Travesía integral Sierra Arana (Los Villares - Deifontes)
near Los Villares, Andalucía (España)
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Para muchos quizá Sierra Arana o Harana carezca de interés, les pueda parecer fea o simplemente por pertenecer a la misma unidad orográfica que las vecinas sierras integradas en el Parque Natural Sierra de Huétor y escapar de ésta figura de protección no merece ser visitada. Pero lo cierto es que Arana es una gran desconocida con una gran riqueza biológica , geológica y paisajística.
Su situación geográfica junto con la gran altitud de muchas de sus cimas, superando los 1.900 metros de altitud e incluso llegando a los 2.000 metros la hacen una inestimable atalaya. Desde aquí podemos divisar gran parte de las sierras pertenecientes tanto a la cordillera Subbética como a la Penibética, las Hoyas de Guadix y Baza, Vega de Granada....., en definitiva una buena parte de Andalucía. En pocos lugares podremos disfrutar de unas panorámicas tan vastas.
En ésta gran ruta que nos ha preparado Pedro J. Castro recorremos de forma casi íntegra la larga cuerda de esta rectilínea sierra, desde Los Villares (pedanía de la Peza y a escasos kilómetros de Darro) hasta muy cerca de la localidad de Deifontes, por un paisaje desolado , practicamente desarbolado, de embriagadora belleza, donde la roca caliza , el arisco y afilado lapiaz, el paisaje kárstico es el gran protagonista; altos y verticales tajos, finas aristas, dolinas...
Por lo tanto de gran dureza es el recorrido, no tan solo por los kilómetros (alrededor de 30) ni por los desniveles acumulados tanto positivo como negativo (unos 1.700 m y 1.800 m respectivamente), sino ante todo por el terreno que pisamos, muy incómodo y extenuante, donde en algunos tramos incluso hay que ayudarse con las manos.
¡Gracias a Pedro y Miguel por un gran día de montaña!
Para realizar ésta ruta es necesario contar con el numero suficientes de vehículos, para dejar unos donde finaliza la travesía (cerca de Deifontes) y otros donde comienza (en los Villares).
Comenzamos a caminar cerca de la pedanía de los Villares, a escasos metros de su núcleo urbano, en una intersección de caminos al norte de la misma. Allí estacionamos el vehículo.
Seguimos el camino de la izquierda ,al oeste, que enseguida se bifurca, y ahora tomamos el de la derecha, que empieza a ascender hacia el noroeste para después ir virando al noreste.
Pasamos bajo los Tajos de la Campana y al llegar al Llano de los Chozones nos encontramos con que una puerta cerrada con candado cierra el paso del camino. Pasamos por un lado de la puerta saltando un pequeño muro.
Tras seguir unos metros más por el carril nos salimos del mismo campo a través, hacia el oeste. Empieza el calvario, a partir de ahora y durante muchísimos kilómetros nos toca patear áspero e incómodo lapiaz.
Caminamos por una zona sensiblemente llana y densamente cubierta de chaparros que hay que ir sorteando. Los Tajos de la Campana quedan a nuestra izquierda. Al llegar a la zona de la Solana de los Marranos salimos de nuevo a un carril, pero el descanso para los pies dura poco, pues de nuevo caminamos campo a través, siempre siguiendo una dirección más o menos oeste, por la cuerda de ésta sierra.
Nos topamos con un vallado, por donde no cuesta mucho colar por debajo.
Llegamos a la zona del Tablazo y aunque el ascenso es relativamente suave y progresivo , las continuas dolinas que hay que sortear en éste páramo lítico hacen que de la sensación de ascenso sea más acusado.
Dejamos los Tajos de la Carihuela a nuestra izquierda y comenzamos a ascender por las Lomas de la Carihuela, asomandonos a los Tajos de los Cahorros de la Graja, donde las panorámicas son espectaculares. También dejamos a nuestra izquierda los Tajos de Calar Seco y las Solanas del Moro.
Ahora llegamos a lo que es la parte más espectacular de la ruta, el cresteo de los Riscos del Moro. La cuerda de la sierra aquí se estrecha muchísimo y por su lado derecho, el que da al norte aristeamos una fina cresta , teniendo que utilizar las manos para progresar dejando a nuestra derecha los altísimos cantiles de los Riscos del Moro, donde sobra decirlo hay que extremar mucho la precaución.
Tras los Riscos del Moro pasamos junto a los Tajos de Medialuna y ascendemos al Cerro del Jinestral, a 1.913 metros de altitud.
Seguimos hacia el oeste y toca descender del Jinestral para llegar a nuestro siguiente objetivo, el cerro Cabeza de Caballo. Hay un problema, la parte occidental del Jinestral está cortado por casi todos lados. Hay que buscar un paso, un canuto por donde descender y éste hay se encuentra hacia el suroeste. Hay que utilizar la manos y descender con precaución.
Llegamos a un collado y ascendemos el corto pero acusado repecho para llegar a la mole pétrea de la Cabeza de Caballo (1.888 m). El acceso más cómodo a su cima se encuentra en su cara norte. Las vistas son majestuosas, como casi todas las que estamos obteniendo desde la cuerda de esta sierra.
Descendemos por el mismo lugar y seguimos hacia el suroeste descendiendo al collado de Pedro Andrés.
Nuestro siguiente objetivo es el pico más elevado de sierra Arana, su montaña más carismática, la Peña de la Cruz (2.027 m), pero casi 250 metros de desnivel nos separan de ella.
El ascenso aunque no demasiado incómodo ,a estas alturas de la travesía se hace bastante penoso. Pero con paciencia y sin prisa pero sin pausa llegamos a su vértice geodésico. En buena parte de la subida hay hitos de piedras que facilitan el itinerario a seguir.
El premio no se hace esperar, las panorámicas son de ensueño, lástima que en Sierra Nevada no quede ni un ápice de nieve, porque sin duda engrandecería mucho más el espectáculo.
Tenemos que descender desde la Peña de la Cruz hasta el collado del Agua o de las Pozas y se nos plantea una interrogante ¿por la cara sur siguiendo los hitos?, ¿por el canuto? ó ¿por la pedrera?. Decidimos descender por la pedrera, en la cara oeste de la Peña, de forma divertida pero con precaución, utilizando las manos de vez en cuando.
El la fuente de las Pozas ,muy cerca del collado nos llevamos una desagradable sorpresa, de la fuente no emana agua, está canalizada en una manguera y solo hay la que está en los bebederos de los animales. Solo nos quedan 2 litros de agua para los tres y aún unos cuantos kilómetros por delante.
Decidimos continuar y en el collado del Agua paso junto a nosotros un todoterreno. Les preguntamos si conocían alguna otra fuente cerca y después de informarnos nos ofrecieron agua y unas coca colas bien fresquitas. Fueron nuestros salvadores, miembros de la organización sin ánimo de lucro SOY MONTAÑA, que estaban por allí examinándose para guías de senderismo.
¡MUCHAS GRACIAS COMPAÑEROS!
Ahora nos espera otra duro ascenso de más de 250 metros de desnivel para coronar el Cerro Telégrafos o Arana (1.977 m), pero eso sí, por un terreno mucho más cómodo y menos pedregoso.
Unas antenas afean este cerro y las vistas nuevamente espectaculares en todas direcciones.
Seguimos hacia el oeste por la cuerda; descendemos al collado del Cabrito y ascendemos al Cerro de la Tejera (1.965 m). Después casi llaneando y en pocos metros llegamos al vértice geodésico de Orduña (1.940 m), también con unas panorámicas impresionantes.
Comenzamos a descender hacia el suroeste por sendero. Llegamos al collado del Espino, donde el sendero se bifurca. Nosotros seguimos hacia el noroeste ,pasando en breves metros por la curiosa fuente del Espino, dentro de una especie de boca mina. Seguimos descendiendo por el empinadísimo sendero por la Umbría del Lastonar. Atravesamos la pista que lleva a la Cueva del Agua desde Deifontes y llegamos hasta casi el mismo lecho del arroyo de Cañada Larga.
Ahora el sendero sigue junto al lecho del arroyo hacia el oeste. Tenemos que vadear el arroyo para seguir descendiendo por su vertiente derecha hasta salir a una pista a la altura del Cerro de los Guardas.
La pista la seguimos a la izquierda hacia el sur para en unos 200 metros llegar a donde estacionamos el otro vehículo y dar por concluida esta espectacular y dura travesía.
La ruta termina en la Cañada Real de la Atalaya, a escasos kilómetros de Deifontes, donde termina el asfalto del carril que lleva a la Cueva del Agua. Un pinar situado justo en el cruce de pistas nos puede ayudar a situarnos.
Su situación geográfica junto con la gran altitud de muchas de sus cimas, superando los 1.900 metros de altitud e incluso llegando a los 2.000 metros la hacen una inestimable atalaya. Desde aquí podemos divisar gran parte de las sierras pertenecientes tanto a la cordillera Subbética como a la Penibética, las Hoyas de Guadix y Baza, Vega de Granada....., en definitiva una buena parte de Andalucía. En pocos lugares podremos disfrutar de unas panorámicas tan vastas.
En ésta gran ruta que nos ha preparado Pedro J. Castro recorremos de forma casi íntegra la larga cuerda de esta rectilínea sierra, desde Los Villares (pedanía de la Peza y a escasos kilómetros de Darro) hasta muy cerca de la localidad de Deifontes, por un paisaje desolado , practicamente desarbolado, de embriagadora belleza, donde la roca caliza , el arisco y afilado lapiaz, el paisaje kárstico es el gran protagonista; altos y verticales tajos, finas aristas, dolinas...
Por lo tanto de gran dureza es el recorrido, no tan solo por los kilómetros (alrededor de 30) ni por los desniveles acumulados tanto positivo como negativo (unos 1.700 m y 1.800 m respectivamente), sino ante todo por el terreno que pisamos, muy incómodo y extenuante, donde en algunos tramos incluso hay que ayudarse con las manos.
¡Gracias a Pedro y Miguel por un gran día de montaña!
Para realizar ésta ruta es necesario contar con el numero suficientes de vehículos, para dejar unos donde finaliza la travesía (cerca de Deifontes) y otros donde comienza (en los Villares).
Comenzamos a caminar cerca de la pedanía de los Villares, a escasos metros de su núcleo urbano, en una intersección de caminos al norte de la misma. Allí estacionamos el vehículo.
Seguimos el camino de la izquierda ,al oeste, que enseguida se bifurca, y ahora tomamos el de la derecha, que empieza a ascender hacia el noroeste para después ir virando al noreste.
Pasamos bajo los Tajos de la Campana y al llegar al Llano de los Chozones nos encontramos con que una puerta cerrada con candado cierra el paso del camino. Pasamos por un lado de la puerta saltando un pequeño muro.
Tras seguir unos metros más por el carril nos salimos del mismo campo a través, hacia el oeste. Empieza el calvario, a partir de ahora y durante muchísimos kilómetros nos toca patear áspero e incómodo lapiaz.
Caminamos por una zona sensiblemente llana y densamente cubierta de chaparros que hay que ir sorteando. Los Tajos de la Campana quedan a nuestra izquierda. Al llegar a la zona de la Solana de los Marranos salimos de nuevo a un carril, pero el descanso para los pies dura poco, pues de nuevo caminamos campo a través, siempre siguiendo una dirección más o menos oeste, por la cuerda de ésta sierra.
Nos topamos con un vallado, por donde no cuesta mucho colar por debajo.
Llegamos a la zona del Tablazo y aunque el ascenso es relativamente suave y progresivo , las continuas dolinas que hay que sortear en éste páramo lítico hacen que de la sensación de ascenso sea más acusado.
Dejamos los Tajos de la Carihuela a nuestra izquierda y comenzamos a ascender por las Lomas de la Carihuela, asomandonos a los Tajos de los Cahorros de la Graja, donde las panorámicas son espectaculares. También dejamos a nuestra izquierda los Tajos de Calar Seco y las Solanas del Moro.
Ahora llegamos a lo que es la parte más espectacular de la ruta, el cresteo de los Riscos del Moro. La cuerda de la sierra aquí se estrecha muchísimo y por su lado derecho, el que da al norte aristeamos una fina cresta , teniendo que utilizar las manos para progresar dejando a nuestra derecha los altísimos cantiles de los Riscos del Moro, donde sobra decirlo hay que extremar mucho la precaución.
Tras los Riscos del Moro pasamos junto a los Tajos de Medialuna y ascendemos al Cerro del Jinestral, a 1.913 metros de altitud.
Seguimos hacia el oeste y toca descender del Jinestral para llegar a nuestro siguiente objetivo, el cerro Cabeza de Caballo. Hay un problema, la parte occidental del Jinestral está cortado por casi todos lados. Hay que buscar un paso, un canuto por donde descender y éste hay se encuentra hacia el suroeste. Hay que utilizar la manos y descender con precaución.
Llegamos a un collado y ascendemos el corto pero acusado repecho para llegar a la mole pétrea de la Cabeza de Caballo (1.888 m). El acceso más cómodo a su cima se encuentra en su cara norte. Las vistas son majestuosas, como casi todas las que estamos obteniendo desde la cuerda de esta sierra.
Descendemos por el mismo lugar y seguimos hacia el suroeste descendiendo al collado de Pedro Andrés.
Nuestro siguiente objetivo es el pico más elevado de sierra Arana, su montaña más carismática, la Peña de la Cruz (2.027 m), pero casi 250 metros de desnivel nos separan de ella.
El ascenso aunque no demasiado incómodo ,a estas alturas de la travesía se hace bastante penoso. Pero con paciencia y sin prisa pero sin pausa llegamos a su vértice geodésico. En buena parte de la subida hay hitos de piedras que facilitan el itinerario a seguir.
El premio no se hace esperar, las panorámicas son de ensueño, lástima que en Sierra Nevada no quede ni un ápice de nieve, porque sin duda engrandecería mucho más el espectáculo.
Tenemos que descender desde la Peña de la Cruz hasta el collado del Agua o de las Pozas y se nos plantea una interrogante ¿por la cara sur siguiendo los hitos?, ¿por el canuto? ó ¿por la pedrera?. Decidimos descender por la pedrera, en la cara oeste de la Peña, de forma divertida pero con precaución, utilizando las manos de vez en cuando.
El la fuente de las Pozas ,muy cerca del collado nos llevamos una desagradable sorpresa, de la fuente no emana agua, está canalizada en una manguera y solo hay la que está en los bebederos de los animales. Solo nos quedan 2 litros de agua para los tres y aún unos cuantos kilómetros por delante.
Decidimos continuar y en el collado del Agua paso junto a nosotros un todoterreno. Les preguntamos si conocían alguna otra fuente cerca y después de informarnos nos ofrecieron agua y unas coca colas bien fresquitas. Fueron nuestros salvadores, miembros de la organización sin ánimo de lucro SOY MONTAÑA, que estaban por allí examinándose para guías de senderismo.
¡MUCHAS GRACIAS COMPAÑEROS!
Ahora nos espera otra duro ascenso de más de 250 metros de desnivel para coronar el Cerro Telégrafos o Arana (1.977 m), pero eso sí, por un terreno mucho más cómodo y menos pedregoso.
Unas antenas afean este cerro y las vistas nuevamente espectaculares en todas direcciones.
Seguimos hacia el oeste por la cuerda; descendemos al collado del Cabrito y ascendemos al Cerro de la Tejera (1.965 m). Después casi llaneando y en pocos metros llegamos al vértice geodésico de Orduña (1.940 m), también con unas panorámicas impresionantes.
Comenzamos a descender hacia el suroeste por sendero. Llegamos al collado del Espino, donde el sendero se bifurca. Nosotros seguimos hacia el noroeste ,pasando en breves metros por la curiosa fuente del Espino, dentro de una especie de boca mina. Seguimos descendiendo por el empinadísimo sendero por la Umbría del Lastonar. Atravesamos la pista que lleva a la Cueva del Agua desde Deifontes y llegamos hasta casi el mismo lecho del arroyo de Cañada Larga.
Ahora el sendero sigue junto al lecho del arroyo hacia el oeste. Tenemos que vadear el arroyo para seguir descendiendo por su vertiente derecha hasta salir a una pista a la altura del Cerro de los Guardas.
La pista la seguimos a la izquierda hacia el sur para en unos 200 metros llegar a donde estacionamos el otro vehículo y dar por concluida esta espectacular y dura travesía.
La ruta termina en la Cañada Real de la Atalaya, a escasos kilómetros de Deifontes, donde termina el asfalto del carril que lleva a la Cueva del Agua. Un pinar situado justo en el cruce de pistas nos puede ayudar a situarnos.
Waypoints
Summit
3,620 ft
Cerro de los Guardas
Mountain pass
5,851 ft
Collado de Pedro Andrés
Mountain pass
6,149 ft
Collado del Cabrito
Fountain
5,467 ft
Fuente de las Pozas
Comments (6)
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Menudo rutón, enhorabuena!
Por distancia, por desnivel, por exigencia física y por el paisaje, esta ruta se merece las cinco estrellas.
¡Enhorabuena!
Esta sierra quiero visitarla esta temporada, en cuanto que llueva algo que haga verdear la hierba.
Un saludo Alejandro.
Hola, me gustaría saber si se pasa por alguna finca privada que esté vallada,
Gracias
Hola, al principio de la ruta tuvimos que saltar un murete y después salir por una valla. Después no tuvimos que pasar por ninguna zona vallada.
Saludos.
Muchas gracias por la información, y compartir la ruta
Es un placer.
Saludos