Pic des Spijeoles (3.065m) desde Granges d'Astau

Broche final a casi dos semanas en el Pirineo francés. Subimos al Pic d'Spijeoles desde las Granjas de Astau. Nos encantó esta montaña, de lo más bonito que hemos subido en Pirineos y además tuvimos un tiempo espectacular.

Se trata de un recorrido precioso, aunque físicamente exigente, con más de 2.000 metros de desnivel positivo y 20 kilómetros.

Lo he calificado como "moderado": No hay ningún paso técnicamente complicado, pero el último tramo de subida es relativamente vertical; eso sumado al esfuerzo físico hace que sea una ruta no apta para cualquiera.

Como decía al principio, salimos del parking de Granges d'Astau. Es una zona con muchas plazas, donde no hay problemas de aparcamiento a primeras horas. Para llegar hasta allí, hay que coger un desvío a la izquierda en la carretera que va de Bagneres de Luchon al Col de Peyresourde.

El recorrido comienza por camino cómodo hacia el Lac d'Oô, hasta donde hay unos 3,2 kilómetros. Se trata de un lago bonito (realmente es una presa) con una cascada muy alta al fondo.
El siguiente paso es alcanzar el collado de Espingo (2,5 kilómetros más), cogiendo altura casi sin darse uno cuenta. En 5,7 kilómetros hemos subido unos 800 metros. Hicimos este tramo muy rápido, casi como si fuera subir un kilómetro vertical.

En este collado tenemos ya todo el circo de Espingo a la vista; con varias montañas de 3.000 metros como muralla: Gran Quayrat, Lezat, Crabioules, Lliterola, Perdiguero, Portillón, Sellam, Gourdon y Spijeoles entre otras.

Dejando el refugio a nuestra derecha, descendimos ligeramente hasta el Lac Saussat, y tras bordearlo por la derecha (bonito tramo, prácticamente llano y con vistas preciosas), comenzamos la subida.
Los primeros metros, junto al río, seguimos por el sendero que va al Lac du Portillon, aunque lo abandonamos y nos desviamos a la derecha a un kilómetro escaso desde el Lac Saussat.

Continuamos la subida, más acentuada tras el desvío, en sentido oeste/suroeste al principio, pero giramos a la izquierda acabando la ascensión hasta el collado hacia el sur.

Muy cerca del collado está el precioso Lac Glace (Lago Helado), a la izquierda, aunque no se ve desde el mismo collado.

Nosotros giramos a la derecha y fuimos hacia la cumbre por su ladera sur; alcanzamos un corredor que supera un resalte rocoso (trepadas sencillas), continuamos subiendo la pedrera que se encuentra bajo la cima y acabamos alcanzando la misma por una corta chimenea en sentido oeste y una trepadita a la derecha.

Alcanzamos nuestro objetivo en 3 horas desde el aparcamiento (que, por cierto, se ve desde la cima), paradas incluidas. La verdad es que subimos rápido, pero es que era de esos días en los que el cuerpo te pide más...

Lo que encontramos en la cumbre era sencillamente espectacular: Las vistas son sorprendentes, la temperatura ideal, nada de viento... Estuvimos un buen rato allí; posiblemente el mejor momento que tuvimos en todas las vacaciones, un verdadero paraíso...

Desde allí sí se ve el bonito Lago Helado. Nos sorprendió haber pasado tan cerca de él y no haberlo visto al subir. En el descenso nos acercamos a él como no podía ser de otra forma.

Continuamos el camino de vuelta por el mismo recorrido de la subida, parando en el río antes de llegar al Lac Saussat para refrescarnos.

Llevamos muchas rutas en Pirineos y hemos subido muchas montañas, pero esta vez fue especial; la verdad es que nos pareció una zona espectacular, que lo tiene todo. Merece la pena conocerla.