Torre de la Palanca por las Traviesas del Pamparroso

Ruta al borde de abismos y de orientación delicada, con posibilidad de enriscarse, pero sublime. Para piquistas con experiencia. Es solo grado II+ , pero puede bloquear a montañeros que no tengan el suficiente rodaje por la caliza laberíntica de Picos.

Partimos de Caín, uno de los pueblos más aislados de España, en el corazón de Picos de Europa. El primer día subimos por la canal de Moeño y después por las Traviesas del Pamparroso para llegar al Collado Jermoso. Vivaqueamos junto al refugio, que estaba lleno porque al día siguiente era la Transvaldeónica. El segundo día subimos a la Torre de la Palanca y bajamos por la canal de Dobresengos y casi al final nos salimos por el Sedo Mabro para llegar al punto de partida.

Las canales de Dobresengos y Moeño son junto a su vecina, la Canal de Ría, las más potentes de Picos, y probablemente de toda la península con más de 1500 m de desnivel.

En el waypoint Canalón hay que trepar grado II en tramos mixtos de roca mojada con hierba húmeda y resbaladiza. Tumbado, pero con caída.

Las Traviesas del Pamparroso son el tramo más complicado, como se ha advertido al principio. Parece imposible que por ahí exista un acceso pero lo hay, en ocasiones hay que buscar el paso desviándonos del trayecto más evidente que luego acaba en cortados. Hay varios tramos con grado II o II+. Es la manera más divertida de acceder al refugio del Collado Jermoso aunque casi nadie va por ese ambiente escabroso, según el guarda. Un montañero en el refugio las nominó como las Traviesas de Pampahorroroso. Tiene un nevero que a principio de temporada puede ser muy peligroso porque corta el paso desembocando en el precipicio. Ahora simplemente es un alivio porque nos surte de agua fresca. Los canchales son un poco inestables y cuesta más atravesarlos porque las piedras se mueven causando deslizamientos al pasar, pero se avanza bien si se afrontan con pasos dinámicos. La sensación final es bastante estresante o divertida (depende del espíritu) porque es un trayecto largo en el que permanece a la vista todo el recorrido con aspecto bastante complicado.

La Torre de la Palanca tiene tres terrazas que se superan casi andando, salvo la tercera, en la que hay que trepar 4 metros protegidos.

El descenso al Hoyo Grande tiene al final una zona pindia en la que hay que poner las manos.

El Hoyo Grande es el mayor Jou de Picos, rodeado de las grandes moles de los Urrieles.

La canal de Dobresengos tiene un barranco con material inestable que puede ser grado I, justo después de un bosquecillo.

Por último, el Sedo Mabro es un paso vertiginoso preparado por los antiguos pastores para atajar en su camino a las majadas. Tiene zonas excavadas para convertir en accesible muros inexpugnables.

En definitiva, lo normal de Picos cuando sales de las sendas populares.