Tajos del Campanario, Veta Grande, Laguna Larga, Río Seco, Laguna Las Cabras, La Morra, Paso de Guías
near Sierra Nevada, Andalucía (España)
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Trail photos
Itinerary description
La montaña tiene un don. El don de que aunque estés rodeado de una multitud, te puedes sentir en absoluta soledad.
En esta ocasión, la compañía ha sido con amigos con los cuales quería desde hace tiempo, compartir vivencias y sensaciones por nuestra estimada alta montaña. El plan es visitar Laguna Larga, Crestones y Raspones de Río Seco, Laguna de La Morra. Vamos a tener un recorrido que consiste en subir, bajar, subir, bajar, subir, así desde el inicio hasta el final.
Desde la Hoya de la Mora emprendemos camino a los Tajos del Campanario buscando el Veredón Inferior como puerta de entrada a los Corrales del Veleta y Trancadas del Guarnón. En el monumento a la Virgen de las Nieves como cada día por estas fechas se está celebrando una misa al amanecer. Con respeto y en silencio para no perturbar a los feligreses proseguimos nuestro camino a los Tajos del Campanario.
Desde estos Tajos, por el Veredón inferior, que es el único flanco de acceso por estos Tajos accedemos a las trancadas del Guarnón.
Hemos bajado considerablemente, y desde las Trancadas, al levantar la vista hacia Veta Grande, la impresión es que camino no hay y un desnivel que asusta.
Como una peregrinación de penitencia, comenzamos a ascender en fila india buscando el Collado de Veta Grande. Venta Grande, años a, era una pequeña explotación minera de hierro. Aún persisten las ruinas de la pequeña barraca de piedras y lajas construida para abrigo de los mineros. Esta explotación solo era explotada en tiempo de verano y estío, pues estamos a casi tres mil metros de altura. Por un momento imagino el trabajo de esos hombres arrancando a la sierra su medio de vida. Trabajo solo apto para los más fuertes, y al pensar en esos hombres, no puedo dejar de hacerlo en sus acémilas de mulos y burros que transportaban el mineral por el Barranco del Guarnón abajo hasta la Vereda de La Estrella....que sería peor para esos animales...subir a "pelo", a Veta Grande, o bajar cargados hasta los topes sus serones de mineral....pobres animales, y pobres hombres.
En el Collado Veta Grande retomamos el resuello y tomamos un pequeño refrigerio.
Puestos en camino, desde Veta Grande a las Lagunas Galbata y Grande, comenzamos el descenso a la cabecera alta de los Corrales del Valdeinfierno, en la cara norte de los Crestones de Río Seco pasando por el Lagunillo del Valdeinfierno y remontar al Collado de Valdeinfierno que es la puerta de la Galbata y Laguna Larga. La Laguna Larga desagua a través de la Galbata.
Hasta aquí, ha sido bajar. Ahora toca subir al Mirador del Padre Ferrer que es la puerta de la cara norte de los Crestones de Río Seco, a la cara sur con vistas a sus lagunas.
En Río Seco toca refrigerio abundante con la vista puesta en los Raspones de Río Seco. Estos aparecen como una barrera infranqueable para acceder a la Laguna Morra de Los Hoyos del Veleta, o más comúnmente conocida como Laguna de Las Cabras.
Para franquear los Raspones a Las Cabras, lo hacemos por el canuto más al sur-este de los Raspones, siendo este ascenso más cómodo de lo que es el descenso a Las Cabras en la cara sur-oeste.
Toca descender un gran cascajar de grandes Lajas y Cantos rodados hasta llegar a las inmediaciones de la Laguna.
Esta Laguna (La de Las Cabras) es poco visitada y poco conocida por su difícil acceso y por estar "fuera" de recorridos clásicos de las altas Cumbres.
Al llegar a ella, nos encontramos con algo tan sobrenatural y corriente a la vez, como es, el nacimiento a la vida de un ser vivo.
Un ternerillo acaba de nacer. Su madre está "lavándolo" mientras aún es incapaz de levantarse y la placenta cerca de él. La madre nos ve llegar con cara de preocupación y con la mirada le urge a que se levante. No se fía de los "animales" de dos patas. Puesto en pié, y con la inseguridad de sus primeros pasos parece un borracho haciendo eses. La madre quiere largarse rápido, pero el ternero aún casi no sabe andar. Aún no ha mamado, no ha tomado los calostros de la madre. ningún alimento. Por momentos la madre se aleja unos veinte-treinta metros. Su retoño la llama casi llorando. La madre vuelve por él, y despacio lo arropa y acompaña en descenso por el Arroyo de desagüe de la Laguna mientras yo contemplo como se van alejando.
De vuelta con los compañeros y amigos levantamos el descanso y en marcha a la Cumbre de la Morra de la Laguna, a 2.980 m de altura. Las panorámicas desde esta Atalaya de los Raspones de Río Seco, Vasares y Campanario del Veleta, así como la Cuerda de Loma Púa, son espectaculares.
Descendemos de La Morra en dirección a los vasares y al Paso de Guías pasando por los Lagunillos de los Hoyos.
El paso de Guías es un recorte que nos evita el zigzagueo de Los vasares, y acceder directamente a la Carihuela del Veleta, desde la cual nuevamente por medio del sendero del Veleta que en parte hicimos en la mañana nos devuelve a la Hoya de La Mora.
Esta mañana, se estaba celebrando la misa en en la Virgen de Las Nieves. Esta tarde, en el mismo escenario se estaba celebrando una boda. Es llamativo observar señores con trajes elegantes y zapatos finos y señoras con trajes de fiesta y zapatos de tacón de aguja en estas alturas.
Ha sido un verdadero placer compartir vivencias con amigos con los que deseaba desde hace tiempo estar. Juan Ramón, Amador, Miguel, Salvador, Gerardo, y Félix. Espero coincidir más asiduamente y disfrutar de vuestros conocimientos y experiencia.
En esta ocasión, la compañía ha sido con amigos con los cuales quería desde hace tiempo, compartir vivencias y sensaciones por nuestra estimada alta montaña. El plan es visitar Laguna Larga, Crestones y Raspones de Río Seco, Laguna de La Morra. Vamos a tener un recorrido que consiste en subir, bajar, subir, bajar, subir, así desde el inicio hasta el final.
Desde la Hoya de la Mora emprendemos camino a los Tajos del Campanario buscando el Veredón Inferior como puerta de entrada a los Corrales del Veleta y Trancadas del Guarnón. En el monumento a la Virgen de las Nieves como cada día por estas fechas se está celebrando una misa al amanecer. Con respeto y en silencio para no perturbar a los feligreses proseguimos nuestro camino a los Tajos del Campanario.
Desde estos Tajos, por el Veredón inferior, que es el único flanco de acceso por estos Tajos accedemos a las trancadas del Guarnón.
Hemos bajado considerablemente, y desde las Trancadas, al levantar la vista hacia Veta Grande, la impresión es que camino no hay y un desnivel que asusta.
Como una peregrinación de penitencia, comenzamos a ascender en fila india buscando el Collado de Veta Grande. Venta Grande, años a, era una pequeña explotación minera de hierro. Aún persisten las ruinas de la pequeña barraca de piedras y lajas construida para abrigo de los mineros. Esta explotación solo era explotada en tiempo de verano y estío, pues estamos a casi tres mil metros de altura. Por un momento imagino el trabajo de esos hombres arrancando a la sierra su medio de vida. Trabajo solo apto para los más fuertes, y al pensar en esos hombres, no puedo dejar de hacerlo en sus acémilas de mulos y burros que transportaban el mineral por el Barranco del Guarnón abajo hasta la Vereda de La Estrella....que sería peor para esos animales...subir a "pelo", a Veta Grande, o bajar cargados hasta los topes sus serones de mineral....pobres animales, y pobres hombres.
En el Collado Veta Grande retomamos el resuello y tomamos un pequeño refrigerio.
Puestos en camino, desde Veta Grande a las Lagunas Galbata y Grande, comenzamos el descenso a la cabecera alta de los Corrales del Valdeinfierno, en la cara norte de los Crestones de Río Seco pasando por el Lagunillo del Valdeinfierno y remontar al Collado de Valdeinfierno que es la puerta de la Galbata y Laguna Larga. La Laguna Larga desagua a través de la Galbata.
Hasta aquí, ha sido bajar. Ahora toca subir al Mirador del Padre Ferrer que es la puerta de la cara norte de los Crestones de Río Seco, a la cara sur con vistas a sus lagunas.
En Río Seco toca refrigerio abundante con la vista puesta en los Raspones de Río Seco. Estos aparecen como una barrera infranqueable para acceder a la Laguna Morra de Los Hoyos del Veleta, o más comúnmente conocida como Laguna de Las Cabras.
Para franquear los Raspones a Las Cabras, lo hacemos por el canuto más al sur-este de los Raspones, siendo este ascenso más cómodo de lo que es el descenso a Las Cabras en la cara sur-oeste.
Toca descender un gran cascajar de grandes Lajas y Cantos rodados hasta llegar a las inmediaciones de la Laguna.
Esta Laguna (La de Las Cabras) es poco visitada y poco conocida por su difícil acceso y por estar "fuera" de recorridos clásicos de las altas Cumbres.
Al llegar a ella, nos encontramos con algo tan sobrenatural y corriente a la vez, como es, el nacimiento a la vida de un ser vivo.
Un ternerillo acaba de nacer. Su madre está "lavándolo" mientras aún es incapaz de levantarse y la placenta cerca de él. La madre nos ve llegar con cara de preocupación y con la mirada le urge a que se levante. No se fía de los "animales" de dos patas. Puesto en pié, y con la inseguridad de sus primeros pasos parece un borracho haciendo eses. La madre quiere largarse rápido, pero el ternero aún casi no sabe andar. Aún no ha mamado, no ha tomado los calostros de la madre. ningún alimento. Por momentos la madre se aleja unos veinte-treinta metros. Su retoño la llama casi llorando. La madre vuelve por él, y despacio lo arropa y acompaña en descenso por el Arroyo de desagüe de la Laguna mientras yo contemplo como se van alejando.
De vuelta con los compañeros y amigos levantamos el descanso y en marcha a la Cumbre de la Morra de la Laguna, a 2.980 m de altura. Las panorámicas desde esta Atalaya de los Raspones de Río Seco, Vasares y Campanario del Veleta, así como la Cuerda de Loma Púa, son espectaculares.
Descendemos de La Morra en dirección a los vasares y al Paso de Guías pasando por los Lagunillos de los Hoyos.
El paso de Guías es un recorte que nos evita el zigzagueo de Los vasares, y acceder directamente a la Carihuela del Veleta, desde la cual nuevamente por medio del sendero del Veleta que en parte hicimos en la mañana nos devuelve a la Hoya de La Mora.
Esta mañana, se estaba celebrando la misa en en la Virgen de Las Nieves. Esta tarde, en el mismo escenario se estaba celebrando una boda. Es llamativo observar señores con trajes elegantes y zapatos finos y señoras con trajes de fiesta y zapatos de tacón de aguja en estas alturas.
Ha sido un verdadero placer compartir vivencias con amigos con los que deseaba desde hace tiempo estar. Juan Ramón, Amador, Miguel, Salvador, Gerardo, y Félix. Espero coincidir más asiduamente y disfrutar de vuestros conocimientos y experiencia.
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