Huesca. Pico Posets o Llardana desde Espigantosa por Ibón de Llardana y Forau de la Neu: el encanto de la soledad.
near Eriste, Aragón (España)
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Trail photos
Itinerary description
A grosin, excelente montañés con quien tengo pendiente algunas rutas por hacer.
Si hay algo realmente encantador de esta montaña es la relativa tranquilidad que posee.
Es el eterno segundón que perdió ante el primero y que, a diferencia de su hermano mayor el Aneto, carece de la masificación de este y de su hermano menor el Monte Perdido.
Sin perderle la cara a lo que significa un tres mil, el Posets es una montaña accesible y con pocas dificultades técnicas para su ascensión. El invierno todo lo cambia y la presencia de nieve requiere técnicas, y un esfuerzo suplementario nada desdeñable, que no podemos obviar si hacemos este camino.
Hasta hace muy pocos años los neveros de la Canal Fonda seguían siendo una dificultad añadida para su ascenso. La evidente subida de temperaturas ha hecho que su deterioro sea implacable y la ausencia de la nieve y el hielo hace más “asequible” su ascenso, si se puede considerar así a los más de 8 kilómetros de distancia, y más de 2000 mts. de desnivel que desde el aparcamiento de la Espigantosa tenemos que superar para llegar a la cúspide.
Conociendo estos parámetros decidimos madrugar para hacer cumbre en la misma jornada. Alternativamente se puede hacer en dos jornadas, siendo lo más habitual el pernoctar en el refugio Ángel Orús. La calificación de Difícil viene dada precisamente por lo largo del recorrido y por el gran desnivel que tiene.
Hay que tener en cuenta que en época veraniega el acceso con vehículos particulares está restringido, por lo que hay que coger un transporte público. Existe en una parada de bus junto al camino de subida. Está unos 150 mts saliendo de Eriste en dirección Benasque, tras pasar el embalse de Linsoles y la central hidroeléctrica. Se puede subir andando desde este mismo cruce con la carretera, aunque el recorrido se incrementa en algo más de 6 kilómetros, y la consiguiente pendiente, por una carretera amplia donde escasea la sombra.
Desde el aparcamiento de la Espigantosa, que es donde iniciamos el recorrido, el camino discurre por un sendero claro y bien señalizado hasta la llegada al refugio Ángel Orús. En poco más de 3,5 kilómetros llegaremos a él tras salvar un desnivel de 600 mts.
Es un paseo agradable entre pinos, hayas y otras frondosas que discurre al principio junto al cauce del río Eriste donde contemplamos en primer lugar las cascadas de la Espigantosa. La senda se alterna con tramos que discurren entre una umbría fresca y otros de arbolado abierto y luminosa, para ir perdiendo densidad conforme llegamos al refugio. Decididamente el sendero es diáfano aunque no está exento del esfuerzo correspondiente para salvar la continua pendiente, los tramos donde aparece la roca y la combinación de rocas con alguna zona encharcada por los manantiales. Aún así es casi un grato paseo.
Al final, ya casi saliendo de la zona arbolada, el refugio se deja ver y su presencia nos indica el trayecto a seguir en un recorrido que siempre fue evidente.
Tras descansar en el refugio proseguimos el camino en dirección norte. Un cartel indicador nos dirige en la dirección del GR-11.2. El paisaje ha cambiado por completo ahora. La senda sigue siendo clara pero ahora discurre desde el comienzo por una zona rocosa en la que hay que ir sorteando los tramos más difíciles con continuos rodeos. Tras este tramo rocoso llegamos a una zona donde la vegetación principal es una pedregosa pradera de alta montaña que se alterna con espacios en que la roca se muestra completamente desnuda.
Al llegar al tramo de GR11.2 que viene del refugio de Estós nos desviamos ligeramente al Oeste y tomamos la dirección al refugio de Viadós. El camino lleva hasta Ibón de Llardaneta en su trayecto hasta Viadós, pero unos 800 mts antes de llegar habremos pasado por un hito que indica el camino a la canal Fonda al que habremos obviado para llegar al ibón.
Al llegar hasta aquí nos alegra ver que aún quedan rincones solitarios en el Pirineo. El ibón resulta una capsula de silencio, que solo el viento y los pájaros rompen para mejorarlo. Un paraíso al que casi nadie se acerca con el afán de llegar a la parte más alta del recorrido.
El camino hasta Viadós continua hacia el oeste, tras franquear el collado de Eriste o la Forqueta.
Un merecido descanso y solaz en sus orillas nos predispone para iniciar el último tramo de nuestro camino, que se inicia con una pequeña subida hasta el arroyo que desciende del Forau de la Neu. Nos adentramos en él por un amplio pasadizo entre laderas para contemplar de izquierda a derecha todo el circo de cumbres que lo rodean: Tucón Royo, Tuca Forau, La Cresta de Espadas, la Tuqueta Roya, el Posets y cerrando, muy cerca de nosotros, las paredes verticales del Diente de Llardana. La visión de este escenario es magnífica. Seguimos solos y solo el viento nos susurra que debemos continuar.
Salimos del Forau sobre nuestros pasos y ahora nos encaminamos en dirección este, bajando la pequeña ladera que habíamos subido. El sendero aquí no es muy claro debido al poco tránsito, pero no importa porque sabemos que trescientos mts más allá esta la subida a la Canal Fonda.
Entramo en ella y comenzamos a andarla en un tramo de pendiente continua que en su parte final se incrementa. En su primer tramo el camino es ligeramente más fácil, después cambia a una senda de tierra y piedras alternativamente que en su tramo final se hace más complicado por el incremento de la pendiente.
Al llegar al collado del Diente tenemos la visión desde arriba del Forau y el circo de montañas que lo rodean.
El último tramo hasta llegar a la cumbre discurre al principio por sendero pedregoso y serpenteante, bastante vertical que requiere un esfuerzo constante para llegar, no sin dificultad, a una cresta final en la que tenemos que hacer alguna que otra trepada, y en la que la sensación de vacio en algún tramo sobre estratos verticales la hacen algo más difícil si se tiene vértigo.
Desde la cumbre las vistas son excelentes: al norte el Valle del Estós con el gran Bachimala y el Perdiguero; al este lo que queda del glaciar del Posets, la pleta de los ibones y al fondo Maladeta, Aneto, Vallibierna,...; al sur las crestas del Forcau y todo el valle que hemos andado hasta llegar aquí; al oeste la Cresta de Espadas y la Tuqueta Roya nos impiden ver el valle de Gistain, y la calima tampoco nos ayuda a identificar bien el Perdido, pero allí están.
Toca ahora reponer fuerzas y regresar a nuestro punto de partida. Nos quedan algunas horas de camino hasta llegar, pero el esfuerzo ha merecido la pena. El camino de vuelta es el mismo y ahora el continuo descenso lo hacen menos penoso, aunque no hay que descuidar el paso por la naturaleza del terreno que pisamos, muy propensa a resbalones.
Para Antonio ha sido un día especial: es su primer tres mil. Para mí una satisfacción que siempre lo recuerde haciéndolo juntos.
Hemos hecho una ruta preciosa con alguna variante que le dan ese picante alternativo a la rutina de subir y subir cumbres sin más. Os invito a hacerla y a disfrutarla. No os defraudará.
Si estás en Pirineos quizá alguna de estas rutas puedan ser de tu interes:
https://es.wikiloc.com/rutas-alpinismo/monte-perdido-desde-el-puente-de-bujaruelo-65127611
https://es.wikiloc.com/rutas-alpinismo/aneto-de-sur-a-norte-84870057
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/gorges-de-caranca-caminar-sobre-el-agua-140894178
https://es.wikiloc.com/rutas-alpinismo/ordesa-tres-balcones-94188161
Si hay algo realmente encantador de esta montaña es la relativa tranquilidad que posee.
Es el eterno segundón que perdió ante el primero y que, a diferencia de su hermano mayor el Aneto, carece de la masificación de este y de su hermano menor el Monte Perdido.
Sin perderle la cara a lo que significa un tres mil, el Posets es una montaña accesible y con pocas dificultades técnicas para su ascensión. El invierno todo lo cambia y la presencia de nieve requiere técnicas, y un esfuerzo suplementario nada desdeñable, que no podemos obviar si hacemos este camino.
Hasta hace muy pocos años los neveros de la Canal Fonda seguían siendo una dificultad añadida para su ascenso. La evidente subida de temperaturas ha hecho que su deterioro sea implacable y la ausencia de la nieve y el hielo hace más “asequible” su ascenso, si se puede considerar así a los más de 8 kilómetros de distancia, y más de 2000 mts. de desnivel que desde el aparcamiento de la Espigantosa tenemos que superar para llegar a la cúspide.
Conociendo estos parámetros decidimos madrugar para hacer cumbre en la misma jornada. Alternativamente se puede hacer en dos jornadas, siendo lo más habitual el pernoctar en el refugio Ángel Orús. La calificación de Difícil viene dada precisamente por lo largo del recorrido y por el gran desnivel que tiene.
Hay que tener en cuenta que en época veraniega el acceso con vehículos particulares está restringido, por lo que hay que coger un transporte público. Existe en una parada de bus junto al camino de subida. Está unos 150 mts saliendo de Eriste en dirección Benasque, tras pasar el embalse de Linsoles y la central hidroeléctrica. Se puede subir andando desde este mismo cruce con la carretera, aunque el recorrido se incrementa en algo más de 6 kilómetros, y la consiguiente pendiente, por una carretera amplia donde escasea la sombra.
Desde el aparcamiento de la Espigantosa, que es donde iniciamos el recorrido, el camino discurre por un sendero claro y bien señalizado hasta la llegada al refugio Ángel Orús. En poco más de 3,5 kilómetros llegaremos a él tras salvar un desnivel de 600 mts.
Es un paseo agradable entre pinos, hayas y otras frondosas que discurre al principio junto al cauce del río Eriste donde contemplamos en primer lugar las cascadas de la Espigantosa. La senda se alterna con tramos que discurren entre una umbría fresca y otros de arbolado abierto y luminosa, para ir perdiendo densidad conforme llegamos al refugio. Decididamente el sendero es diáfano aunque no está exento del esfuerzo correspondiente para salvar la continua pendiente, los tramos donde aparece la roca y la combinación de rocas con alguna zona encharcada por los manantiales. Aún así es casi un grato paseo.
Al final, ya casi saliendo de la zona arbolada, el refugio se deja ver y su presencia nos indica el trayecto a seguir en un recorrido que siempre fue evidente.
Tras descansar en el refugio proseguimos el camino en dirección norte. Un cartel indicador nos dirige en la dirección del GR-11.2. El paisaje ha cambiado por completo ahora. La senda sigue siendo clara pero ahora discurre desde el comienzo por una zona rocosa en la que hay que ir sorteando los tramos más difíciles con continuos rodeos. Tras este tramo rocoso llegamos a una zona donde la vegetación principal es una pedregosa pradera de alta montaña que se alterna con espacios en que la roca se muestra completamente desnuda.
Al llegar al tramo de GR11.2 que viene del refugio de Estós nos desviamos ligeramente al Oeste y tomamos la dirección al refugio de Viadós. El camino lleva hasta Ibón de Llardaneta en su trayecto hasta Viadós, pero unos 800 mts antes de llegar habremos pasado por un hito que indica el camino a la canal Fonda al que habremos obviado para llegar al ibón.
Al llegar hasta aquí nos alegra ver que aún quedan rincones solitarios en el Pirineo. El ibón resulta una capsula de silencio, que solo el viento y los pájaros rompen para mejorarlo. Un paraíso al que casi nadie se acerca con el afán de llegar a la parte más alta del recorrido.
El camino hasta Viadós continua hacia el oeste, tras franquear el collado de Eriste o la Forqueta.
Un merecido descanso y solaz en sus orillas nos predispone para iniciar el último tramo de nuestro camino, que se inicia con una pequeña subida hasta el arroyo que desciende del Forau de la Neu. Nos adentramos en él por un amplio pasadizo entre laderas para contemplar de izquierda a derecha todo el circo de cumbres que lo rodean: Tucón Royo, Tuca Forau, La Cresta de Espadas, la Tuqueta Roya, el Posets y cerrando, muy cerca de nosotros, las paredes verticales del Diente de Llardana. La visión de este escenario es magnífica. Seguimos solos y solo el viento nos susurra que debemos continuar.
Salimos del Forau sobre nuestros pasos y ahora nos encaminamos en dirección este, bajando la pequeña ladera que habíamos subido. El sendero aquí no es muy claro debido al poco tránsito, pero no importa porque sabemos que trescientos mts más allá esta la subida a la Canal Fonda.
Entramo en ella y comenzamos a andarla en un tramo de pendiente continua que en su parte final se incrementa. En su primer tramo el camino es ligeramente más fácil, después cambia a una senda de tierra y piedras alternativamente que en su tramo final se hace más complicado por el incremento de la pendiente.
Al llegar al collado del Diente tenemos la visión desde arriba del Forau y el circo de montañas que lo rodean.
El último tramo hasta llegar a la cumbre discurre al principio por sendero pedregoso y serpenteante, bastante vertical que requiere un esfuerzo constante para llegar, no sin dificultad, a una cresta final en la que tenemos que hacer alguna que otra trepada, y en la que la sensación de vacio en algún tramo sobre estratos verticales la hacen algo más difícil si se tiene vértigo.
Desde la cumbre las vistas son excelentes: al norte el Valle del Estós con el gran Bachimala y el Perdiguero; al este lo que queda del glaciar del Posets, la pleta de los ibones y al fondo Maladeta, Aneto, Vallibierna,...; al sur las crestas del Forcau y todo el valle que hemos andado hasta llegar aquí; al oeste la Cresta de Espadas y la Tuqueta Roya nos impiden ver el valle de Gistain, y la calima tampoco nos ayuda a identificar bien el Perdido, pero allí están.
Toca ahora reponer fuerzas y regresar a nuestro punto de partida. Nos quedan algunas horas de camino hasta llegar, pero el esfuerzo ha merecido la pena. El camino de vuelta es el mismo y ahora el continuo descenso lo hacen menos penoso, aunque no hay que descuidar el paso por la naturaleza del terreno que pisamos, muy propensa a resbalones.
Para Antonio ha sido un día especial: es su primer tres mil. Para mí una satisfacción que siempre lo recuerde haciéndolo juntos.
Hemos hecho una ruta preciosa con alguna variante que le dan ese picante alternativo a la rutina de subir y subir cumbres sin más. Os invito a hacerla y a disfrutarla. No os defraudará.
Si estás en Pirineos quizá alguna de estas rutas puedan ser de tu interes:
https://es.wikiloc.com/rutas-alpinismo/monte-perdido-desde-el-puente-de-bujaruelo-65127611
https://es.wikiloc.com/rutas-alpinismo/aneto-de-sur-a-norte-84870057
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/gorges-de-caranca-caminar-sobre-el-agua-140894178
https://es.wikiloc.com/rutas-alpinismo/ordesa-tres-balcones-94188161
Waypoints
Car park
0 ft
Inicio de la ruta
Fountain
0 ft
Manantial.
Wilderness hut
0 ft
Cabaña/refugio
Fountain
0 ft
Manantial.
Bridge
0 ft
Puente de la Espigantosa
Comments (7)
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Espectacular Paco, te vas a hacer el Rey de los Pirineos. Muy bien contado y muy bien descrito con esas fotos tan bonitas. Entiendo que quieras ir allí todos los años, es precioso.
Gracias Malpaso.
Tengo dos asignaturas pendientes en Pirineos.
Una es compartir senda y charrada con grosin, a quien le he dedicado la ruta.
La otra es llevarte a la tierra de mis abuelos. Esta es más difícil, pero se que lo lograré
Un abrazo.
Preciosa ruta, la descripción en una verdadera guía y las fotografías muy bonitas, es un placer poder leerlo y de disfrutarlo desde el sillón. Muchísimas gracias por compartir. Un abrazo.
Gracias por tus palabras Pelchas.
Tú conoces el Pirineo y sabes lo precioso que es. A ver si entre los dos empujamos al maestro Malpaso para que de uno bueno en esa dirección.
Un abrazote.
Dan ganas de ir a hacerlo leyendo la descripción. La próxima vez que lo intente buscaré también la Cresta de las Espadas, a consta de hacerlo en un par de días. Las fotografías son muy bonitas.
Un abrazo.
Gabilondo.
Muchas gracias Gabi Londo.
Nos quedamos con las ganas de rematar hace tres años y tendremos que ir.
La cresta de Espadas ⚔️ es un plus magnífico. Volveremos
Un abrazo 🫂
Una pasada