Pico Russell (3.206m) desde el embalse de Llauset – 12/8/23

El Pico Russell, que se encuentra en el extremo sureste del cordal Maladeta-Aneto, es una de esas montañas del Pirineo con altitud superior a los 3.200 metros, pero no de las más visitadas. Lógicamente, gran “culpa” de esto tiene el sector donde se encuentra, con el Aneto a escasos 2 kilómetros y eclipsando totalmente a otras montañas también muy bonitas que se encuentran alrededor.

Comenzamos a andar en el embalse de Llauset, casi a 2.200 metros de altitud, con la ventaja que esto da, teniendo que salvar “solo” un desnivel de algo más de 1.000 metros. En todo caso, en la ruta nos salieron finalmente más de 1.200 metros, ya que hay algún sube/baja en el recorrido.

Lo malo de comenzar la ruta en este punto es que hay que ir hasta allí en coche y la carretera no es que sea muy buena…
Del túnel de Viella, bajando en dirección sur, a pocos kilómetros hay un desvío a mano derecha que sube hacia el Pueblo de Aneto. La carretera va cogiendo altura rápidamente, aunque los primeros kilómetros están asfaltados y se circula sin problemas. Pero en la parte alta, en una curva a derechas se acaba el asfalto y comienza la pista de tierra. Serán dos o tres kilómetros, pero se hacen muy largos; realmente, se puede subir en coche, pero el firme está en malas condiciones. Justo antes de llegar al embalse, tras un giro a izquierdas, se atraviesa un túnel (que casi parece una cueva) que nos deja en el parking. Sorprende ver al llegar que haya tantos coches allí (vimos alguno con pinchazo, que no es de extrañar).

Con el alivio de haber llegado con la furgoneta sana, comenzamos a andar bordeando el embalse por la derecha, por su lado norte (sendero balizado); hay que alcanzar el extremo oeste del mismo, girar a la derecha y comenzar a subir en sentido norte hacia el refugio Cap de Llauset.
Antes pasamos por el ibón de Botornás. Tras alcanzar y superar el refugio, que lo dejamos a nuestra derecha, giramos a la izquierda en busca de la collada de Vallibierna, ya a una altitud considerable (2.729m).

En el collado cambiamos de vertiente y se nos abrieron nuevas vistas hacia el norte-noroeste. Hay que prestar atención en este punto, ya que no hay que seguir por el sendero principal (GR-11) que desciende el collado hacia el noroeste; nosotros, en cambio, giramos a la derecha siguiendo los hitos y por un sendero poco marcado, flanqueando el Pico Cap de Llauset por su cara oeste.
Es un terreno inestable y abrupto, pero se pasa mejor de lo que parece. En poco tiempo llegamos al Collado de los Bucardos o dels Isards. Enfrente tenemos el Pico Russell y a nuestra derecha, en el valle, el Ibon de la Cap de la Vall.

Aunque hicimos unos pocos metros por la arista, enseguida nos bajamos de la misma hacia la derecha yendo en dirección a otros ibones más pequeños.
Pasamos cerca de ellos y buscando la pared sureste de la montaña (terreno de rocas grandes y canchales, a ratos algo incómodo) dimos con la entrada de una canal que, sorprendentemente, surca la muralla que desde lejos parecía infranqueable. Es una canal que sube en diagonal, de derecha a izquierda, y apenas tiene dificultades (alguna trepada sencilla y algún tramo vertical e incómodo por la pedrera).

Dicha canal nos dejó casi en la antecima sudeste de Russell. Solo faltaba una trepadita hacia la derecha desde el collado donde desemboca la canal y los últimos metros por la cresta ancha y con escasa pendiente.

Al llegar a la antecima pensábamos que estábamos en la cima principal, porque parece que la que se encuentra unos metros más al noroeste es algo más baja. Por si acaso, coronamos también esta segunda. Aquí cometimos el error de intentar ir por la misma arista, pero no es fácil el terreno: al principio tiene tramos estrechos y con precipicio a ambos lados, pero más adelante se complica mucho la cosa; dimos la vuelta y fuimos por el sendero habitual, que se encuentra en el flanco suroeste de la cresta.

Tras volver a casa miré cual es la cima principal de esta montaña y curiosamente es la segunda, la que está más al noroeste. Y todavía otra cosa más rara: Es la cima principal sin ser la más alta, ya que la antecima sudeste tiene algún metro o algunos centímetros más de altitud, como nos había parecido a nosotros sobre el terreno.

Descansamos algo en la cima, sobre todo disfrutamos de las vistas y sin mucha demora comenzamos el camino de vuelta.

Sobre la marcha se nos ocurrió que podríamos volver por otro camino, ya que nos había llamado la atención el ibón de la Cap de la Vall y queríamos pasar por él.
La primera parte del descenso es común a la subida, hasta la base de la canal; que, por cierto, en la bajada parece más vertical.

Desde allí fuimos en busca del ibón, sin sendero claro a ratos, pero intentando seguir los hitos. Como habíamos intuido desde arriba, el Estany de la Cap de la Vall nos pareció muy bonito. Lo rodeamos por su extremo nordeste y conectamos de nuevo con el sendero balizado.

Yendo en sentido sur, pasamos por el Col de Estany Negre y el collado de los Ibones. Toda esta zona es muy bonita, con vistas a uno y otro lado y con muchos ibones en los valles.
En el Collado de los Ibones giramos a la derecha y bajamos al refugio de Cap de LLauset, siendo el recorrido a partir de ahí el mismo que el de ida.

No nos dimos cuenta de que podíamos haber bajado por la otra vertiente y conocer otros rincones sin alargar la ruta: bajando al Estany Cap de Anglios, pasando por el Estany de Ubaga, el collado de Anglios y descenso al punto inicial. Es una pena, porque parece una zona preciosa; pero se queda para otra ocasión.

Se trata de una ruta bonita; técnicamente no tiene muchas dificultades, pero hay tramos donde hay que ir con precaución; por otro lado, no es tampoco un recorrido demasiado exigente físicamente, con sus 15 kilómetros y 1.200 metros de desnivel. Merece la pena el esfuerzo porque la recompensa es grande, en un entorno espectacular.

Lo peor, sin duda, es el acceso en coche al embalse.