Cerro de la Alegas, Tajo de los Machos y Cerrillo Redondo, desde Puente Palo (Sierra Nevada)

Trazado circular que nos llevará, desde el área recreativa de Puente Palo, a conseguir dos de los tresmiles más meridionales del Parque Nacional de Sierra Nevada, el Pico del Tajo de los Machos, 3.086m, y Cerrillo Redondo, 3.056m.
Nuestro objetivo será recorrer parte de la cuerda que arranca desde el Refugio de Elorrieta y se pierde al sur convertida el la loma de Cáñar, apartada del tránsito de las "travesías integrales" de la sierra, y que junto con la cuerda del Tozal del Cartujo_Caballo, encajonan al amplio valle del río Lanjarón desde su nacimiento.
Para trazar la circular, optamos por ascender por el este, atravesando el barranco de río Chico, pasando por el Refugio del Cebollar y rematando la subida sobre el Pico de las Alegas y la Loma de la Casilla de los Moros.

En esta ocasión, a pesar de estar metidos en la campaña invernal, aprovechamos las jornadas primaverales recientes y la retirada de la cota de nieve, esperando encontrar sobre las lomas una franja limpia de hielo. Aunque portamos el equipo de travesía invernal, no tendremos que tirar de él, realizando un trazado mixto sobre nieve y roca.

Iniciamos la marcha desde el aparcamiento del área recreativa de Puente Palo. Aquí llegaremos por un carril en estado aceptable para un turismo, desde Cáñar o, como en nuestro caso, desde un desvío a la altura de la ermita de Soportújar.
Nos llevará algo más de 30 minutos remontar la sierra con el coche.

Una vez dejamos el coche atrás, comenzamos un cómodo ascenso por el camino que se dirige al Cortijo de los Arroyos, seguimos inmersos en el pinar de Puente Palo.
A poco más de 2km del inicio, en un giro cerrado a la izquierda, al frente se origina la vereda que nos llevará al mismo barranco de río Chico. Cruzamos una cancela y un arroyo y viramos la marcha al NE.





Aunque nos encontraremos una senda algo tapada por matorral, nuestro rumbo es evidente, con un suave desnivel positivo, e iremos abandonando el pinar de Puente Palo a la par que se abre ante nosotros el barranco de río Chico.
Nuestra incursión en el barranco, con algunos parches persistentes de nieve, toma un aire alpino con el juego de verdes que viste el valle.
Al frente ya tenemos nuestros primeros hitos de paso, el refugio del Cebollar y el pico de las Alegas, pero antes tendremos que alcanzar el lecho de río Chico y cambiar de margen.





Alcanzamos la aguas de río Chico, buscando el mejor paso para vadear sobre las rocas del lecho.
Una mirada atrás nos deja magníficas estampas de la apertura del valle. Aguas arriba, tras la junta de arroyos, se dibujan en blanco la Loma de la Casilla de los Moros y Cerrillo Redondo. Nuestra traza de vereda se perderá por unos minutos, realizando la aproximación al refugio del Cebollar campo a través, buscando suavizar el fuerte desnivel que nos separa y esquivar algunos escollos sobre el flanco de la loma.





Atravesando o esquivando algunos neveros alcanzamos la cota del refugio, nos bastará seguir, ahora sí, una escueta senda que nos conduce a la ruinosa edificación.
Las vistas desde aquí se amplían al oeste, al otro lado de río Chico ya se defina la loma que nos ayudará a abandonar cotas altas una vez dejemos atrá Cerrillo Redondo.





Desde el mismo refugio atacaremos la corta subida al Pico de las Alegas, una recortada rampa que arranca junto a la fuente del Cebollar nos facilitará un rápido ascenso y situarnos sobre nuestra cota intermedia camino de los tresmiles.
Sobre el alomado pico ya aparece al norte la línea de tresmiles centrales de Sierra Nevada, disfrutando de un mar de nubes que arremete bajo nuestros pies desde el sur.
Además, ya podemos dibujar sobre el terreno la tramo final de ascenso sobre la Loma de la Casilla de los Moros. Loma con una franja limpia de nieve y que agilizará la subida por su divisoria.





Continuamos, sobrepasando el pequeño collado que nos separa del ascenso, encontrando algunos restos de mampostería postrados en algunas formaciones de roca.
Pasamos de lleno a la subida, optando por la franja de roca limpia de la divisoria, aunque en los últimos metros nos encontraremos manchas de hielo que tendremos que sortear.
Mirada atrás y el espectáculo del mar de nubes acosando al recién visitado Pico de las Alegas marcará las instantáneas de la jornada.





Alcanzamos cumbre sobre la cuerda que arranca al norte desde el Refugio de Elorrieta y se pierde al sur, entre nubes, por la Loma de Cáñar.
Nos encontramos en el Pico del Tajo de los Machos, uno de los tresmiles meridionales de la sierra y con vistas a buena parte de las cumbres centrales y occidentales, destacando el Mulhacén y toda la línea de tresmiles desde el Veleta al Caballo.





Llega el momento de poner rumbo al sur, sobre las nubes sobresale la cuerda que desciende hasta dar forma a la Loma de Cáñar, en primer plano nuestro último y cercano objetivo Cerrillo Redondo.
De nuevo aprovechamos la divisoria despejada de nieve para avanzar sobre la loma y conseguir en escasos minutos la cumbre del segundo tresmil de la jornada.





Anotada la cumbre de Cerrillo Redondo, aún nos quedará sobrepasar su cerro sur por encima de los tresmil metros. Perdemos altura de forma continua sobre la divisoria, perdiendo cota de mano de la silueta del vecino Cerro del Caballo.
Para el cierre del trazado, barajando varias opciones, nos quedamos con el descenso directo hacia el Cortijo de los Arroyos.
Llegado el momento y con el pinar del cortijo en el flanco este de la loma como referencia, abandonamos la divisoria y emprendemos un descenso campo a través con la ide ade alcanzar la primera línea de pinos.
Cuando nos vamos acercando, pequeños arroyos se internan en busca de la vaguada que pasa junto al cortijo, así que acompañaremos a los pequeños torrentes hasta localizar las instalaciones del Refugio de los Arroyos, hoy en uso de resguardo de ganado y poco más.




Junto al refugio parte el camino forestal, que con amplias lazadas nos devuelve al pinar de Puente Palo y enlazando con nuestros pasos de primera hora del día. Sólo nos resta desandar lo andado y volver al punto de inicio.





Nos vemos en las montañas.