Pico Gilbo desde Horcadas

Segundo día por la montaña de Riaño con el G.A.T.B., en la que ascenderemos a una de las montañas más bellas de estos parajes y que destaca entre los montes de su alrededor, el esbelto Pico Gilbo de 1.677 metros, o Cervino leonés, como muchos le denominan por su parecido a esa montaña de los Alpes.

En vez de realizar la ruta tradicional y más utilizadas desde las proximidades del viaducto sobre el embalse de Riaño, lo haremos desde el pueblo de Horcadas, localidad del municipio leonés de Riaño y que se encuentra a tan solo diez minutos en coche desde el referido pueblo.

La ruta con inicio y final a la entrada del pueblo de Horcadas, no llega a los 8 kilómetros, con un desnivel positivo de 600 metros.

Antes de nada, advertir a las personas que vayan a realizar esta ruta que hay tramos en los que hay que hacer algunas trepadas y sobre todo algunas zonas aéreas en el cresterio antes de llegar a la cima, por lo que si no se está muy acostumbrado a andar por este tipo de terreno rocoso, o se es muy aprensivo o se tiene vértigo, mejor realizarla desde la zona del viaducto.

Realizada está advertencia, iniciaremos la ruta unos metros antes de la entrada al pueblo de Horcadas, el cual atravesaremos dirección el cementerio.

La primera parte de la ruta transcurre por una pista de tierra hasta llegar al waypoint “Bifurcación”, donde tomaremos el camino de la izquierda, el cual poco a poco irá desapareciendo transformándose en sendero.

Pasaremos al lado de un espino también marcado como referencia, por si la niebla hace acto de presencia como fue en nuestro caso, algo habitual en esta zona por la presencia del pantano, por lo que se recomienda llevar GPS para evitar algún rodeo.

Poco a poco iremos girando hacia el oeste encontrando algún hito que nos confirma el buen camino.

Llegaremos a una zona un poco más llana y que he denominado como “Collado”, con la pared del Gilbo, ya visible, enfrente a nosotros y que iremos bordeándola hacia la izquierda.

Encontraremos algún hito más y tendremos que atravesar algunas zonas en donde se pierde el sendero entre la vegetación, pero que se vuelve a recuperar más adelante.

Llegamos al waypoint “Pequeño collado”, donde vemos la pared de roca que tenemos que superar, pero que no entraña ninguna dificultad a excepción de alguna pequeña trepada.

Salvado este tramo kárstico tendremos unas espectaculares vistas de toda la montaña leonesa, bañada por el embalse de Riaño que le da un aspecto de paisaje de ficción.

A partir de este punto es donde hay que empezar a tener un poco de precaución, puesto que hay que atravesar el cresterio hasta llegar a la cima.

Aunque hay buenos agarres hay que estar atento donde se ponen los pies y las manos, y si se llevan bastones mejor replegarlos para que no nos estorben.

Atravesado este tramo un poco más complicado donde la adrenalina hace acto de presencia, llegamos por fin a la cima de esta bella montaña donde las vistas vuelven a ser espectaculares.

Unos minutos para disfrutar del momento y las fotografías de rigor, para volver a la andadura y descender por la cara sur, la cual no tiene dificultad a excepción de la pronunciada pendiente.

La bajada se realiza por un sendero muy marcado y sin perdida hasta el punto “Cambio de vertiente” y desde aquí hasta el siguiente waypoint, “Hito-Salida de camino”, donde dejaremos el sendero principal para atravesar una pradera donde se aprecia una senda entre la hierba.

Atravesaremos un portillo y enlazaremos con otro camino hasta llegar a un indicador de direcciones donde nos muestra que quedan 2,5 km a Horcadas por la derecha.

En este último tramo tendremos a nuestras espaldas la masa caliza que hemos ascendido y que a primera hora la niebla nos impedía su visión
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Ruta corta pero intensa y espectacular y que si se está por esta zona leonesa uno no se puede perder.