Ntra Sra de Carrasconte, regenta de estos lares, y que parece, según cuenta la leyenda del pastor apesadumbrado por la pérdida de sus ovejas, dotada del poder de controlar vientos, rayos y tempestades, y que ahíta de hacernos ver su poder el día anterior, nos regaló con un esplendente día de montaña invernal, aunque como ya es demasiado frecuente, y por el ahínco de mastuerzos, botarates y demás políticos controlados por otros intereses, de invernal dura ya no tiene mucho, con poca nieve, y bastante blanda hasta prácticamente la cara norte en la cota de los 2000 m.
Salimos pues de Torre de Babia por cualquiera de las dos calles que en dirección Norte y sin pérdida posible nos lleva, tras pasar un precioso molino en ruinas sobre el arroyo De La Torre hasta una fuente (La Portecha creo que se llama), en este caso rebosando agua a raudales, lo cual hasta cierto grado y debido a la falta de costumbre en los últimos años, me maravilló.
A algo más de dos km ya vemos una desviación a la izqda, creo que con su señal o lo que queda de ella, que en dirección N-NO nos lleva a través de una zona denominada Las Cueñas hasta la laguna de Las Verdes. En nuestro camino encontramos dos casetillas, las del Chorrón se llaman para más coña, la primera en excelente estado y la segunda deteriorada y con los cristales rotos, y que en nuestra ingenuidad podemos llegar a pensar que son refugios que nos pudieran dar cobijo llegado el caso de ventiscas y demás metereología adversa, pero que sin embargo están cerrados a cal y canto, situación ésta que se me hace difícil de comprender.
Entre estas casuchas (no merecen otro nombre) y Las Verdes, el camino sigue siendo franco, con La Chana, Chabuezo, Cervata y Congosto a nuestra dcha tras la majada de Las Verdes, surcada por el ya conocido arroyo de La Torre. El camino o caminos no tienen pérdida alguna, pero sin embargo entrañan una pequeña dificultad que a algún/a montañero/a le ha resultado fatal, y es que aunque sea un paseo, hay que ladear por zonas que aunque no lo parezca en algún sitio tienen más del 30% de pendiente, y además está permanentemente en umbría, por lo que en invierno, y sobre todo si se va temprano, suele tener abundantes zonas heladas. Ojo pues.
En nada llegamos a Las Verdes, siempre diferentes según la época del año, ora helada y nevada, ora absolutamente verde, pero siempre presidiendo un circo majestuoso formado por los farallones de la Espedaña del Montihuero, los de Las Coloradas y La Chana.
Desde aquí ya vemos la canal que nos va a llevar hasta el Montihuero,y que tras bifurcarse nos llevará hasta el Montihuero en dirección S-SO a través del Canalón , o, más fácil, en dirección S-SE hasta su cresta en dirección al collado de los Malvosinos, que en esta ocasión no es necesario alcanzar al desviarnos antes para alcanzar la cresta entre El Picón (2082) al Oeste y Peña Redonda (2137) al Este. Ni que decir tiene que el ascenso de esta pala carente de dificultades técnicas precisa de piolet y crampones, ponérselos antes de haberlos necesitado, y saber utilizarlos.
De aquí a la cima a través de la cresta las imágenes a diestra y siniestra son de tal envergadura que nos pueden atontar, por lo que habrá que estar atento dónde ponemos la bota ya que a nuestra izqda hay zonas con patio y una caída de las de verdad. Esta cresta solo tiene un paso de alguna dificultad (II), ahora bien marcado con una par de hitos y que es una chimenea con estupendos agarres y desde mi punto de vista fácil (y soy un mal yayotrepador, tipo palo por el culo y con cero elasticidad), pero que sin embargo si no se está acostumbrado puede imponer , por lo que es conveniente ir bien acompañado. La chimenea se puede terminar por la derecha o por la izqda, por la izqda acaba en una roca plana después de la cual no hay nada excepto aire, con una caída de unos 100 m, pero por la derecha acaba en una linda explanada donde ya divisamos claramente la cresta y el ascenso a este peculiar montaña.
El ascenso ya carece de dificultades, y la cima aparece de la mejor manera posible, de repente, con lo que el impacto visual es apabullante, y según la situación de cada uno, puede llegar a ser estremecedor. Vemos desde el Espigüete de Palentinas por el Este hasta el Cornón de Somiedo por el Oeste, pasando por la imponentes Ubiñas con sus
Castillines, y Peña Orniz más al Norte. Se haría eterno enumerar todas las cumbres y collados que se divisan desde este privilegio en el que nos encontramos. Creed que se os agolparán en la cabeza recuerdos y sentimientos, unos queridos y otros a lo mejor no tanto... la montaña es lo que tiene, que a veces te revuelve.
Tras el consabido ágape y con cierta dificultad sentimental conseguimos alejarnos de esta bellísima cumbre en dirección Sur hacia Los Eros (je), y de aquí hasta la collada de Salinas. Por aquí para nuestra desgracia ya no había nieve, y la pedrera se nos hizo pe-sa-dí-si-ma, ya que tiene zonas con una pendiente de hasta 35%, por lo que a mí, y a algún otro aventurero también,se le puede hacer difícil de descender sin bastón,palo, bordón o cualquier utensilio que permita apoyarnos en algún sitio diferente al de nuestros pies. En el collado había una estupenda pala de nieve que nos facilitó mucho el descenso en dirección al Valle de Corralines; aquí y como por arte de birlibirloque aparece una senda estupenda que en la cota de 1760 m. nos llevará hasta las faldas del Pico de Vega Vieja, desde donde descenderemos payaseando entre ingentes cantidades de nieve blanda hasta la majada del mismo nombre dónde aparece una horripenda caseta de bloques desde donde seguimos descendiendo por un camino y después por dónde mejor nos parezca entre alguna escoba hasta llegar a la pista, un poco antes de la fuente, y que nos llevará hasta el lugar de partida.
Es esta una de las rutas invernales más bellas que desde mi punto de vista se puede realizar en Babia. El track es bueno, y el paseo, estratosférico.
Disfrutad