Mulhacen desde los Albergues (Normal del Lagarto)

Cuelgo esta ruta porque me ha preguntado mi amigo Javier y lo prometido es deuda.
El trazado que he dibujado es el de invierno, pues en verano debemos atenernos a seguir los senderos señalizados del Parque Nacional.
Durante la década de los ochenta abríamos huella a final de otoño principio de invierno y la manteníamos hasta la primavera, época en la que quedaba más alta que el resto por efecto del viento en la nieve prensada de tanto pasar. Nosotros usábamos esta ruta para ir a nuestro campo base que era el refugio de Río Seco, aunque con los años y conforme ganábamos destreza la fuimos sustituyendo por la del Couloir, que era más divertida.
Aún recuerdo la primera vez que la hice a finales del invierno o principio de primavera, 1980 creo, no me acuerdo muy bien. Yo iba con Luis y conocimos a Enrique, el Sherpa, en el autobús que iba con los del Juveman. Enrique me animó a ir con ellos al Couloir y menos mal que no le hice caso porque yo llevaba más ilusión que equipo y de las 24 puntas de los crampones de alumnio que me había dejado Juan Pedro sólo volvieron unas 18. Me despedí de él al día siguiente en Loma Pelada y sin saber que aquello era el principio de una gran amistad, después de una noche de perros en una tienda cutre y donde yo decidí que, para mi experiencia y equipo, debía de terminar mi ascensión. Bueno que me enrollo con historias de abuelo cebolleta.
¡Lo primero!, esta y cualquier ruta en invierno en Sierra Nevada sólo la deben hacer personas que tengan destreza y experiencia en alta montaña. No es una ruta difícil pero no debemos subestimar el poder de los tresmiles.
Sólo tiene dos pasos complicados, la Carihuela, donde Luis decidió darse la vuelta aquel día de 1980 y yo seguí solo (luego me dijo que se arrepintió y fue a por mi pero, como muchos otros, se cayó por la Carihuela, afortunadamente sin consecuencias). También Moisés otro año se rompió una pierna en el paso y ¡menos mal que yo le había prestado mi saco de 1,1 kg de plumas! y Gerardo lo abrigó bien y pudo pasar la noche, porque en aquellos años no podías esperar que nadie te rescatara de noche. Otra vez fuimos nosotros quien nos encontramos con dos malagueños y uno de ellos había caído, también sin consecuencias. En definitiva, como veis es un paso que, si bien no es difícil para gente experimentada, debe tratarse con cuidado y... si no tenemos experiencia, pues no pasa nada porque no vayamos o porque usemos una pequeña cuerda para salvarlo. Hubo un tiempo en que el paso del collado estuvo rodeado de cierto misticismo.
El siguiente punto delicado de la ruta es el paso de Los Machos. Tampoco es especialmente difícil para gente con experiencia pero me voy a ahorrar referencias pues ha causado accidentes muy, pero que muy, graves. Es un paso que tiene muy mala caída. El 28 de octubre de 1982 dormíamos José Antonio y yo en el túnel de los Corrales y un par de días después, el sábado, Gerardo nos pilló para poner allí un pasamanos de acero. Yo estaba en contra de esas cosas, simplemente decía que la gente no debía subir si no tenía experiencia. Pero supongo que era algo inevitable que la Sierra se terminase llenando de gente. Intuyo que hoy habrá otro pasamanos puesto por otros pues yo hace mucho que no voy por allí. No obstante el paso se puede salvar subiendo al cerro de Los Machos (no hace falta alcanzar la cumbre) pero pierde gracia el paseo, además hay que tener cuidado porque la ladera sureste es propensa a los aludes en primavera, una vez nos tocó a Fabián y a mi calbalgar uno que consiguió que mi querido compañero y amigo bajara hasta la huella en un abrir y cerrar de ojos.
El resto de la ruta es fácil, en los 70 y 80 era la ruta de iniciación a travesías invernales en Sierra Nevada pues el refugio era un atractivo. Hoy la iniciación se hace desde las Alpujarras.
También os podéis desviar en Loma Pelada para dormir en Pillavientos, todavía recuerdo a los albañiles construyéndolo, jajaja ¡qué mayor estoy!
Bueno espero no haberme enrollado mucho, ¡son tantas anécdotas las que se agolpan en mi mente!, y que las reseñas te hayan servido Javier.