Pico Torres (2.104 m) por la Ventanona desde el Puerto de San Isidro

La Sorpresa
Estaban mis meniscos protestando El Cuchillar y su preciosa cima (Peña Rueda) del día anterior bajo un sol de justicia, aunque nunca he sabido porque se confunde la justicia con los cojones que es lo que realmente hacía, pero una buena montañera (gracias Chelo) me había comentado un pico cerca del Puerto de San Isidro, que con un desnivel inferior a 700 m y menos de 10 km me pareció el paseo perfecto para disfrutar de la montaña y “pisar unos cuantos praos”.

Así que tras aparcar en La Raya y tomar un par de cafés esperando a ver si se aclaraba el día, cosa que finalmente sucedió quedando un tiempo estupendo, empezamos a andar por la carretera en dirección León hasta que vemos una portilla a nuestra izquierda tras la que empieza un camino que si somos hábiles no nos abandonará hasta la cima del Pico Torres de 2104 m, y os garantizo que es un pico, no es una montaña, ni una peña, es un pico con las cuatro letras.
El camino va vadeando un pequeño río, Isoba creo que se llama, en ocasiones entre un “escoberío” un poco cansino pero que se pasa sin ningún problema, y va cayendo al N-NO, mientras que van atisbando entre la bruma el Valverde y el Torres, y yo pensaba…espero que no sean esas porque yo ahí no llego ni de coña….
Pero sí, era el Pico Torres; en realidad un montañero que se precie de tal no podía haber dudado porque no hay otro en las cercanías, pero será el deterioro cognitivo propio de la edad o el canguelillo que me dio semejante picacho (guiño) pero la verdad es que lo dudé.
Tras haber paseado dos kilómetros y medio llegamos a la majada Torres, con el típico poste de metal con sus pinturitas para la nieve, y desde donde vemos ya muy bien La Ventanona, que de lejos son como unas almenas, pero que tras llegar al collado después de una ascensión aceptable nos apabulla con la primera sorpresa. Esa ventanona es una maravilla geológica que para un “anorante” (guiño) es tan incomprensible como el acueducto de Segovia, con sus sillares milagrosamente ajustados y hasta la clave en la parte superior,¡asombroso!
De aquí sale un camino que va ascendiendo al Torres, pero…¡ay!, lo que yo pensé iba a ser un paseíto con algo de pendiente se convirtió en camino de tierra con alguna trepada y pésimos agarres y una estupenda caída de 200 m a nuestra derecha o espalda, o con pasos de no más de 50 cms donde habrá que poner la bota con mucho tiento. Sin vértigo, con experiencia, y mucho sosiego, y sin nerviosismo, se pasa bien; sino, no lo recomendaría.
Hacemos cumbre con el consiguiente subidón y disfrutamos de la panorámica que nos otorga este peculiar Pico, conocido como uno de los guardianes del Puerto de San Isidro (el otro es el Toneo de 2091 m y que vemos al Sur).
Mucha niebla entrando por los puertos de Cotorgán, así que en nada iniciamos el descenso al Collado Valverde (creo que conozco al menos 5 collados Valverde); para ello desandamos un poco nuestros pasos y en seguida (unos 20 m) vemos un colladín a nuestra izquierda con su senda y todo y que nos llevará hasta abajo. Esta senda se acaba convirtiendo en camino de piedras y tierra , en alguna zona con pendiente de más del 50% , lo que predispone a la consabida culada. Dado que el collado se ve bien, se puede descender algo más al sur; la pendiente es la misma, pero es matorral bajo y no resbala. Para gustos…
Desde el collado Valverde, entre el Pico Torres y el Pico Valverde, si miramos al Este ya vemos el camino que ladeando nos lleva a otro collado, que bien podría interpretarse como el extremo Este del collado Valverde.
De aquí a La Raya es un lindo paseo sin ninguna dificultad; en mi caso siendo muy difícil no volverme constantemente algo emocionado para seguir viendo este Pico que tan feliz me ha hecho y que tan amable ha sido conmigo. Sólo me queda darle las gracias