Tanarrio-Morra de Lechugales-Las Arredondas-Brez

Ruta muy difícil por su tremendo desnivel (1800 m netos; se acumulan unos 2000 m).
Partiendo de Tanarrio y tras rodear la Peña Negra, la ruta emboca directamente a la canal que no se abandona hasta llegar a la cresta cimera.
Pendiente dura y permanente.
No presenta puntos especialmente delicados. En algún momento se hacen pequeñas trapadas (un par de metros, no más), pero en ningún caso trepadas expuestas.
La ruta se presenta bastante mejor marcada de lo que por el entorno cabría esperar.
Unas manchas de pintura roja ayudan y mucho. Normalmente desde donde hay una se puede ver la siguiente, pero a veces (pocas) se pierden. Globalmente, orientan muy bien.
Unos hitos también nos acompañan en casi toda la ruta, pero nos dió la impresión de que, en algunos momentos se alejaban del trazado idóneo (uno de los motivos por el que tardamos más de lo debido; tuvimos que andar bastantes veces buscando el tumbo correcto y corrigiendo el que llevábamos).
En todo momento, el gps nos ayudó en las comentadas rectificaciones.
Todo ello (pintura, hitos y gps) se nos antojan necesarios. Sobre todo éste último.
La canal presenta una primera parte herbosa, que se va transformando en un caos de piedras alla por los 1900 m de altura.
En el último jou, para remontar a la arista que cierra la canal, leimos recomendaciones que indicaban ir hacia la ladera al pie de la Morra (se pasa junto a una grieta...) Además de ese, observamos hasta cuatro canales más por los que subir. Las de centro/centro derecha nos parecieron imposibles (salvo escalada) y optamos por ir por la segunda de la izquierda, (que no presenta ningún problema y es muy sencilla de subir), sin ir hasta la del pie de la Morra.
Una vez en la coronada la canal, el acceso a la cima (queda a nauestra izquierda) es sencillo. Se bordea el primer farallón por un paso sencillo y sin mucho peligro, tras lo cual nos quedará acercarnos y realizar la conocida trepada última (unos 4 m, muy sencillo y sin mayor problema. Menos, desde que hay una cuerda colocada como ayuda).
Para el retorno, no bajamos hasta el hoyo del Evangelista (que presenta en el fondo una pista tentadora), sino que nos mantuvimos en el cordal que pasa bajo el Jierru y que se une a la citada pista en la Rasa de la Inagotable. Acertamos: del cordal al fondo del hoyo del Evangelista, nos pareció que es una pedrera agotadora.
A partir de ahí, el descenso por la canal de las Arredondas, se hace largo, pero la magnitud del paisaje lo merece. Desciende directa hasta terminar en una pista que conduce a Brez suavemente, en cosa de una hora, quizá algo más.
Nosotros, habíamos optado por dejar el coche en Brez y hacer el acercamiento a Tanarrio, andando, por la mañana.
Se puede hacer al revés, evidentemente. Eso supone hacer Brez-Tanarrio al regresar, lo que suma 2 km de asfalto a las piernas, algo que en ese momento no es plato de gusto.