Peña Sagra desde San Mamés

Subida a Peña Sagra en su mayor parte por pista (7,5 km), sencilla, pero con desnivel en algunos momentos.
Al abandonar la pista se pasa una portilla y se sigue por un sendero hasta la base de Peña Sagra. Para afrontar la subida final hay que hacerlo a través de una chimenea, marcada con puntos amarillos. La infinidad de hitos que hay por la zona hace que te puedas despistar y no encuentres la chimenea.
La chimenea ofrece una trepada, que se hace estrecha en algún momento con la mochila a la espalda, pero que no reviste excesiva dificultad. Una vez salvada, la cima, a la izquierda, presenta un camino lleno de grandes piedras que te lleva hasta el buzón de cumbre. La piedra, seca, agarra muy bien. Ojo si está húmeda.
Grandes vistas desde la cumbre y un montón de moscas, que hace que nos larguemos rápidamente.
La bajada por la misma chimenea y, una vez salvada, nos dirigimos al collado previo a Peña Sagra en donde se divisa otro pico, algo más bajo y sin nombre. No hay hitos, así que la subida la hacemos por donde nos guía el instinto, con mucha piedra y algunas trepadas no muy complicadas. Desde la cima, también buenas vistas y Peña Sagra de fondo.
Bajamos y nos dirigimos al siguiente collado, para desde allí y campo a través, ir buscando la portilla de la subida para coger la pista de bajada.
Una vez en la pista, puedes optar por llegar por ella hasta el punto de inicio o en el km 14.1 de la ruta coger otra a la izquierda que te lleva, igualmente, al pueblo. Si coges esta pista, no la abandones en el Km 18 (por querer atajar, y no mirar bien el mapa, nos comimos un bosque escobas) y sigue por ella hasta que enlaces con la de la subida, ya casi en el pueblo.
Ruta con muchísima pista (aproximadamente 15 km) pero que merece la pena por lo entretenido de la subida final y las vistas que se divisan desde las dos cimas.