Torre de Llambrión y Torre Casiano de Prado desde el Hotel Refugio de Áliva.

Iniciamos esta salida en el Hotel Refugio de Áliva, donde hay un buen sitio para dejar el coche. Llegamos hasta allí desde Sotres en un vehículo todoterreno, pues un vehículo sin tracción cuatro tendría complicado pasar de Vegas del Toro.
Iniciamos nuestra andadura por pista buena de andar, ganando altura hasta alcanzar la Horcadina de Covarrobres. Aquí encontramos un cruce de tres caminos, nosotros nos desviamos hacia la derecha, en dirección Horcados Rojos. Perdemos un poco de altura, para luego continuar por pista buena de andar, por terreno tendido, hasta la Vueltona. Continuamos por la pista buena de andar, por la que vamos ganando altura hasta que llegamos a la bifurcación del Refugio de Cabaña Verónica. Lo dejamos a nuestra izquierda, para adentrarnos en terreno rocoso muy caótico, formado por bloques de caliza y llambrias. Progresamos con poca senda visible, aunque se encuentra jitada hasta que alcanzamos la Collada Blanca. En este punto perdemos altura para adentrarnos en el Jou Tras Llambrión. Nos internamos en zona de neveros, por la que empezamos a ascender por pindia ladera cubierta de nieve semi dura, la cual no necesitaba el uso de grampones. La progresión se hacía bastante dura al sumarse lo pindio del terreno y la dificultad de hacerlo sobre nieve. Esta ruta presuntamente fue la seguida por Casiano de Prado, el 12 de agosto de 1856. Siendo esta la primera ascensión conocida a esta impresionante cumbre. Casiano de Prado da nombre a la segunda cumbre que nosotros alcanzamos después de la del Llambrión en este inolvidable día. Llegamos a las inmediaciones de la chimenea de ascensión al Llambrión. Para ello tendremos que sortear por la izquierda un nevero a través de la rimaya. Entramos en la chimenea, por la que vamos ascendiendo, en mi caso sin mochila. Lo supero con relativa comodidad. En el caso de mi compañero, que se empecinó en subir la mochila, tuvo bastantes dificultades.
Una vez superada la chimenea, ya solo queda el último paso de salida a la cresta. Bajo mi punto de vista no presenta excesiva dificultad, aunque hay que extremar las precauciones. Tendremos que asegurarnos bien que las presas estén sólidas, pues la roca se encuentra algo rota y se sueltan trozos. Una vez salimos a la cresta, ya solo queda andar unos metros y alcanzamos la cumbre. Esta cumbre presenta impresionantes vistas que no dejarán indiferente a nadie que consiga coronarla. Esta provista de un curioso buzón de cumbres y un mojón geodésico.
Continuamos nuestra andadura acometiendo la arista hacia la Torre Casiano de Prado, a la que llegamos tras un entretenido cresteo. Esta cima se encuentra coronada por un pequeño Jito de piedras. Desde esta cima se contemplan unas vistas impresionantes hacia las Peñas de Cifuentes. Las vistas hacia la Torre del Friero son espectaculares. Retrocedemos sobre nuestros pasos para volver al Llambrión, desde donde iniciamos el descenso. Acometemos el destrepe de salida de la arista, que nos deja en un pequeño descansillo, previo al destrepe de la chimenea, que a su vez nos conduce al nevero. El descenso en este caso lo hacemos por la otra parte del nevero. Evitamos la rimaya siendo así un poco más cómodo el descenso. Esta opción nos obliga a rapalear unos metros, pues el terreno está pindio y muy descompuesto. Alcanzamos los neveros por los que vamos descendiendo hasta la Collada Blanca. Seguimos en dirección al Refugio de Cabaña Verónica, sin seguir un itinerario marcado, por donde mejor nos va pareciendo en cada momento. Hacemos una parada para comer.
Nos acercamos al Refugio de Cabaña Verónica donde tomamos una cerveza bien fría. Proseguimos nuestra andadura perdiendo altura desde el Refugio hasta enlazar con la pista la cual no abandonaríamos ya hasta la Horcadina de Covarrobres. Ganamos en principio un poco de altura para luego empezar a perderla por pista buena de andar. La abandonamos hacia la derecha, para incorporarnos a una senda bien marcada en tierra más cómoda de andar. La cual ya no abandonaríamos hasta las inmediaciones del Hotel Refugio de Áliva, lugar donde teníamos aparcado el coche y damos por finalizada esta salida.
Esta ruta yo la califico como alpinismo moderado, no es una ruta de senderismo.