Navalguijo a Navas del Barco.
near Navalguijo, Castilla y León (España)
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Itinerary description
El mal funcionamiento de la APP de wikiloc me impidió poner los wikipoints adecuados y durante algunos tramos dejó de grabar, saliendo éstos en línea recta. El trazado no se ha desvirtuado aunque posiblemente al no grabar las curvas en el descenso la ruta tenga 1 km más de distancia.
Distancia: 19,5 km según el GPS de Rafa.
Tiempo: Unas 8 horas con bastantes paradas, sin ellas, en unas 6 horas creo que se podría realizar.
Actividad realizada con Montañeros de Monfragüe de Cáceres.
Se empieza en navalguijo y se sube por una senda( cuando la hayamos)hasta llegar a la cuerda del Pelado, para ello tuvimos que luchar contra los sempiternos piornos. En la cuerda vamos por terreno pedregoso hasta culminar el Pelado, descendemos suavemente y en vez de subir al puntal del Corral de Diablo decidimos volver por el Barranco de la Nava, sin duda más sencillo, llegando a La Nava del Barco.
La actividad inicialmente era de Navalguijo a Puerto Castilla pero tuvimos que buscar una vía de escape, pues ibamos a llegar bien adentrada la oscuridad.
PEQUEÑO RELATO...
Me levanté a las cuatro y cuarto del domingo, Bene vino a recogerme a Don Benito a las cinco de la mañana, pues teníamos que estar a las seis y media en el autobús de la plaza del Obispo Galarza en Mérida.
Llegamos bien pronto y nos acomodamos tras las escaleras traseras, poco a poco van llegando los demás montañeros, el autobús arranca, la noche domina la ventanilla en la negritud espesa de las tímidas estrellas que no parpadean tras el cristal, el sueño va invadiendo a todo el autobús como en la historia de la bella durmiente, tocado del hechizo del hada madrina caigo en los brazos de Morfeo, abro los ojos y veo a Béjar pasar silencioso con el amanecer pidiendo su sitio, y en la carretera del Barco de Ávila, todo esta blanco, parece un paisaje alpino, pero no es por nieve sino por escarcha, la nieve ha huido dejando pequeñas improntas colgadas de lo más alto de Gredos, paramos a desayunar en el Barco de Ávila, luego tras reanudar la marcha el conductor yerra el camino y aparacemos en la Nava en vez del Navalguijo,por lo que tenemos que volver sobre nuestras rodadas...
Estamos ya en el Navalguijo, estoy nervioso, los de Monfragüe corren mucho habitualmente y yo con mi asma de esfuerzo lo paso mal, así que me situaré en cabeza desde el principio.
Se pone Alfonso el primero con el GPS, yo detrás, no quiero retrasarme como siempre , empezamos a andar a las diez menos cuarto, por un llano a la derecha de la entrada del pueblo, vemos desde aquí el Pelado , vamos a ascender por el margen derecho pues según dicen hay menos piornos, yo nunca subí por aquí, paramos a quitarnos ropa, el sol ha salido y parece que nos va a hacer falta manga corta pues no corre el aire.
Nos metemos en un monte de brezos y retamas, paramos de nuevo, estoy sorprendido de tantas paradas, hoy será un día atípico, me pongo en cabeza pues nadie quiere arrancar, y nos metemos en un bosquete de pinos y brezos, nos vamos peleando por senderitas de ganado hasta que nos damos de bruces con un camino que nos sube sin sobresaltos. En el camino nos cunde más ,y nos lleva para morir en un vallecito ,allí tenemos la primera batalla contra los piornos, me adelanto mientras se para por tercera vez y me pongo a buscar con Agustín y otros más la subida, dudamos, pero al final Agustín que es el más ligero de piernas, nos conduce por el margen derecho del vallecito, pasamos otra zona bastante empinada de piornos y salimos a una praderita, ya vemos la cuerda del Pelado a nuestro alcance, dudamos otra vez, y aquí opto por seguir hacia la cuerda directamente mientras que la mayoría siguen a media ladera entre los piornos, veo a Agustín que nos llama desde donde nos dirigimos, pues Bene viene conmigo o yo con él,como se mire...,subimos rebuscando las sendas de los ciervos entre los piornos, la pendiente se nota, pero nos cunde bastante y estamos en lo alto de la cuerda, hay un grupo que optaron por esta opción y allí nos encontramos un muro rodeado de pironos al que nos subimos para avanzar...
Ya estamos en un pedregal, nos agrupamos, estamos seis y vienen tres más por detrás, el grueso del grupo fue a media ladera y no los vemos, de repente aparecen como de la nada por debajo de nosotros, pararemos a retomar un poco de aire, pues estamos muy desperdigados...
Comemos algo, más arriba está el grupo con el que subí, me voy con ellos, me estoy quedando frío con tanta parada, desde aquí se ve El Pelado que está a nuestro alcance, ya tenemos que sortear manchas de nieve entre las rocas, está muy dura. Agustín me dice que tire por la izquierda, me pongo en cabeza otra vez, vine con las baterías cargadas y no quiero pararme más de la cuenta, vamos sorteando las grandes rocas mientras a nuestras espaldas yace la provincia de Ávila con sus colores pardos y sus lejanas sinusiosidades en oropeles de letanía. Me separo del grupo para hacerles unas fotos sorteando las rocas, queda la última pendiente, el sol se interpone en nuestros ojos impediéndonos ver lo que nos queda, así que a ciegas..., estoy en el Pelado.
Desde aquí al frente se ve la laguna del Corral del Diablo congelada en su letargo invernal, casi huérfana de nieve, que salpica albinamente las partes más altas de la montaña, y lejos, muy lejos, las siluetas escarpadas de las moles de Gredos con el Almanzor en el extremo derecho, pidiendo un poco de protagonismo en la distancia..., respiramos, Maese Viento está callado, inusitadamente silencioso y ausente, como el mudo invierno que nos quitó el blanco nevado de nuestros ojos, dejando desnudas y descarnadas las laderas Gretenses, esperamos, esperamos bastante, parece que algún montañero u montañera se le ha atragantado la cuesta, esta vez no fui yo..., nos abrigamos, pues a pesar de todo es invierno y estamos en una cima.
Fotos, fotos y comemos otra vez, volveré gordo de esta ruta..., Alfonso y Rafa se reúnen y hablan sobre la conveniencia de volver por el barranco de la Nava o seguir hacia el puntal del Corral de la Nava, al final gana la tesis de Alfonso, seguiremos a pesar de que son las dos de la tarde, hemos subido lo peor y confiamos en que se recuperen los que se quedaron atrás...
Pero ya me cansé de correr y esperar, me quedaré en la cola, la que conozco bien de siempre, pues preferí siempre ser cabeza de ratón a cola de león, así que me pongo a hacer fotos, siguiendo los hitos que adornan la cuerda del Pelado, de repente veo que se paran en un llano y empiezan a ponerse los crampones, hay manchas de nieve, y está durísima, la noche de enero es inmisericorde de frío...
Me pongo los crampones, lo que me alegra pues tuve que patinar entre piorno y piorno, y entonces escucho que nos dicen que nos vamos para abajo, nos volveremos por la Garganta de la Nava, muy conocida por mí, lo que me parece muy sensato, pues cada vez teníamos mayor retraso, y no íbamos a llegar ni para las nueve de la noche al autobús en Puerto Castilla.
Ahora es mi mayor disfrute, vamos por el valle naciente, pisando la nieve dura, tomando hermosas fotogramas de sol y blanco, vamos girando en el vallecito y llegamos a la laguna del Corral del Diablo, paramos a quitarnos los crampones y otra vez a comer, ya me cansé de hacerlo, demasiadas veces hoy, me quito las gafas de sol, pasaremos a la sombra, reanudamos de nuevo, y vamos bajando descubriendo en el valle numerosas formaciones de hielo que embellecen nuestro camino de vuelta, fotos y más fotos, ya cruzamos el río, soy de los últimos con tanta foto, los veo detenidos y cuando estoy cerca empiezan a andar, yo acelero, me cansé por hoy de esperas y paradas, no lo haré más hasta el autobús, pues ya no hay luz para fotos, y charlando con una montañera y un montañero de los que no les pregunté el nombre o si lo hice, no lo recuerdo, fuimos quemando los kilómetros a buen ritmo hasta llegar al autobús, poco más tarde de las seis de la tarde.
El frío empieza a apretar, y la noche se va a derrumbar sobre nosotros, así que nos montamos en el autobús y nos vamos...,bonito día.
Distancia: 19,5 km según el GPS de Rafa.
Tiempo: Unas 8 horas con bastantes paradas, sin ellas, en unas 6 horas creo que se podría realizar.
Actividad realizada con Montañeros de Monfragüe de Cáceres.
Se empieza en navalguijo y se sube por una senda( cuando la hayamos)hasta llegar a la cuerda del Pelado, para ello tuvimos que luchar contra los sempiternos piornos. En la cuerda vamos por terreno pedregoso hasta culminar el Pelado, descendemos suavemente y en vez de subir al puntal del Corral de Diablo decidimos volver por el Barranco de la Nava, sin duda más sencillo, llegando a La Nava del Barco.
La actividad inicialmente era de Navalguijo a Puerto Castilla pero tuvimos que buscar una vía de escape, pues ibamos a llegar bien adentrada la oscuridad.
PEQUEÑO RELATO...
Me levanté a las cuatro y cuarto del domingo, Bene vino a recogerme a Don Benito a las cinco de la mañana, pues teníamos que estar a las seis y media en el autobús de la plaza del Obispo Galarza en Mérida.
Llegamos bien pronto y nos acomodamos tras las escaleras traseras, poco a poco van llegando los demás montañeros, el autobús arranca, la noche domina la ventanilla en la negritud espesa de las tímidas estrellas que no parpadean tras el cristal, el sueño va invadiendo a todo el autobús como en la historia de la bella durmiente, tocado del hechizo del hada madrina caigo en los brazos de Morfeo, abro los ojos y veo a Béjar pasar silencioso con el amanecer pidiendo su sitio, y en la carretera del Barco de Ávila, todo esta blanco, parece un paisaje alpino, pero no es por nieve sino por escarcha, la nieve ha huido dejando pequeñas improntas colgadas de lo más alto de Gredos, paramos a desayunar en el Barco de Ávila, luego tras reanudar la marcha el conductor yerra el camino y aparacemos en la Nava en vez del Navalguijo,por lo que tenemos que volver sobre nuestras rodadas...
Estamos ya en el Navalguijo, estoy nervioso, los de Monfragüe corren mucho habitualmente y yo con mi asma de esfuerzo lo paso mal, así que me situaré en cabeza desde el principio.
Se pone Alfonso el primero con el GPS, yo detrás, no quiero retrasarme como siempre , empezamos a andar a las diez menos cuarto, por un llano a la derecha de la entrada del pueblo, vemos desde aquí el Pelado , vamos a ascender por el margen derecho pues según dicen hay menos piornos, yo nunca subí por aquí, paramos a quitarnos ropa, el sol ha salido y parece que nos va a hacer falta manga corta pues no corre el aire.
Nos metemos en un monte de brezos y retamas, paramos de nuevo, estoy sorprendido de tantas paradas, hoy será un día atípico, me pongo en cabeza pues nadie quiere arrancar, y nos metemos en un bosquete de pinos y brezos, nos vamos peleando por senderitas de ganado hasta que nos damos de bruces con un camino que nos sube sin sobresaltos. En el camino nos cunde más ,y nos lleva para morir en un vallecito ,allí tenemos la primera batalla contra los piornos, me adelanto mientras se para por tercera vez y me pongo a buscar con Agustín y otros más la subida, dudamos, pero al final Agustín que es el más ligero de piernas, nos conduce por el margen derecho del vallecito, pasamos otra zona bastante empinada de piornos y salimos a una praderita, ya vemos la cuerda del Pelado a nuestro alcance, dudamos otra vez, y aquí opto por seguir hacia la cuerda directamente mientras que la mayoría siguen a media ladera entre los piornos, veo a Agustín que nos llama desde donde nos dirigimos, pues Bene viene conmigo o yo con él,como se mire...,subimos rebuscando las sendas de los ciervos entre los piornos, la pendiente se nota, pero nos cunde bastante y estamos en lo alto de la cuerda, hay un grupo que optaron por esta opción y allí nos encontramos un muro rodeado de pironos al que nos subimos para avanzar...
Ya estamos en un pedregal, nos agrupamos, estamos seis y vienen tres más por detrás, el grueso del grupo fue a media ladera y no los vemos, de repente aparecen como de la nada por debajo de nosotros, pararemos a retomar un poco de aire, pues estamos muy desperdigados...
Comemos algo, más arriba está el grupo con el que subí, me voy con ellos, me estoy quedando frío con tanta parada, desde aquí se ve El Pelado que está a nuestro alcance, ya tenemos que sortear manchas de nieve entre las rocas, está muy dura. Agustín me dice que tire por la izquierda, me pongo en cabeza otra vez, vine con las baterías cargadas y no quiero pararme más de la cuenta, vamos sorteando las grandes rocas mientras a nuestras espaldas yace la provincia de Ávila con sus colores pardos y sus lejanas sinusiosidades en oropeles de letanía. Me separo del grupo para hacerles unas fotos sorteando las rocas, queda la última pendiente, el sol se interpone en nuestros ojos impediéndonos ver lo que nos queda, así que a ciegas..., estoy en el Pelado.
Desde aquí al frente se ve la laguna del Corral del Diablo congelada en su letargo invernal, casi huérfana de nieve, que salpica albinamente las partes más altas de la montaña, y lejos, muy lejos, las siluetas escarpadas de las moles de Gredos con el Almanzor en el extremo derecho, pidiendo un poco de protagonismo en la distancia..., respiramos, Maese Viento está callado, inusitadamente silencioso y ausente, como el mudo invierno que nos quitó el blanco nevado de nuestros ojos, dejando desnudas y descarnadas las laderas Gretenses, esperamos, esperamos bastante, parece que algún montañero u montañera se le ha atragantado la cuesta, esta vez no fui yo..., nos abrigamos, pues a pesar de todo es invierno y estamos en una cima.
Fotos, fotos y comemos otra vez, volveré gordo de esta ruta..., Alfonso y Rafa se reúnen y hablan sobre la conveniencia de volver por el barranco de la Nava o seguir hacia el puntal del Corral de la Nava, al final gana la tesis de Alfonso, seguiremos a pesar de que son las dos de la tarde, hemos subido lo peor y confiamos en que se recuperen los que se quedaron atrás...
Pero ya me cansé de correr y esperar, me quedaré en la cola, la que conozco bien de siempre, pues preferí siempre ser cabeza de ratón a cola de león, así que me pongo a hacer fotos, siguiendo los hitos que adornan la cuerda del Pelado, de repente veo que se paran en un llano y empiezan a ponerse los crampones, hay manchas de nieve, y está durísima, la noche de enero es inmisericorde de frío...
Me pongo los crampones, lo que me alegra pues tuve que patinar entre piorno y piorno, y entonces escucho que nos dicen que nos vamos para abajo, nos volveremos por la Garganta de la Nava, muy conocida por mí, lo que me parece muy sensato, pues cada vez teníamos mayor retraso, y no íbamos a llegar ni para las nueve de la noche al autobús en Puerto Castilla.
Ahora es mi mayor disfrute, vamos por el valle naciente, pisando la nieve dura, tomando hermosas fotogramas de sol y blanco, vamos girando en el vallecito y llegamos a la laguna del Corral del Diablo, paramos a quitarnos los crampones y otra vez a comer, ya me cansé de hacerlo, demasiadas veces hoy, me quito las gafas de sol, pasaremos a la sombra, reanudamos de nuevo, y vamos bajando descubriendo en el valle numerosas formaciones de hielo que embellecen nuestro camino de vuelta, fotos y más fotos, ya cruzamos el río, soy de los últimos con tanta foto, los veo detenidos y cuando estoy cerca empiezan a andar, yo acelero, me cansé por hoy de esperas y paradas, no lo haré más hasta el autobús, pues ya no hay luz para fotos, y charlando con una montañera y un montañero de los que no les pregunté el nombre o si lo hice, no lo recuerdo, fuimos quemando los kilómetros a buen ritmo hasta llegar al autobús, poco más tarde de las seis de la tarde.
El frío empieza a apretar, y la noche se va a derrumbar sobre nosotros, así que nos montamos en el autobús y nos vamos...,bonito día.
Waypoints
Comments (2)
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En alguna ocasión me gustaría hacerla. Bonito relato
Pues lo haremos...