Subida al Cueto Ancino

Pase de diapositivas:

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Descripción de la Ruta:

Cueto Ancino, Huevo de Nocedo o “el pequeño K2 leones”, un mismo nombre para un pequeño pico que con sus 1.734 m. no deja indiferente al viajero cuando circunda “El Río del olvido” antes de adentrarse en las Hoces de Valdetejera. Volvemos a la zona del Río Curueño para ascender otro clásico de la montaña leonesa. Atrás hemos dejado la ruta hecha por la mañana: Cresteando por las Hoces de Vegacervera y con el cambio de horario de invierno, nos deja ya pocas horas de sol por las tardes, lo que nos obliga a realizar la ruta mas rápido de lo que solemos hacer sin apenas poder hacer paradas para sacar fotos y documentar gráficamente la ascensión.

La ruta elegida para la ascensión es por su cara norte, poblada con un hermoso hayedo que primero rodearemos para hacer una subida con menos pendiente y el cual atravesaremos en el descenso para acortar camino. Comenzamos en las Majadas del Caserío, un conjunto de casas que se encuentra pasada las Hoces de Valdetejera en la margen derecha según ascendemos por el río. Cogemos el camino que sale del Caserío y discurre paralelo al Arroyo de Fito y que asciende hasta la collada del Fito pero que abandonaremos antes de llegar a él para ascender a las praderas que hay encima del hayedo. Desde ahí nos vamos acercando al cordal de la montaña dejando el Alto de la Campayagua a nuestra izquierda y donde el terreno se va convirtiendo en pasos de roca caliza y se va poniendo más pindio. Llegamos a la canal pedregosa que usaremos para la vuelta para bajar al hayedo y donde dejamos los palos ya que a partir de aquí nos van a estorbar mas que ayudar porque vamos para la cumbre la cual se ha de hacer por pasos y canales estrechas bien marcadas por la roca y en la que la trepada será continua. Conseguimos llegar a la cumbre con el tiempo echado lo que hace que apenas podamos disfrutar de las bellas panorámicas que ofrece la cima y con la intención de que no nos pille la noche antes de llegar al hayedo para poder salvar el fuerte descenso que nos espera, salimos rápidamente de la cumbre pero sin dejar de extremar las precauciones que las prisas tampoco son buenas. Conseguimos alcanzar ya el hayedo metida la noche por lo que toca sacar la linterna que siempre llevo en la mochila y que hasta ahora no había utilizado y cruzamos el hayedo a la luz de la linterna por lo que no puedo apreciar la belleza de éste. Hacemos una bajada directa hasta encontrar un camino que atraviesa el hayedo y el cual seguiremos hasta volver al punto de partida.

Ésta ha sido mi primera ruta nocturna, que aunque en un principio me daba mucho respeto, al final la experiencia ha sido muy interesante. Lo único que me arrepiento es no poder haber estado mas tiempo en la cumbre ya que sin esperarlo descubrimos un gran punto de visión que nos mostraba de las montañas circundantes.

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