Torre de las Minas de Carbón, Casiano de Prado, Llambrión, Torre de las Llastrias y Torre del Hoyo Grande desde Fuente Dé

Fuente Dé - Liordes - Colladinas - Torre de las Minas de Carbón - Casiano de Prado - Llambrión - Tiro Callejo - Torre de las Llastrias - Torre del Hoyo Grande - Tiro Callejo - Hoyo Tras Llambrión - Collada Blanca - Cabaña Verónica - La Jenduda - Fuente Dé

Ruta circular desde Fuente Dé. La he calificado como "muy difícil" aunque, realmente, técnicamente se podría decir que no es difícil. Sin embargo, el recorrido tiene un desnivel considerable (2.000 metros, aprox.), y mucho terreno técnico. Además, toda la subida hacia la Torre de las Minas de Carbón y todo el recorrido hasta alcanzar el Tiro Callejo no es siempre evidente y cualquier equivocación puede llevarnos a terreno peligroso.
Por otro lado, en nuestro caso, en el descenso hacia el Hoyo Tras Llambrión había todavía mucha nieve (12 de junio) y ese tramo es bastante vertical. Afortunadamente, nos hemos encontrado con nieve blanda. El descenso por la Jenduda tampoco merece ser infravalorado.

Salimos desde Fuente Dé cuando estaba amaneciendo para subir por los Tornos de Liordes hasta la Vega del mismo nombre. Es una subida larga, en zig-zag, aunque no muy vertical. Ya desde el principio veíamos que el cielo estaba despejado, con temperatura templada, pero la niebla subía y bajaba, haciendo que tuviéramos ratos sin visibilidad.

Desde la Vega de Liordes nos dirigimos hacia Collado Jermoso, un tramo con momentos de viento desagradable, pero escapándonos de la niebla. Antes de llegar al refugio, cuando ya se ve éste desde la zona de las Colladinas, giramos a la derecha para comenzar la subida hacia la Torre de las Minas de Carbón.
El primer tramo es sencillo y además encontramos bastantes hitos. Tuvimos que sortear un par de neveros, lo que nos obligó a hacer alguna trepada. La mayor dificultad se encuentra en la parte alta de la ascensión, donde hay que trepar un muro (posiblemente grado II+), aunque sin exposición. Realmente, la subida hasta la Torre de las Minas de Carbón nos pareció preciosa y sin grandes peligros, más asequible de lo que pensábamos. Eso sí, en algunos tramos nos vinieron muy bien los tracks que llevábamos, ya que perdimos los hitos y no siempre es tan evidente el camino.

En esta primera cima teníamos sol, pero sin apenas vistas (sobre todo hacia el norte y este), ya que estaba todo cubierto de nieblas; además, había rachas de viento bastante fuerte. A partir de aquí, nos cubrió la niebla, que nos acompañó prácticamente hasta que llegamos a la Collada Blanca.

Toda la zona de la cresta la tuvimos que hacerla sin visibilidad, siguiendo los hitos y el track.
La Torre de Casiano de Prado tiene un tramo final bastante vertical. Nosotros nos metimos demasiado por la derecha lo que nos obligó a destrepar una brecha (fácil) y trepar a continuación un muro, posiblemente un grado III, con pocos agarres. Nos pareció que la subida correcta no hubiera tenido mucha dificultad. Estamos hablando de subir a la cima 10 ó 20 metros más por la izquierda de lo que hicimos nosotros.

Desde aquí al Llambrión no encontramos dificultades reseñables, excepto la niebla cerrada y el viento realmente desagradable. Por supuesto, no son terrenos para bajar la guardia en ningún momento.

Del LLambrión nos fuimos hacia el Tiro Callejo, pasando por la brecha cercana a la cima. El destrepe de esta brecha nos pareció más difícil de lo que recordaba. Hay posibilidad de rapelarla, aunque con precaución se puede destrepar relativamente bien.

Una vez en Tiro Callejo, antes de comenzar el descenso, aprovechamos para subir otras dos montañas muy cercanas: Torre de las LLastrias y Torre del Hoyo Grande.

Tras volver a Tiro Callejo, nos metimos en el Hoyo Tras LLambrión para ir hacia la Collada Blanca. En este tramo no fue fácil la orientación; de hecho tuvimos que fiarnos del track, ya que íbamos entre niebla y prácticamente por neveros continuos. Quedaba todavía mucha nieve. Afortunadamente, estaba blanda y el descenso se hacia con relativa comodidad.

Al acercarnos a la Collada Blanca la niebla fue disipándose y volvimos a tener vistas. Incluso, pudimos ver la cima del Llambrión en algún momento.
Desde la Collada Blanca hasta Cabaña Verónica el terreno es algo caótico. Es importante seguir los hitos y no meterse en Hoyos Sengros (hay que ir por su ladera izquierda). En este tramo, aunque tuvimos algunos neveros, no nos diflcultaron para seguir los hitos.

Nos llamó la atención, que desde el Tiro Callejo hasta llegar casi a Cabaña Verónica no encontramos huella.

Una vez en Cabaña Verónica, el descenso es ya sencillo hasta el Cable, o en nuestro caso hasta la entrada de la Canal de la Jenduda; una canal realmente vertical e incómoda para descender. Siempre digo que la Jenduda es para subir y no para bajar. Para el descenso es mucho mejor el Hachero.

Resumiendo, una ruta realmente preciosa, aunque no la pudimos disfrutar del todo por culpa de la niebla y el viento.