Pico Robiñera (3003m) desde la borda Brunet (Pirineo Aragonés)

Ésta es la primera vez que voy a Pirineos y también la primera que hago un 3000. Supuestamente esta montaña es uno de los tres miles mas asequibles de los Pirineos, quizás por ser uno de los que menos desnivel hay que superar con respecto al punto de inicio. Desconozco como serán los demás, pero ésta de asequible no tiene nada, al menos a manos y piernas inexpertas como las mías.
Ésta ruta la hice con el club de montaña Artarrai, junto con 29 compañeros, habiendo gente de todo tipo de niveles y experiencia (todos ellos físicamente bien preparados).

Antes de comentar paso a paso el recorrido, explicaré por qué he decidido catalogarlo como "Difícil".
1-Por el gran desnivel a superar (mas de 1350m +y- con una pendiente muy elevada en gran parte de la ruta)
2-Por el tipo de terreno a superar (mucha roca y piedra suelta y una enorme pedrera de 1km hasta la cima, sin incluir el hecho de que éste año ha nevado muchísimo y aun por éstas fechas queda mucha nieve).
3-Por las dificultades técnicas, tanto para subir por la pedrera, especialmente en los tramos finales donde hay zonas aéreas, como por la nieve (con crampones y piolets) y especialmente para bajar, porque el riesgo de resbalón o caída, torcedura o peor es muy elevado.

Ahora bien, como es obvio cada persona tiene su preparación y experiencia, y no a todos este tipo de rutas o montañas les parece complicado.
-Para aquellos que estén muy acostumbrados a caminar por alta montaña, haya el terreno y desnivel que haya, ésta ruta les seria de nivel FÁCIL.
-Para aquellos que hayan pateado en alta montaña pero sin ir mucho por este tipo de pedreras o neveros, el nivel sería de MODERADO.
-Para aquellos que no hayan ido nunca o casi nunca por alta montaña y estén poco o nada acostumbrados a terrenos y desniveles de éste calibre (como es mi caso), lo catalogo de DIFÍCIL-MUY DIFÍCIL.


Dejamos las furgonetas en una campa situado en la borda de Brunet. Para llegar a la campa nos dirigimos a la localidad de Parzán y después accedemos por una pista que pasa por el pequeño municipio de Chisagüés, que en general está en buen estado salvo por los numerosos badenes y socabones que hacen que tengamos que ir con cuidado. La pista es apta para todo tipo de vehículos sino fuese por los mencionados baches o barranqueras que hay, así que lo mejor es llevar un vehículo con suspensión elevada, para no rozar o golpear con el suelo.

Una vez en la campa disfrutamos de una excelente vista del paisaje, con el monte Comodoto a la izquierda y a la derecha distinguimos la cima de nuestro objetivo, el Pico Robiñera.
Tras caminar un par de kilómetros pista arriba llegamos al llano o fuente de Petramula (solo está permitido el paso a vehículos 4x4 desde la borda hasta aquí).

Ahora seguimos en dirección a La Munia, haciendo caso a una señal que indica "Glaciar La Munia". Ascendemos en suave pendiente por un sendero donde veremos numerosas cascadas cuyas aguas provienen de los ibones de La Munia y del deshielo de la nieve de las zonas elevadas.
Justo antes de empezar la ascensión mas exigente, tendremos que atravesar un caudal con bastante agua, que pasamos sin problemas gracias a varias rocas situadas en medio del riachuelo.

Mas adelante pasamos al lado de otra cascada y seguimos ascendiendo, ya en fuerte pendiente, hasta llegar primero a la parte alta del Barranco de Clot y luego al collado de Las Puertas, donde giraríamos a la izquierda para ir a los ibones de La Munia o a la derecha para ir hacia el Robiñera. Aquí podemos disfrutar de una majestuosa panorámica con el monte Comodoto, el macizo del Cotiella, los paredones de Pineta y el collado de Añisclo entre otras cimas.

A partir de este collado es donde empiezan las complicaciones, tanto sin nieve (el sendero ya no es cómodo ya que la presencia rocas y piedras es constante) como, en nuestro caso, con nieve. Tenemos que atravesar varios neveros con nieve blanda y resbaladiza, así que caminando con paso firme, mirando por donde pisamos y siguiendo las huellas que van dejando nuestros compañeros, avanzamos hasta llegar a la parte baja de la ladera del Pico Robiñera.
Aquí paramos y sacamos los crampones y piolets, ya que nos espera mas de 500m de desnivel de fortísima pendiente a través de la nieve y la pedrera. Desconozco como sería el ascenso por aquí estando seco, pero con nieve, el primer tramo tenemos que ir ladeando por un estrechísimo paso, sin margen de error, para luego girar a la izquierda y encarar recto y sin pérdida alguna, la dura pedrera hasta la cima.

Mientras ascendemos, comienzan a surgir los primeros problemas y bajas. Había compañeros que, quizás por el mal de altura, la deshidratación u otros motivos, se mareaban y no podían continuar.
Una vez hecho ¾ partes del ascenso de la ladera, dejamos atrás la nieve y nos topamos con la caótica pedrera. Aquí guardamos los crampones y piolets y ascendemos con mucho cuidado.

Estamos ya muy cerca de la cumbre y accedemos a la arista cimera por una zona aérea con pasos algo estrechos donde hay que hacer unas pequeñas trepadas.
Finalmente, llegamos a una antecima situada en la cresta del Pico Robiñera (3003m), donde vuelve a hacer aparición la nieve (una pena que casi todas las fotos en las que había nieve al lado las saqué con una opción de cámara errónea, y el color me salió demasiado blanco, brillante, antinatural, sin textura. No me acordé de modificar el tipo de opción para aquella ocasión. Las fotos podrían haber sido de mas calidad, pero bueno, mejor eso que nada).

Avanzamos unos metros hasta llegar a una zona rocosa, donde decidimos parar y dar por finalizada la ascensión. Oficialmente la cima está un poco mas adelante pero por consejo de nuestro guía, lo mejor era quedarse atrás y no atravesar ese último trozo, una depresión repleta de nieve que no aparentaba ser peligrosa, pero que en caso de error o resbalón, la caída significaría el fin. Lo mejor era no arriesgar, además no había que subir mas altura, el cresterío entero es casi de la misma altitud, no hacia falta tomar riesgos innecesarios.

Las vistas desde la cima son acojonantes, absolutamente maravillosas, descomunales, preciosas; la cara norte del Monte Perdido, el Pico Cilindro, el collado de Añisclo, las Tres Marías, Astazous, el macizo de la Munia… Más lejos pero bien visible el Vignemale e incluso la gran Facha y el Balaitous, el macizo de Posets y Bachimala, etc.

Tras un largo parón para descansar, comer algo y disfrutar de las vistas, volvemos a poner los 5 sentidos listos e iniciamos el descenso. Si ya fue complicado subir, mas aun bajar, aunque he de reconocer que descender por la pedrera inicial fue mas “sencillo” de lo que esperaba. Por consejos de alguno de mis compañeros, lo ideal era deslizarse lentamente sobre las piedras, hacia un lado y otro, manteniendo el equilibrio claro.

El problema mas gordo iba a empezar tras volver a la nieve. Durante el día hizo buena temperatura, mucho sol y la nieve estaba en ese momento aun mas blanda y resbaladiza, y además empezaban a surgir riachuelos por el deshielo en el camino. Volvimos a ponernos los crampones y los piolets a mano y descendimos.

Tuvimos varios incidentes durante la bajada; numerosos resbalones, deslizamientos, por fortuna breves, como fue en mi caso, aunque también los hubo mas largos en un tramo de descenso lateral, que por fortuna no fue a mas aunque nos llevamos un susto importante; casualmente dicha persona no llevaba piolet a mano (unos pocos no llevábamos piolets ni sabíamos usarlos, me incluyo).

Mas adelante, llegamos al collado de Las Puertas y dejamos atrás la nieve y la pedrera. Ya solo nos quedaba volver a la campa por el sendero inicial, sin antes llevarnos otra pequeña sorpresa; el caudal que había abajo había aumentado y tuvimos que buscar mas a fondo la forma de cruzarlo.
Finalmente, tomamos la pista que conecta Petramula con la campa y Chisagüés y damos por finalizado esta preciosa pero (en mi opinión) complicada ruta.