Pradera de Ordesa - Senda de los Cazadores - Refugio Goriz - Monte Perdido ( 3.348 m ) - Pradera de Ordesa.

Pradera de Ordesa - Senda de los Cazadores - Refugio Góriz - Monte Perdido ( 3.348 m ) - Circo de Soaso - Cascadas - Pradera de Ordesa.

Es una ruta muy cañera y bastante dura, sobre todo si se va con casi veinte kilos a la espalda.
Llevaba unos años con muchas ganas de hacerla y por fin nos hemos decidido.
Ruta recomendada a los que les guste la buena montaña y las distintas trepadas del camino.
Tengo que decir que el desnivel positivo que marca Wikiloc no es correcto, porque fueron 2.986 m.
Para esta ruta conté con la compañía de David, Alvaro, Carla y Germán.

Descripción de la ruta:

Salimos de Madrid a las cinco de la mañana y llegamos sobre las diez a Sarvisé, donde teníamos contratados los alojamientos.
Decidimos madrugar mucho (4,45) para intentar coger el primer autobús hacia Torla que salía a las 6:00.
Fueron muchos los montañeros que pensaron lo mismo que nosotros, y no hubo posibilidad de coger sitio en los dos primeros autobuses. Agosto es un mes complicado por la gran cantidad de gente que busca el objetivo del Perdido. Nos tuvimos que conformar con el tercero que salía a las 6:45.
Iniciamos la ruta desde el aparcamiento, desviándonos del camino normal a Cola de Caballo siguiendo las indicaciones de la Senda de los Cazadores y la Faja de Pelay.
La subida hasta el Refugio y Mirador de Calcilarruego es dura y parece no tener fin.
Desde el mirador hasta la Cascada Cola de Caballo es suave, con pequeñas subidas y bajadas. Las vistas son impresionantes durante todo el recorrido.



Cuando llegamos a la bonita cascada, nos tomamos un tiempo para relajarnos, hacer unas fotos y meter los pies unos minutos en el agua, para relajarlos un poco.



Como el tiempo se nos había echado encima decidimos buscar una buena sombra situada debajo de las Clavijas de Soaso, en una especie de cueva y comer algo. Algunos incluso pudimos dar una cabezadita.
Tras un descansito iniciamos la marcha subiendo por Las Clavijas de Soaso



En 1h,30m llegamos al Refugio de Góriz.
Cuando llegamos, aquello parecía un mercado, por la gran cantidad de personas y tiendas que ya había, y muchas más que se fueron acercando a lo largo de la tarde.



Hicimos la reserva de las cenas, desayunos y sobre todo alquilamos unas taquillas para guardar todo el material y realizar el ascenso al Perdido con una pequeña mochila de ataque.
La noche fue demencial. No recuerdo a qué hora empezaron a caer las primeras gotas, con viento fuerte, rayos y truenos sobre nuestras cabezas. Las gotas se convirtieron en granizo y caía tan fuerte que las tiendas de mis compañeros Alvaro y David no aguantaron, y tuvieron que buscar sitio en el refugio para poder guarecerse.
Resumiendo, no dormimos un carajo en toda la noche. El refugio era incapaz de acoger a tanta gente, ya que lo mismo ocurrió con otras muchas tiendas.
La mía, aun sin la protección, aguantó y no entró agua, pero la humedad en el interior de la tienda era evidente.
Al amanecer desayunamos y nos pusimos en marcha hacía nuestro objetivo final Monte Perdido.
En la primera etapa fueron 1.600 m de desnivel en unos 16 Km, pero en esta segunda eran 1.300 m en poco más de 4 km. Tenemos que salvar distintos desniveles, con unas cuantas trepadas hasta alcanzar el que se conoce como Lago Helado, que en estas fechas ya no lo está.
Alcanzado el lago ya tendremos a nuestra derecha la temida Escupidera. Antes de llegar a la pedrera, tendremos varias trepadas curiosas.
Una vez en la pedrera el camino es en zetas, pero al ser piedras pequeñas por cada paso que das, retrocedes dos.



En invierno con hielo, la Escupidera requiere de mucha atención para evitar accidentes, ya que son casi 400 m de caída hasta el lago.
Cuando alcanzamos el collado anterior a la cima, las vistas son espectaculares hacia la vertiente francesa.
Después de un descanso para recuperarnos del esfuerzo de la pedrera, seguimos el camino algo más suave hasta llegar a la cima de Monte Perdido, con sus 3.348 m.



Las vistas desde el pico son un espectáculo.
Tras comer algo disfrutando de las vistas y las fotografías de rigor, comenzamos la bajada. Hasta el collado no implica problemas, pero el primer tramo de pedrera los culetazos son algo habitual. Nuestros compañeros David y German, corredores de montaña, decidieron bajar casi todo el camino de regreso al refugio de Goriz corriendo. Así iban entrenándose para la próxima carrera en la Sierra de Bejar.
Cuando llegamos al refugio, comimos, cargamos con todo el material y seguimos el camino normal de vuelta hacia la cascada Cola de Caballo. Alvaro y David decidieron bajar por las Clavijas de Soaso y tardaron más tiempo que nosotros. No es lo mismo subir que bajar por ellas.
El camino por el valle paralelo al rio Arazas es una pasada.



Las Gradas de Soaso, las Cascadas de la Cueva, la del Estrecho y la de Arripas espectaculares.
Quizás la última parte del recorrido se hace un poco pesada y la pradera parece no llegar nunca. Menos mal que los arboles dan bastante sombra, lo que se agradece con estos días de tanto calor.
Terminamos la ruta sin novedad, que es lo que se pretendía y disfrutar de un entorno envidiable y bello. Después cenita y fiesta con música en directo. Que más se puede pedir.
La anécdota de la ruta fue la granizada en Goriz, pero disfrutamos y todo salió genial.

Gracias compañeros por compartir conmigo estos maravillosos dos días de montaña.
Sois estupendos y unos grandes campeones.
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