Nava del Espino, La Mesa, Gualay, Cueva del Agujero, Torcales de Pedro Cerrillo, La Garganta (Sierra de Cazorla)

Muchas son las rutas que hemos realizado en este rincón de la Sierra de Cazorla y sí algo nos han enseñado estas montañas, es que cuando crees que conoces muy bien una zona, siempre acaba sorprendiéndote y te muestra alguno de sus ocultos tesoros. En éste caso, así ha sido.

Sin una clara idea preconcebida de cual sería exactamente el recorrido que íbamos a realizar nos pusimos en marcha en la Nava del Espino. Tan solo teníamos una cosa por seguro, y es que saldríamos desde este lugar y que queríamos visitar la Cueva del Agujero y recorrer los Torcales de Pedro Cerrillo o Lancha de la Media Hanega (topónimos que no sabemos con certeza sí serán los correctos, pero son los que aparecen en distintos planos topográficos).

La improvisación en parte de esta ruta ruta le puso su picante y gran dosis de emoción, pero también su dificultad, pues desde las Cuevas del Agujero y del Agua (ambas muy cerca la una de la otra), decidimos ascender hacia la línea de cortados que teníamos al Norte para llegar a la Cañada de la Media Hanega, empresa ésta muy dificultosa, pues los cortados nos cerraban el paso por casi todos los lados, excepto uno, un estrechísimo y empinado canuto o grieta, por dónde con ayuda de las manos, la fuerza de los brazos y alzando bastante las piernas, pudimos superarlo.

Este es el motivo por el que la he calificado de muy difícil y que por su puesto con nieve, hielo o roca mojada desaconsejo este ascenso, pues puede ser peligroso debido a lo expuesto de alguno de sus tramos.

Desde la Nava del Espino nos dirigimos a los llanos de los Poyos de la Mesa, dejando en un par de ocasiones la pista para tomar el viejo sendero, del que queda poco al ser usurpado por jorros de saca maderera. Desde los Llanos seguimos la pista que desciende al Vado de los Perrillos y continúa acompañando al bonito Arroyo Gualay. Cuando llevamos aproximadamente 1,5 kilómetros desde que dejamos el cruce del Vado de los Perrillos, por el carril que acompaña al Gualay en su curso aguas abajo, dejamos el mismo, para a la izquierda ascender campo a través en busca de la Cueva del Agujero, la cual hemos estado viendo a lo lejos desde el carril.

El ascenso es empinado, pero no reviste mayores dificultades. La recompensa es mayúscula, pues se trata de una cueva horadada, bastante grande y muy bonita, con unas vistas bellísimas. A escasos metros, en la misma cota de nivel y hacia el Oeste, se haya otra cueva, grande también, aunque no tanto y ésta sin vistas, pues la tapan unos pinos, se trata de la Cueva del Agua (topónimo éste que es dudoso).

A partir de aquí empieza la parte realmente complicada de la ruta y que he comentado anteriormente. Para quien no quiera correr riesgos o dificultades excesivas, recomiendo que desde esta última cueva siga en ligero ascenso hacia el Oeste en busca del Collado de los Pegueros, (entre la Peña de los Tornillos y la Loma de la Mesa), y desde este, o bien descender en la misma dirección hasta la pista del Vado de los Perrillos y regrese por los Poyos de la Mesa, o bien hacia el Norte ascienda a la Loma de la Mesa y siga éste track desde ese punto.

Una vez superado el obstáculo llegamos a la raspa de la Loma de la Mesa, desde donde en ligero descenso hacia el NE topamos con el carril que recorre la Cañada de la Media Hanega. No caminamos mucho por él, pues hacia el Este primero y NE después recorrimos los Torcales de Pedro Cerrillo, cresteo éste que aunque incómodo por el lapiaz, no resulta dificultoso. A mitad de cresteo, una brecha permite el paso al lado oriental del Torcal, y por él seguimos descendiendo sin perder de vista la raspa de la cresta por un pinar de laricios.

El descenso termina dónde se une un viejo sendero de herradura con el camino de la Cañada de la Media Hanega. Decidimos seguir el sendero, a la derecha, el cual no conocíamos y que en algo menos de un kilómetro nos deja en el carril que lleva al barranco del Coberterón. El carril lo seguimos a la izquierda y tras pasar por la Fuente de la Media Hanega en un nuevo cruce también seguimos a la izquierda. Este nuevo carril se pierde, pero bordeando el vallado del antiguo Parque Cinegético de la Nava de San Pedro llegamos de nuevo a él.

Este carril nos deja en la Pista de las Navas, a la altura de la Fuente de la Garganta, donde tras refrescarnos, solo resta seguir dicha pista durante un kilómetro para llegar al lugar en el cual estacionamos el vehículo.