Mulhacén, Veleta y Cerro de los Machos, desde Hoya de la Mora (Sierra Nevada)

Para esta travesía partimos, como otras tantas veces, desde el aparcamiento de la Hoya de la Mora, base de operaciones para atacar el macizo central de Sierra Nevada.

Y como otra de tantas veces, enfilamos la subida hacia las Posiciones del Veleta. Subida de la se puede prescindir, y quitarte de encima varios km y sobre dos horas de marcha, si optamos por las lanzaderas que te acercan desde Hoya de la Mora a las Posiciones del Veleta. Nosotros optamos por la subida a pie, con el consecuente, y querido, aumento significativo de distancia y desnivel.
Subimos por uno, de los varios, senderos que van subiendo hacia los tajos del Veleta, pasando bajo la Virgen de las Nieves, y "atrochando" las eses del carril asfaltado. Así, sólo por el hecho de andar, nos plantamos en las Posiciones del Veleta.

Avanzamos unos metros por el carril y esperamos a nuestra izquierda la entrada al Veredón Superior. Trazado que va bajando por la pared de los tajos hasta los pies de la imponente pared del Veleta. Buscamos las trazas de un senderillo que discurre por el Corral del Veleta, en la cabecera del Barranco del Guarnón. Pasaremos junto a lo que queda del lagunillo del corral y empezamos con la subida al Cerro de los Machos.

Mirada arriba y el pedregal que domina la loma de los Machos nos espera, subiendo por el sendero que aparece a cada paso y que en menos de los que se podría pensar nos deja en la parte alta de la loma. Sólo nos queda enfilar unos metros hasta el trabajado monolito del cerro.

Con los Tajos del Campanario y el vértice del Veleta a nuestra derecha, iremos bajando del cerro, por un sendero bastante definido, hasta alcanzar la vereda que va de la Carihuela hasta al Alto del Chorrillo, y que nos servirá de eje para la ruta de hoy.

Una vez en la vereda, giramos a la izquierda en busca del Mulhacén. Un avance cómo por la vereda, pasando por el Collado del Lobo y la Puerta de los Crestones de río Seco. Justo llegamos a Loma Pelada, estaremos pendientes de un pequeño sendero a nuestra izquierda que suba hacia el collado, desde donde tendremos buenas vistas de la Caldera y el Mulhacén.

Desde el collado bajaremos por la zona izquierda de la Caldera hasta alcanzar el refugio, dejando abajo la laguna.

El refugio será nuestro punto de partida para la subida final al pico. El sendero de subida está totalmente dibujado en la ladera, así que sólo nos queda cargarnos de paciencia y acometer el fuerte ascenso. Sobre una hora nos ha llevado el ascenso, a un ritmo tranquilo, dosificando fuerzas que la ruta rondará los 30km y en el pico alcanzaremos el ecuador del trayecto.

Tocamos el vértice, el siempre poblado vértice peninsular, y buscamos un pequeño refugio para reponer fuerzas. Cosa rápida para proseguir la marcha. En la primera parte de la bajada desandamos sobre nuestros pasos, pero cuando alcanzamos el sendero que baja directo hacia la vereda, y que sería el que traemos si subimos desde el refugio del Poqueira, nos decidimos por él. Algo más empinado que el que sube desde el refugio de la Caldera, pero así cambiamos algo la marcha.

Una vez en la vereda relajamos las rodillas y con buen ritmo ponemos rumbo hacia la Carihuela. La vereda deja a nuestra derecha la Caldera y rodea Loma Pelada, con un suave ascenso, que prácticamente no cesará hasta el collado de la Carihuela. Justo cuando giramos la loma, pasamos junto al refugio de Villavientos y tenemos las mejores vistas de los Crestones de río Seco, con el Cerro de los Machos y el Veleta a su espalda.

Avanzamos por la vereda hasta el punto donde nos incorporemos desde el Cerro de los Machos. Justo ahí se despega por la derecha otra pisada, traza que nos llevará al Paso de los Guías. Si no se quiere optar por este paso, no hay nada más que seguir la vereda hasta el collado de la Carihuela, donde nos uniremos desde el Paso de los Guías. Paso que en esta época no reviste dificultad, Unos cuantos metros con una pequeña cornisa ayudados con una cadena, con poca altura y buen agarre, con nieve o hielo sería otra historia. Más que nada, una paso entretenido para romper la monotonía de la vereda.

Una vez en el collado de la Carihuela nos decidimos a subir al Veleta, con más ganas que fuerzas a estas altura, pero no es mucho el desnivel a superar. Eso si, lo haremos con la suave pendiente de la pista que asciende por el remonte de la estación de esquí. En nada estamos en el vértice y podemos disfrutar de la panorámica del Mulhacén y la Alcazaba con las ultimas luces de la tarde.

Ya solo nos queda enfilar la bajada directa hasta la Hoya de la Mora para completar esta travesía kilométrica de hoy.

Nos vemos en las montañas.