NEVADIN (VARIANTE) VIVERO-DOS HERMANOS-NEVADIN-PEÑA GRANDE-PEÑA VENDIMIA-CASCADA-VIVERO 17/05/14

Ésta fue una gran ocasión para rendir un sencillo homenaje póstumo a nuestro gran amigo y compañero de rutas D. Antonio Barba Rodríguez, que falleció el pasado día 10/05/14 tras una larga enfermedad. Con esta ruta el Club Huellas de Cabrera, en este día 17/05/14, ha querido recordar a un compañero entrañable, cercano, alegre y servicial. Descanse en paz nuestro recordado y querido Antonio (Toño).

Igualmente, aprovecho la ocasión para expresar nuestro apoyo, aprecio y cariño a la señora Vicenta y sus hijos: Javier, Miguel y José Luis (los dos últimos son, por orden, vocal y presidente del Club Huellas de Cabrera); así como al resto de familiares y amigos por la pérdida, todavía reciente (26 de marzo del presente año), de D. Antonio López Carrera, esposo y padre respectivamente. Descanse en paz.

Comenzamos la ruta a la entrada del pueblo, en una bonita fuente con el nombre del mismo incrustado en su base empedrada, al lado del puente y un sendero que conduce a la cercana, escondida y fantástica cascada y pozas del pueblo. Hacía un precioso día de sol. Éramos 19 montañeros y estuvimos acompañados por “Alex” una de las dos mascotas que nos suelen acompañar. Existe una alternativa a esta ruta que se puede consultar: en el enlace http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=3314733 con el título NEVADIN (VIVERO-NEVADIN-PEÑA GRANDE-PEÑA VENDIMIA-VIVERO) 07/09/12; o al final de este comentario, después de los datos del GPS pulsando en “Ver más”.

Cruzamos el puente, con barandillas de madera, sobre el arroyo de Vivero para girar a la derecha y pasar al lado de un potro (construcción de madera que sirve para sujetar al ganado cuando se resiste a dejarse herrar o curar). Se ve la iglesia al fondo y, al lado, la calle Calecha. Frente a esta última está la calle de Arriba que, en principio, es la que tenemos que seguir. Después de pasar por esta calle cementada con algo de pendiente, giramos a la izquierda y pronto transitamos por un camino en buen estado, prácticamente llano y con arboleda. Llevábamos, cercano y a nuestra izquierda, el arroyo de Vivero. Más adelante nos desviamos a la derecha y, a continuación, pasamos un “chozo” y la Braña de Vivero, con sus prados y arboleda de un precioso color verde.

Atravesamos una cancilla, que volvimos a cerrar tras nosotros para evitar la salida del ganado, y continuamos nuestro caminar hasta que, al cabo de un rato, nos desviamos a la izquierda en un lugar donde hay un hito de piedras al borde del camino. Proseguimos, ya con una pendiente moderada, para hacer un nuevo giro a la derecha y seguir el arroyo del Portillín que discurría a nuestra izquierda. Además, íbamos escoltados por arbustos y arboleda muy verde que, a medida que ascendíamos, dejó paso a los piornos, retamas y brezo; así como a preciosas florecillas que alegraban la vista con sus variados colores.

A continuación, alcanzamos el Alto o collado del Portillín, donde hay otra cancilla (que no cruzamos) para evitar que salgan los estupendos caballos que pacían tranquilamente en aquella zona. En ese lugar y mientras esperábamos al resto de compañeros que iban más rezagados, aprovechamos para tomar algunos frutos secos y fruta.

En este Alto del Portillín giramos 90º a la derecha para seguir la larga empalizada de postes de madera y alambre de espino (atención, hay algunos por el suelo) que sirve de divisoria o límite de Municipio. Recientemente había sido podado y limpiado de vegetación (tuvimos suerte). A partir de allí, comenzamos una fuerte subida por el cordal en donde aparecieron los primeros restos de nieve. En un determinado momento nos desviamos a la izquierda buscando una senda y zonas de verde para llegar a la primera cumbre, que no es otra que Pico Dos Hermanos (1983 m). Dicho lugar no es merecedor de lo que representa la palabra “Pico”, como reza en los mapas, ya que es un pequeño montículo dividido por la empalizada, sin hito y con unas piedras esparcidas por la verde hierba. Lo que sí puedo comentar, por haberlo sufrido con mucha fuerza en anteriores ocasiones junto a Dina y Miguel López, es que en este lugar casi siempre se nota el viento.

A partir de Dos Hermanos, transitamos por la cresta o cordal de la montaña por ser la zona que contiene menos y más bajo matorral. Suele haber estrechas sendas creadas por senderistas y por el ganado. Caminamos por ellas sin problema y, en unos 800 m, llegamos al collado de Fuentefría. Después pasamos por una campiña de pastos y, un poco más adelante, unos grandes neveros nos obligaron a desviarnos a la derecha (no llevábamos raquetas ni crampones), teniendo que abandonar el cordal para subir por una vaguada mientras buscábamos zonas sin nieve. Sin embargo, al final no tuvimos más remedio que cruzar algunos de poca importancia, con nieve semidura, por la zona de Chano de El Cuadro; lo que nos supuso un mayor esfuerzo físico. Más adelante, nos desviamos nuevamente a la izquierda para seguir por la cresta (ya sin nieve) y alcanzar la cumbre del Nevadín (2077 m), que cuenta con un vértice geodésico y un gran buzón metálico, de color marrón debido a la oxidación.

Las vistas eran magníficas y alcanzábamos a ver las Ubiñas y otros picos y lugares más próximos: Peña Grande, Peña Vendimia, Tambarón, Peñalibrán, Cerneya, Catoute, Valdiglesia, Braña la Peña, parte de Villablino y del embalse de las Rozas, valles, pequeñas lagunas, etc. En fin, una gran panorámica con un tiempo inmejorable (temperatura de 19.3ºC), que nos permitió hacer con calma las correspondientes fotos, así como un pequeño acto en memoria de Antonio (Toño) propuesto por nuestro presidente José Luis (Cuca). Guardamos varios minutos de recogimiento, en oración interna, como muestra de respeto y cariño al que, con toda seguridad, estaría en este lugar con nosotros. Acto humilde pero sincero, cargado de nostalgia, cuyo recuerdo nos hizo emocionar. Descansa en paz Antonio, que nosotros te llevaremos en nuestra memoria a las cumbres que tanto amabas.

Proseguimos la ruta, retrocediendo y descendiendo unos 200 m, para llegar a un collado y, desde él, ascender nuevamente a la cota 2004 m. Ésta es una roca muy escabrosa y agreste, con pasos estrechos y complicados, en donde hay que hacer uso de las manos para agarrarse a la misma en los cortos descensos. Hay que extremar la precaución. Sin lugar a dudas, este paso es lo más “montañero” y complicado que hay en toda la ruta.

Continuamos para encarar, la muy cercana, Peña Grande (2027 m). Es una planicie alargada, cubierta de hierba y con un hito de piedras deshecho que reconstruimos. Apenas nos paramos en ella. Después de un nuevo y corto descenso por la cresta llegamos a una zona baja de hierba, piornos y retamas. Nos detuvimos a comer en una zona despejada, al abrigo de los arbustos, con la espalda sudada al sol y un nevero frente a nosotros. Comimos los bocadillos con calma y luego reposamos un ratito. Nos levantamos para continuar, siempre por el cordal, hasta alcanzar Peña Vendimia (2009 m), en la que el único símbolo que hay es un hito grande. Fue nuestra última cumbre del día.

Caminamos, en medio de pradería y por la cumbre de Cáscaro Redondo, siguiendo la divisoria hasta llegar al collado de la Muezca. Allí, seguimos de frente por el camino forestal superior, cercano al cordal, y por zonas de pradería entre jóvenes pinos de montaña. Pasamos por las zonas de Chano la Curriecha, Chanetón (gran campa), La Torreciecha y Alto de las Cabaninas. Tras éstas descendimos, siempre por camino, con desvíos a derecha e izquierda. En uno de los giros hay una pequeña pared con un mirador hacia el valle. Poco después entramos en Vivero, pasamos nuevamente cerca de la iglesia y el potro, y nos dirigimos a la fuente de la que habíamos partido por la mañana. Mirándola de frente, tomamos a la derecha un sendero de piedras y tierra con verde hierba, que va pegado al arroyo de Vivero y que sube hasta la cascada. Antes de llegar a ella, pasamos una cabaña y un molino y, en unos 150-200 m, llegamos a esta preciosa, sombría y escondida cascada. Situada entre rocas encajadas, cuenta con dos saltos de agua e igual número de pozas, donde la gente del pueblo se baña en verano. Por este motivo, los lugareños no están muy inclinados a dar a conocer semejante joya de agua pura y fría. Creed que los entiendo, dado el reducido lugar del que disponen.

Día de sentimientos y nostalgia, adornados con pinceladas de bello colorido ofrecidos por la naturaleza y que abarcaban desde el intenso verde de la vegetación primaveral hasta la blancura de los últimos neveros, pasando por el variopinto color de múltiples flores. Todo un espectáculo, mejorado y acompañado por el murmullo de los arroyos y cascadas.

Nos lavamos en el arroyo, nos mudamos la ropa y regresamos a casa ya que muchos queríamos ver el partido de fútbol entre el F.C. Barcelona y el Atlético de Madrid.

Seréis dichosos si recorréis este ¡¡Buen camino!! que debemos cuidar y tratar con respeto.

Hasta cuando gustéis.


Localización:

Mapa Topográfico Nacional de España: Murias de Paredes nº 101–IV. Escala 1:25.000

DATOS GPS:

Nombre Archivo Track: NEVADÍN (VARIANTE) VIVERO-DOS HERMANOS-NEVADÍN-PEÑA GRANDE-PEÑA VENDIMIA-CASCADA-VIVERO 17-05-14.

Nombre de la salida: FUENTE de VIVERO

Fecha y Hora
Día 17-05-2014
Hora de salida 09:37:09
Hora de llegada: 17:21:50
Duración 07:44:41
Tiempo parado 02:46:38
Tiempo en movimiento 04:58:03

Distancias
Distancia proyectada 18.14 km
Distancia con alturas 18.50 km (real 18.9 km)

Alturas
Track con alturas (3D): Sí
Altura Máxima 2077 m
Altura Mínima: 1352 m
Altura de la salida: 1352 m
Altura de la llegada: 1378 m
Ganancia desde la salida 724 m
Desnivel salida-llegada 26 m
Desnivel máximo 724 m
Ascen.acum. 883 m
Desc.acum. 851 m
Max. Velocidad Vertical: 2736 m/h
Min. Velocidad Vertical: -3240 m/h
Max Pendiente 36.7 %
Min Pendiente -34.9 %

Velocidades
Velocidad media 2.3 km/h
Velocidad máxima 9.8 km/h