Peña Pileñes, Les Pandes y Ventaniella desde la Uña

Ascensión a un Cordal de cumbres limítrofes entre León y Asturias y que constituyen un magnífico mirador de la cordillera cantábrica y todo el sector de él ponga y el parque natural de redes.

Partiendo desde el pueblo de la Uña, Al cabo de 1 km nos desviamos por una ruta señalizada que discurre por el reciente curso del río Esla y discurre por el ancho valle de Valdosin tras superar la angostura de Peña Castiello. Tras llegar a un Aprisco con refugio, nos desviamos para ya desde entonces seguir una ruta entre escobas y senderos de vacas bajando al Valle de las Castellanas hasta llegar al Collado de las arriondas que separa Peña Ten de Peña Pileñes. Desde aquí remontamos la subida hasta hacer cumbre en esta magnífica Atalaya. Tras comer y disfrutar de las vistas, siesta incluida, discurrimos en dirección sur siguiendo el Cordal que le une con la siguiente de las cumbres, Les Pandes. Para llegar a ella ascendimos por una canal que creo es la menos complicada, que finaliza muy cerca de la cumbre. Se puede evitar siguiendo un poquito más al sur para coger la arista. Tras ver el camino recorrido, y las vistas desde la cumbre, nos desplazamos hacia una cumbre limitrofe e iniciamos el descenso hacia ventanilla. Este tramos quizás uno de los más complicados, pues fue un descenso directo hacia el valle, por una ladera muy inclinada. A continuación al llegar al bosque de hayas, decidimos bajar a ventanilla búsqueda a través, también muy inclinado. Este descenso se puede evitar siguiendo el camino que lo bordea por arriba.
Ventanilla es una majada idílica, en donde parece que se detiene el tiempo. No pudimos disfrutar mucho tiempo por que el día estaba muy avanzado y veíamos que se nos echaba la noche en el regreso. Éste lo realizamos siguiendo el sendero que lleva hasta la carretera y que ya habíamos tomado al inicio.
Ventanilla es una majada idílica, en donde parece que se detiene el tiempo. No pudimos disfrutar mucho tiempo por que el día estaba muy avanzado y veíamos que se nos echaba la noche en el regreso. Éste lo realizamos siguiendo el sendero que lleva hasta la carretera y que ya habíamos tomado al inicio.
Ruta muy entretenida, con unas vistas impresionantes. No obstante, gran parte del recorridos por senderos de vacas, y los descensos los hicimos campo a través, con mucha inclinación. Por ello hay que estar habituado a andar por este tipo de terrenos.