Travesía Altos de Castril (2 de 2): Refugio Prados del Conde. Sierra Seca. Barranco de Canalejas

Viene de Travesía Altos de Castril (1 de 2): Empanadas por Barranco Magdalena. Puertos Lézar y Calderones. Refugio Prados del Conde.

Después del palizón del día anterior, esta pretendía ser una ruta cómoda por Sierra Seca con la que cerrar nuestra ambiciosa travesía por las dos cuerdas de la Sierra de Castril...y se hubiera cumplido de no ser por el primer km de bajada desde el Collado de las Papas, por el tramo alto del Barranco de Canalejas. La capa OpenStreetMaps, tan útil en tantas rutas, ha sido un peligro en la Sierra de Castril. La ruta la pongo como difícil, pero este km tiene una dificultad y riesgo mucho mayor, de ahí que marco la ruta como Alpinismo.

Descansamos correctamente en el Refugio de Prados del Conde y salimos al amanecer hacia los tornajos cercanos para reponer agua. Desde ellos hasta el enlace con la pista no hay sendero, pero el avance no fue complicado ya que ni la pendiente, ni el piso, ni la vegetación nos pusieron en muchos apuros. Nos dimos un paseo muy agradable por Sierra Seca, subiendo a sus dos principales cimas: Tornajuelos y Morro del Buitre. Desde la primera fuimos caminando por la asequible cuerda, acercándonos a los impresionantes tajos entre el Collado de Portacho Alto y el de las Papas, y que se despeñan al Valle del Castril. El avance por la cuerda es entretenido y divertido, algunos tramos de paso más fácil y en otros con lapiaz más afilado; en alguna ocasión tuvimos que hacer sencillas destrepadas que pueden evitarse buscando otras opciones.

Al llegar al Collado de las Papas nos extrañó encontrarnos con una malla en lo que debía ser una encrucijada. La superamos sin más contratiempos. Tratamos de seguir el sendero de la capa OpenStreetsMaps que debía llevarnos hasta las ruinas del Cortijo de Canalejas bordeando la Picacha. Resultó que no había nada y que lo mejor, que no seguro, fue descender por el puro barranco. Es más, en las ocasiones que traté de buscar la traza fuera del lecho, me comprometí mucho más que destrepando el barranco. Dicho esto, no encontramos ningún salto insalvable, que fue el miedo que tuvimos hasta que llegamos, por fin, a los antiguos bancales de las ruinas del Cortijo de Canalejas. Insisto en que el kilómetro de barranco fue muy difícil y arriesgado (infinitas destrepadas, no estábamos para fotos), pero no encontramos mejor opción para conectar con el sendero señalizado, esta vez sí, que nos desciende fácilmente por la parte baja del Barranco de Canalejas, muy llamativo por sus formas y mucho más domado que la parte alta. El sendero nos ayudó a terminar plácidamente nuestra soberbia travesía por las cuerdas altas de, probablemente, una de las sierras más agrestes y bellas de Andalucía.