Pico Moro (Sur) desde Santa Olaja de la Varga

Ésta interesante ruta nos lleva en algo más de 6 km desde el pueblo de Santa Olaja de la Varga, perteneciente al Ayuntamiento de Cistierna en la provincia de León hasta el Pico Moro por un camino diferente al más habitual que se realiza por el collado Genciana.
Salimos en un día de calor que afortunadamente se mitigó pronto al tener la gran suerte de que se nublara, pudiendo por tanto disfrutar de un estupendo día de montaña en medio de una ola de calor, que desgraciadamente son demasiado frecuentes a pesar de que algún mentecato continúe negando la evidencia del calentamiento global.
Los primeros dos kilómetros son por una carretera de montaña, y que a pesar del asfalto se hacen con alegría por la belleza del entorno, y así, tras atravesar dos túneles llegamos a una portilla de metal, donde en dirección Norte y tras pasar por un refugio para el ganado, y con la presencia del Castillón (Peña Castiello) delante nuestro se adentra en un precioso bosque mediterráneo de encinas, quejigos y rebollos, y que tras dejar a nuestra derecha la susodicha Peña, nos lleva a una bonita Vega desde donde ya veremos el objetivo de nuestra ruta: el Pico Moro.
Hay aquí una sorprendente cantidad de madroños que nunca había visto antes, grandes y pequeños, una preciosidad. Me encanta.
Seguimos en dirección Norte , ya con una clara apreciación del Collado Genciana hasta una zona que en el mapa se llama El Llano de la Laguna, y digo ésto porque no hay laguna por ningún lado y porque tampoco es llano, aunque igual estoy confundido y se corresponde con otra zona geográfica.
En cualquier caso nos desviamos a nuestra izquierda para empezando a ascender de verdad intentar atacar el Pico Moro por su cara Sudeste. Allí nos encontramos una pequeña chimenea de no más de 7 metros con una pared vertical y otra inclinada y que empecé a ascender. Digo empecé porque aunque intuía la cima al terminarla, a medio camino pensé que no estaba seguro de lo que venía después ,y... ¡que necesidad!, así que desistí y tras descender unos metros decidí abordarla un poco más al Este, desde aquí con una larga y bonita trepada (I) sin gran dificultad llegamos a la cima. No pude disfrutar mucho de ella por la inmensa cantidad de lo que creo son hormigas voladoras y que me atacaban por doquier, metiéndose entre las gafas y todos los orificios anatómicos al descubierto y que me hizo iniciar rápidamente el descenso. Poco pude por tanto disfrutar de la magnífica visión de la montaña palentina con su inconfundible Espigüete si miramos hacia el Este, el precioso macizo del Mampodre en el Noroeste y Peñacorada al Sur. Ocurre que con tanto insecto volador, mi desconocimiento de la zona, la presencia del buzón de la cumbre, y que el track que llevaba en el GPS no lo especificaba (grrr) no me dí cuenta que no estaba en la cota más alta de los Moros, que es la Norte, de 1802 m de altitud. Ésto en realidad no me importa mucho,ya que es la excusa perfecta para volver en otra ocasión a este Pico tan bonito.
Descendí por un camino más al Este y que está aceptablemente bien hitado hasta el sitio desde donde inicié la trepada, y desde aquí de vuelta hasta Santa Olaja de la Varga.
La calificación de alpinismo y de dificultad moderada es por la trepada final, que aún no siendo complicada precisa de los conocimientos básicos de escalada.