Travesía circular y ascensiones en el Posets
near Eriste, Aragón (España)
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Trail photos
Itinerary description
<<… Y, ¿recuerdas? — Nadie podía salir
del paisaje natural sin perder
todo su vello
como el oso arrancado al útero de la osa
Empaisajados, dormimos cien años consecutivos
en el pueblo caliente de la mata de arena. …>>.
Meditación el día del Exilio, César Dávila Andrade.
Con un fuerte apretón de manos nos despedimos en un bar de Sevilla. “¡Nos vemos dentro de un mes en Benasque!”. Con esas palabras sellamos la próxima aventura que nos disponíamos a realizar en el macizo del Posets. Éramos seis, contando con los dos perrillos, y el plan era realizar una travesía de 7 días con ascensiones a varias cumbres. Tienda vivac, cuerdas, crampones y piolets, completaban un mochila bien repletita para superar todos los obstáculos que se nos interpusieran, y como se planificó se ejecutó, sin ningún contratiempo importante, buen tiempo los cinco primeros días y aceptables los restantes, alguna tormenta en altura y llovizna durante la marcha del penúltimo día. Nos hacemos viejos pensé, demasiado calculado, o quizás el premio a la perseverancia después de llevar tres semanas sin parar en el Pirineo Aragonés.
En una ocasión me preguntó un señor con tono escéptico, ¿qué buscas en las montañas, chico?, y mi respuesta fue “no busca nada, regreso”. Y de nuevo regresaba al Posets, una de las montaña más hermosas del Pirineo. Su figura no se revela hasta bien entrada la segunda etapa de la travesía. Sin la mínima sospecha, y tras salir del anfiteatro que protege al Ibón Llelao, con vistas abiertas y elevadas al valle, sentimos una incomodidad repentina, como si un desconocido apareciera por un lateral. Imponente, el Posets golpea nuestra visión nada mas girarnos. Sus pliegues intentan marcar cierta armonía a un bello caos. Inmensas pedreras se derraman a sus faldas, unas oscuras, otras bermejas, otras de textura de grano fino, y en algunos lugares donde la roca ha olvidado imponer su ley, verdes prados. Y al fondo del valle, hordas de pinos ascendiendo sus laderas.
Según lo previsto, íbamos a ascender al Posets desde el Ibón de la Llardaneta, así que no era una inquietud su presencia. Más bien eran ciertos collados desconocidos o su estado, los que más nos preocupaban. Finalmente, solo el ascenso al Ibón Royo en la 5ª etapa, una trepa sencilla en roca descompuesta y la pala de nieve de la Forau de la Neu durante el descenso al Posets, ofrecieron algo más de dificultad. En general se trata de una travesía de montaña con etapas de difíciles a moderadas, muy exigente en desnivel y la mayor parte fuera de sendero, pero sin puntos conflictivos.
La primera etapa comienza en el mismo pueblo de Eriste, un antiguo sendero empedrado que sale de la parte superior del núcleo, señalizado como sendero de pequeño recorrido. Pronto lo abandonamos, y es importante prestar atención al desvío que a la izquierda, asciende muy entubado hacia l'Aigüeta de la Ball. Ascendemos por un bosque fresco y tupido de pinos, boj, abedules y hayas, donde los pinos van dominando a medida que nos acercamos al lecho del valle.
Cuando más estamos disfrutando del paisaje y la relajación de la pendiente, volvemos a desviarnos muy a nuestro pesar del l'Aigüeta de la Ball, para dejar sus tranquilas y claras aguas, y cambiarlas por pedreras en pendientes. Poco después dejamos atrás también los pinares y nos adentramos en el domino de la alta montaña. Tras el Ibón de la Ribereta nos dirigimos hacia el collado del mismo nombre, y que nos llevará al destino final de la etapa, el Ibón del Barbarisa.
Al día siguiente continuamos hacia el Ibón Chelao y Collada del Infierno, que nos cuela en la vertiente de Biados. Aquí descendemos todos los Ibones hasta Millars, donde comenzamos el ascenso hacia la Forqueta y pasar la noche en el Ibón de la Llardaneta.
La tercera etapa es la subida al Posets. Es una etapa de descanso, ya que dejamos buena parte del material en el Ibón de la Llardaneta y no es mucho el desnivel acumulado que debemos vencer. Tomamos el sendero clásico de ascenso al Posets desde el Refugio de Ángel Arús, justo a la altura de la base de la Canal Fonda, donde nos cramponamos hasta el collado del Diente de la Llardana. Hacemos cumbre y descendemos por la Forau de la Neu, con mucho cuidado al tomarla desde el collado, ya que este año es una pendiente de nieve hasta la misma base del barranco, al principio con considerable inclinación.
El cuarto día trasponemos desde el Ibon de la Llardaneta a la Ibón Royo, justo en la base del Pico Veteranos. Este es un día complicado y alejado de las rutas convencionales. Pasamos por el Collado de Tuca Alta, Glaciar del Posets y descendemos el Barranco de Paúl desde su collado. Cuando vemos que estamos a la altura suficiente para evitar las paredes del Veteranos comenzamos una travesía horizontal para retomar el ascenso al Ibón Royo en cuanto vemos el cuele. Y así lo hacemos hasta volcar a la misma laguna donde pasamos la noche.
Al día siguiente subimos al Pico Veteranos, una ascensión entretenida y espectacular. Volvemos sobre nuestros pasos para recoger el material y continuar hacia el Refugio de Estós, al que llegamos por el tramo de GR 11 que lo enlaza con el Puerto de Chistau. Este día comemos y dormimos al cobijo del refugio.
El sexto y penúltimo día tomamos el sendero que enlaza el Refugio de Estós con Ángel Arús, una variante del GR 11 que supera el Collado de Plana. Esa noche la pasamos en el agradable Ibón de Alforches.
Finalmente nos despedimos del Pirineo con un día de descenso tranquilo y soleado. Tras llegar al inicio de la pista, donde aparcan los coches, vamos buscando a nuestra derecha un ramal que baja a un puente antiguo y que vuelve a convertirse en un sendero, el mismo del que partirnos el primer día.
Indecentes y hediondos por fuera, pero con las entrañas aseadas, celebramos nuestro regreso con una buena jarra de cerveza. Empaisajados, la Montaña nos despojó por unos días de las indigencias de la urbe. ¿Recuerdas?
del paisaje natural sin perder
todo su vello
como el oso arrancado al útero de la osa
Empaisajados, dormimos cien años consecutivos
en el pueblo caliente de la mata de arena. …>>.
Meditación el día del Exilio, César Dávila Andrade.
Con un fuerte apretón de manos nos despedimos en un bar de Sevilla. “¡Nos vemos dentro de un mes en Benasque!”. Con esas palabras sellamos la próxima aventura que nos disponíamos a realizar en el macizo del Posets. Éramos seis, contando con los dos perrillos, y el plan era realizar una travesía de 7 días con ascensiones a varias cumbres. Tienda vivac, cuerdas, crampones y piolets, completaban un mochila bien repletita para superar todos los obstáculos que se nos interpusieran, y como se planificó se ejecutó, sin ningún contratiempo importante, buen tiempo los cinco primeros días y aceptables los restantes, alguna tormenta en altura y llovizna durante la marcha del penúltimo día. Nos hacemos viejos pensé, demasiado calculado, o quizás el premio a la perseverancia después de llevar tres semanas sin parar en el Pirineo Aragonés.
En una ocasión me preguntó un señor con tono escéptico, ¿qué buscas en las montañas, chico?, y mi respuesta fue “no busca nada, regreso”. Y de nuevo regresaba al Posets, una de las montaña más hermosas del Pirineo. Su figura no se revela hasta bien entrada la segunda etapa de la travesía. Sin la mínima sospecha, y tras salir del anfiteatro que protege al Ibón Llelao, con vistas abiertas y elevadas al valle, sentimos una incomodidad repentina, como si un desconocido apareciera por un lateral. Imponente, el Posets golpea nuestra visión nada mas girarnos. Sus pliegues intentan marcar cierta armonía a un bello caos. Inmensas pedreras se derraman a sus faldas, unas oscuras, otras bermejas, otras de textura de grano fino, y en algunos lugares donde la roca ha olvidado imponer su ley, verdes prados. Y al fondo del valle, hordas de pinos ascendiendo sus laderas.
Según lo previsto, íbamos a ascender al Posets desde el Ibón de la Llardaneta, así que no era una inquietud su presencia. Más bien eran ciertos collados desconocidos o su estado, los que más nos preocupaban. Finalmente, solo el ascenso al Ibón Royo en la 5ª etapa, una trepa sencilla en roca descompuesta y la pala de nieve de la Forau de la Neu durante el descenso al Posets, ofrecieron algo más de dificultad. En general se trata de una travesía de montaña con etapas de difíciles a moderadas, muy exigente en desnivel y la mayor parte fuera de sendero, pero sin puntos conflictivos.
La primera etapa comienza en el mismo pueblo de Eriste, un antiguo sendero empedrado que sale de la parte superior del núcleo, señalizado como sendero de pequeño recorrido. Pronto lo abandonamos, y es importante prestar atención al desvío que a la izquierda, asciende muy entubado hacia l'Aigüeta de la Ball. Ascendemos por un bosque fresco y tupido de pinos, boj, abedules y hayas, donde los pinos van dominando a medida que nos acercamos al lecho del valle.
Cuando más estamos disfrutando del paisaje y la relajación de la pendiente, volvemos a desviarnos muy a nuestro pesar del l'Aigüeta de la Ball, para dejar sus tranquilas y claras aguas, y cambiarlas por pedreras en pendientes. Poco después dejamos atrás también los pinares y nos adentramos en el domino de la alta montaña. Tras el Ibón de la Ribereta nos dirigimos hacia el collado del mismo nombre, y que nos llevará al destino final de la etapa, el Ibón del Barbarisa.
Al día siguiente continuamos hacia el Ibón Chelao y Collada del Infierno, que nos cuela en la vertiente de Biados. Aquí descendemos todos los Ibones hasta Millars, donde comenzamos el ascenso hacia la Forqueta y pasar la noche en el Ibón de la Llardaneta.
La tercera etapa es la subida al Posets. Es una etapa de descanso, ya que dejamos buena parte del material en el Ibón de la Llardaneta y no es mucho el desnivel acumulado que debemos vencer. Tomamos el sendero clásico de ascenso al Posets desde el Refugio de Ángel Arús, justo a la altura de la base de la Canal Fonda, donde nos cramponamos hasta el collado del Diente de la Llardana. Hacemos cumbre y descendemos por la Forau de la Neu, con mucho cuidado al tomarla desde el collado, ya que este año es una pendiente de nieve hasta la misma base del barranco, al principio con considerable inclinación.
El cuarto día trasponemos desde el Ibon de la Llardaneta a la Ibón Royo, justo en la base del Pico Veteranos. Este es un día complicado y alejado de las rutas convencionales. Pasamos por el Collado de Tuca Alta, Glaciar del Posets y descendemos el Barranco de Paúl desde su collado. Cuando vemos que estamos a la altura suficiente para evitar las paredes del Veteranos comenzamos una travesía horizontal para retomar el ascenso al Ibón Royo en cuanto vemos el cuele. Y así lo hacemos hasta volcar a la misma laguna donde pasamos la noche.
Al día siguiente subimos al Pico Veteranos, una ascensión entretenida y espectacular. Volvemos sobre nuestros pasos para recoger el material y continuar hacia el Refugio de Estós, al que llegamos por el tramo de GR 11 que lo enlaza con el Puerto de Chistau. Este día comemos y dormimos al cobijo del refugio.
El sexto y penúltimo día tomamos el sendero que enlaza el Refugio de Estós con Ángel Arús, una variante del GR 11 que supera el Collado de Plana. Esa noche la pasamos en el agradable Ibón de Alforches.
Finalmente nos despedimos del Pirineo con un día de descenso tranquilo y soleado. Tras llegar al inicio de la pista, donde aparcan los coches, vamos buscando a nuestra derecha un ramal que baja a un puente antiguo y que vuelve a convertirse en un sendero, el mismo del que partirnos el primer día.
Indecentes y hediondos por fuera, pero con las entrañas aseadas, celebramos nuestro regreso con una buena jarra de cerveza. Empaisajados, la Montaña nos despojó por unos días de las indigencias de la urbe. ¿Recuerdas?
Waypoints
Mountain pass
0 ft
Collado de la Plana
Intersection
0 ft
Desvio
Intersection
0 ft
Desvio
Intersection
0 ft
Desvio
Waypoint
0 ft
Gran Perramo
Lake
0 ft
Ibonet de Battisielles
Lake
0 ft
Ibón d'es Leners
Lake
0 ft
Ibón de la Plana
Bridge
0 ft
Pasarela
Summit
0 ft
Pico Royo
Bridge
0 ft
Puente
Bridge
0 ft
Puente de l'Aigüeta de la Ball
Panorama
0 ft
Puerto de Chistau
Comments (1)
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Information
Easy to follow
Scenery
Difficult
Espectacular! Travesia preciosa pero muy dura. Muchisimas gracias por compartir. Un saludo!