Pico Hontanillas, Peña Carazo y Horca de Lores desde Lebanza

Entretenida excursión que permite descubrir un sector poco transitado de la montaña palentina situado en la zona de la Pernía.

Partiendo del pueblo de Lebanza fuimos por la carretera a la Abadía de Nuestra Señora de Lebanza, un rincón situado en un lugar apartado y en un entorno precioso construido sobre una antigua ermita y que permite entender porque se situaron aquí los monjes, Nos dirigimos en dirección oeste remontando un arroyo que rápidamente se introducía en un corto pero bonito bosque de hayas tras el cual llegamos a una amplia pradera desde donde divisábamos el pico Hontanillas y Peña Carazo. La orientación es muy sencilla, ya que hay que subir a el Collado entre ambas cumbres. Una vez llegado al Collado, las vistas del valle de Pineda y los picos de Europa no eran muy buenas por las nubes, pero cuando abría y las pudimos disfrutar, nos permitieron recordar otras muchas rutas.
Tras hacer cumbre en el pico Hontanillas después de una breve subida, descendimos de nuevo al Collado para continuar en dirección norte a Peña Carazo, Cuya cumbre está situada al final del criterio. Después de disfrutar de las vistas descendimos a el Collado que separa la peña Carazo de la Horca de lores. Ya solo nos quedaba subir este tramo hasta la cumbre, un poco incómodo en los últimos metros por las piedras.
Las vistas de la cumbre de la Horca de lores son inmejorables, con todos los picos de Europa, el pico lenta y el pico Pumar, la zona de la Pernía con el Valdecebollas y Peñalabra al fondo. Desde esta cumbre bajamos y continuamos en dirección norte a la última de las cumbres, donde comimos bajo una intensa granizada.
El regreso lo hicimos desde el Collado que separa estas dos últimas cumbres por una zona complicada, un arroyo sin agua pero que estaba muy mojado debido a la lluvia y el granizo . Seguramente seco, no sería tan complicado.
Llegamos a una pradera situada debajo de los peñascos de Peña Carazo. Desde aquí las vistas de las dos cumbres son imponentes. Continuamos sin dirección sur por una zona de Brezos hasta alcanzar una divisoria entre dos laderas y finalmente llegar a un buen camino que no abandonamos hasta el final. Este camino se introduce en un precioso bosque de robles y hayas teniendo que superar en varias ocasiones algunos arroyos, que en caso de mucho caudal siempre tienen un puente para poder cruzarlos. Finalmente llegamos a el pueblo de Lebanza donde habíamos comenzado la ruta.