SIERRA DE LA PANDERA - CUEVA DE LA HOYA

Tiempo en movimiento: 5 h 26'.

Realicé el tramo circular en sentido antihorario.

A menos de 5 km yendo de Los Villares a Valdepeñas de Jaén por carretera de montaña está la Urbanización la Pandera y, ya teniéndola a nuestra izquierda, hemos de estar atentos a un ensanche a nuestra derecha donde aparcamos nuestro vehículo.

Antes de pasar a describir la ruta he advertir que sí es posible ahorrarse algo más de dos km de ida y otros tantos de vuelta del tramo lineal del itinerario pues éste, hasta 100 postreros metros terrosos antes de la localización "Aparcamiento", está constituido por un estrecho carril hormigonado. Algunas rampas son duras. Para el que lo desconozca supone un acto de valentía afrontarlo con un vehículo que no sea 4 x 4, pero reincido que es posible. Yo no me atreví y aparqué, abajo, en el ensanche de la carretera.

Pues tal y como acabo de advertir yo comencé en la carretera por tal carril hormigonado. A unos 600 metros existe una baliza con pinta de no haber sido usada en mucho tiempo.

Pasamos algún que otro cruce y llegamos a esos 100 metros terrosos antes de un ensanche del camino donde pueden aparcar máximo tres coches.

Ahora el camino está algo deteriorado y en unos 200 metros alcanzamos una senda en una encrucijada, senda que nos lleva a un nuevo cruce en un collado. Obviamos, aquí, la señalización y vamos en busca de una alambrada que nos quedará a la derecha hasta que aboquemos a la cuerda de la Sierra de la Pandera. Algunas rampas son recias y aprovecharemos, cuando aparezcan, diversos pasos de ganado que alivien nuestra ascensión.

Ye en la antena gozamos de las excelentes vistas y, acto seguido, nos dirigimos al vértice geodésico atravesando una desmantelada base militar.

Continuando la cuerda podemos seguir a un alto con buenas vistas del Embalse del Quiebrajano. Hay una caseta de vigilancia allí. Yo no fui y, en un collado, topé con una senda que atajé sin querer y que perdí en un pinar y recuperé en un barranco.

El sendero sigue brevemente por el barranco, se separa algo de él y lo cruza más abajo. Poco después hay un cruce de sendas. Si tomáramos la de la derecha podríamos ascender a Peña Blanca, pero nosotros seguimos por la principal, de la que nos desviamos para, monte a través y estrecha suerte de veredilla, visitar la Cueva de la Hoya.

Regresamos a la senda y a pocos metros de un cortijo ruinoso ganamos un carril que nos deja muy cerca del collado y del tramo lineal. Sólo resta acabar la jornada por trayecto conocido.