Travesía Integral Sierra y Cintos de las Banderillas. Día 2 (de 2): Refugio Campo del Espino-CINTOS DE LAS BANDERILLAS-Borosa
near Las Canaleias, Andalucía (España)
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Viene de Travesía Integral Sierra y Cintos de las Banderillas. Día 1 (de 2): Piscifactoría Borosa-Banderillas-Refugio Campo del Espino
Impresionante e inolvidable segundo día, eje y objetivo de nuestra travesía por la Sierra de las Banderillas ya que atravesamos todos sus famosos cintos, desde el escarpadísimo Cinto de la Viñuela hasta el precioso Cinto de las Higueras, pasando por el Cinto del Fraile, la Cuesta del Picachal y la Hoyica del Jorro.
AVISOS
Antes de comenzar con la descripción, que merece ser larga por lo detallada, quiero hacer varios avisos. Es la primera vez que marco una ruta en Wikiloc como Alpinismo, pues desde que abandonamos el cómodo GR-247 hasta que llegamos al Fraile de las Banderillas, después de haber superado el Cinto de la Viñuela y medio Cinto del Fraile, la actividad que realizamos no tiene absolutamente nada que ver con el senderismo, a pesar de que no necesitamos ningún apoyo más que de unas buenas zapatillas, ni que tampoco nos vimos en ningún aprieto insalvable. Es clave analizar la ruta de forma pormenorizada (desde aquí mi agradecimiento a varios montañeros como Cózartrek, Juheguz, alsamuz y, por sobre todos ellos al gran alexandermágina, cuya descripción y fotos memoricé durante mi tiempo de diseño de la travesía). Que a nadie se le ocurra meterse en los cintos septentrionales (Viñuela y Fraile) con mal tiempo, sería un suicidio. Incluso la niebla puede resultar letal, porque el reconocimiento visual será clave para el éxito de las decisiones. Es una ruta extremadamente técnica y exigente en el plano físico. Nosotros tardamos 10 horas y estamos en muy buenas condiciones físicas, habituados a la montaña. Es preferible elegir días con más horas de luz, nosotros tuvimos que salir antes del amanecer para no tener problemas en estos cortos días invernales. No obstante, la meteorología fue perfecta ya que el día fue claro y sin viento; además, hacía un par de semanas que no llovía y los pasos complicados estaban secos. Recomiendo encarecidamente abrir esta ruta en el ordenador para hacer uso de todos los enlaces añadidos. Sobre el desnivel es posible que el GPS cometiera errores al estar tan cerca de paredes verticales y/o abismos de cientos de metros. Estimo que el desnivel positivo supera claramente los 1000, mientras que el negativo estará en torno a los 2000.
Parte 1: Desde el Refugio del Campo del Espino hasta el Cinto de la Viñuela
Como digo, salimos hora y media antes del amanecer del refugio y no soltamos en ningún momento el GR-247 hasta que empieza el rock and roll. Hacía frío, pero pronto se nos pasó aligerando el paso. Cuando llegamos a los pies de la Sierra de las Banderillas, abandonamos el GR pocos minutos antes de que el sol venciera la mole de la Sagra. Nos adentramos en un sendero cómodo los primeros metros, que busca el llamado Paso de la Soga, una especie de estrecho collado de piedra entre dos puntales de roca. Una vez pasado el paso, comienza quizá la parte más incómoda y pesada de toda la ruta, pues el acercamiento al Cinto de la Viñuela es farragoso, lento y relativamente peligroso. Realmente, no es más que bajar una empinada ladera por donde se pueda, atravesar un pinar en gran pendiente y, sobre todo, pelearse con una maraña de bojes mientras se franquea el Puntal de Franquizares, dejándolo a la izquierda. Las continuas luchas contra los bojes constituyen lo más tedioso de todo el día, por ello esta primera parte es quizá la peor. Una vez terminada la lucha, se nos abre el bestial Cinto de la Viñuela.
Parte 2: Cinto de la Viñuela
Comienzan aquí los Cintos septentrionales del Banderillas: Viñuela y Fraile. El Cinto de la Viñuela empieza tras franquear el Puntal de Franquizares y termina con un estrecho pasillo de un metro de ancho y un metro de alto, donde hay que pasar agachados. Es sin ninguna duda el más montañero de todos. Lo he dividido en dos largos donde SIEMPRE hay que elegir el cinto superior. SIEMPRE. De hecho, en todos los cintos en caso de duda siempre hay que tirar hacia arriba, aunque después haya que retroceder si no hay paso. El primer largo termina con la brutal subida al Pecho de Peña Plumera que se antoja de tránsito imposible desde la lejanía y termina siendo asequible técnicamente (evitar la pedrera central que cae al vacío), pero muy dura físicamente. Se van a repetir los momentos de duda y desazón en estos primeros dos cintos: uno piensa que es imposible pasar por ahí y, sin embargo, siempre se pasa bien. Las fotos no le hacen justicia a la majestuosidad del paraje, pero uno se hace una idea al ponerlas a pantalla completa. Lástima que tuve que usar el móvil en vertical para abarcarlo todo y entonces se pierde calidad en la imagen. Poco después de subir el Pecho de Peña Plumera, se nos abre el segundo largo del Cinto de la Viñuela. Si se han estudiado las fotos de la ruta de Alexander, entre otros, puede verse arriba la angosta fisura por donde habremos de pasar agachados. Por tanto, de nuevo la opción correcta es elegir la repisa superior. El paso referido, llamado por algunos Paso del Durillo, no tiene más dificultad que sus dimensiones: un metro de alto y uno de ancho. A la izquierda y arriba la roca, a la derecha el vacío, pero varias piedras te protegen de él en casi todo momento. Pongo fin a este primer cinto en este paso, pues una vez superado ya puede verse cómo despunta el Fraile de las Banderillas y, por tanto, considero que en este punto comienza el siguiente cinto.
Parte 3: Cinto del Fraile
El primer largo del Cinto del Fraile es, probablemente, aquel que más desasosiego produce al observarlo de lejos pues el cerebro no entiende cómo se va a pasar por donde se supone que tienes que hacerlo (de nuevo por arriba). A lo lejos parece que irás colgado del vacío, pero cuando te vas acercando vas apreciando la anchura del cinto. El paso es incluso sencillo por él a pesar de que hay que poner todas las precauciones como en el cinto anterior. Una vez superado este primer largo, el cinto se ensancha claramente y lo más complicado fue la pelea con una bojeda en la que debimos ir más a la derecha de lo que lo hicimos. Llegamos al pie del Fraile de las Banderillas y el camino se facilita aún más. Por tanto, considero que este cinto es mixto, ya que en su primer largo la cabeza te juega malas pasadas hasta que estás dentro; pero su segunda parte es de lo más cómodo. Alargo este cinto hasta el Paso de la Espinareja (donde se llega desde el Tranco del Perro y que no vamos a utilizar hoy), justo antes de empezar a bajar la Cuesta del Pinachal. En esta zona está el tornajo del Cenajo de los Robles, donde podemos reponer agua. Por este punto subimos ayer a la Cuerda del Banderillas.
Parte 4: Cuesta del Picachal, Puntal de las Cabras y Hoyica del Jorro
A partir de aquí comienzan los cintos meridionales del Banderillas y volvemos al senderismo. El paso siempre es claro y lo más técnico será atravesar alguna sencilla pedrera que no reviste ninguna dificultad, más después de lo ya atravesado; y también alguna leve disputa con bojedas de bajo porte, de nuevo comparadas con las primeras que tuvimos que superar en los cintos septentrionales. Las bajadas son mucho más acusadas que las subidas, casi siempre desprovistas de vegetación pero no por ello menos espectaculares cuando echamos la vista atrás. La primera bajada es, precisamente, la enorme Cuesta del Picachal. Después una leve subida al Puntal de las Cabras, donde tenemos una preciosa panorámica a todos los cintos que quedan: La Hoyica del Jorro, vigilado por el inmenso Peñón del Castellón y, a lo lejos, el Cinto de las Higueras también vigilado por el Peñón del Haza de abajo. Bonita estampa del gran Castellón con la subida poblada de vegetación de la Hoyica.
Parte 5: Cinto de las Higueras
Arriba de la Hoyica del Jorro no esperamos un nuevo bajadón. No obstante, la panorámica durante la bajada del Cinto de las Higueras es inolvidable. Este cinto con los antiguos bancales de cultivo y el Picón del Haza de Abajo como rey y señor, me recuerda vagamente al Machu Pichu. Es el más verde de todos y quizá el más pintoresco. Por él corren multitud de arroyos (algunos incluso en verano) donde podemos reponer agua. Estos arroyos se despeñan por los tajos que van a parar al Sendero del Borosa, formando esas cascadillas tan llamativas que disfrutaremos en la última parte de esta ruta. Bordeamos sin ningún problema en Picón del Haza por la derecha y después de algunos cientos de metros de sencillas bajadas enlazamos con el Río Borosa y su archiconocido sendero.
Parte 6: Río Borosa
No por conocido y transitado, el Sendero del Borosa desentona en este track, ni mucho menos, siempre una delicia por muchas veces que lo disfrutes. Enlazamos entre el túnel y el nacimiento. Hoy estábamos muertos y no nos acercamos al nacimiento, que queda a menos de medio km a la izquierda de donde llegamos de los cintos. Pasamos los dos túneles (aconsejable frontal), encharcados en el día de hoy, sobre todo el segundo. Pasa justo una persona entre la pared y la acequia, por lo que cuando coincides con otro en sentido opuesto hay que hacer malabarismos para pasar sin dejarte los cuernos en la cueva. Pasado el segundo túnel, inicio la bajada hasta el Salto de los Órganos, hoy majestuoso. Esta cascada es la más espectacular y la más alta, pero hoy contamos más de diez saltos dignos de ser fotografiados antes de llegar a la central eléctrica. Desde aquí, el sendero se hace pista ancha hasta el final. Siempre llamativo el tramo de pasarelas de la Cerrada de Elías. Hoy no había mucha gente en el Borosa para lo que suele ser habitual, pero por lo menos adelantamos a 100 personas. Después de 10 horas hoy y 8 ayer, llegamos por fin a la piscifactoría, inicio y fin de esta travesía de dos días que quedará marcada para siempre en nuestra memoria montañera.
Impresionante e inolvidable segundo día, eje y objetivo de nuestra travesía por la Sierra de las Banderillas ya que atravesamos todos sus famosos cintos, desde el escarpadísimo Cinto de la Viñuela hasta el precioso Cinto de las Higueras, pasando por el Cinto del Fraile, la Cuesta del Picachal y la Hoyica del Jorro.
AVISOS
Antes de comenzar con la descripción, que merece ser larga por lo detallada, quiero hacer varios avisos. Es la primera vez que marco una ruta en Wikiloc como Alpinismo, pues desde que abandonamos el cómodo GR-247 hasta que llegamos al Fraile de las Banderillas, después de haber superado el Cinto de la Viñuela y medio Cinto del Fraile, la actividad que realizamos no tiene absolutamente nada que ver con el senderismo, a pesar de que no necesitamos ningún apoyo más que de unas buenas zapatillas, ni que tampoco nos vimos en ningún aprieto insalvable. Es clave analizar la ruta de forma pormenorizada (desde aquí mi agradecimiento a varios montañeros como Cózartrek, Juheguz, alsamuz y, por sobre todos ellos al gran alexandermágina, cuya descripción y fotos memoricé durante mi tiempo de diseño de la travesía). Que a nadie se le ocurra meterse en los cintos septentrionales (Viñuela y Fraile) con mal tiempo, sería un suicidio. Incluso la niebla puede resultar letal, porque el reconocimiento visual será clave para el éxito de las decisiones. Es una ruta extremadamente técnica y exigente en el plano físico. Nosotros tardamos 10 horas y estamos en muy buenas condiciones físicas, habituados a la montaña. Es preferible elegir días con más horas de luz, nosotros tuvimos que salir antes del amanecer para no tener problemas en estos cortos días invernales. No obstante, la meteorología fue perfecta ya que el día fue claro y sin viento; además, hacía un par de semanas que no llovía y los pasos complicados estaban secos. Recomiendo encarecidamente abrir esta ruta en el ordenador para hacer uso de todos los enlaces añadidos. Sobre el desnivel es posible que el GPS cometiera errores al estar tan cerca de paredes verticales y/o abismos de cientos de metros. Estimo que el desnivel positivo supera claramente los 1000, mientras que el negativo estará en torno a los 2000.
Parte 1: Desde el Refugio del Campo del Espino hasta el Cinto de la Viñuela
Como digo, salimos hora y media antes del amanecer del refugio y no soltamos en ningún momento el GR-247 hasta que empieza el rock and roll. Hacía frío, pero pronto se nos pasó aligerando el paso. Cuando llegamos a los pies de la Sierra de las Banderillas, abandonamos el GR pocos minutos antes de que el sol venciera la mole de la Sagra. Nos adentramos en un sendero cómodo los primeros metros, que busca el llamado Paso de la Soga, una especie de estrecho collado de piedra entre dos puntales de roca. Una vez pasado el paso, comienza quizá la parte más incómoda y pesada de toda la ruta, pues el acercamiento al Cinto de la Viñuela es farragoso, lento y relativamente peligroso. Realmente, no es más que bajar una empinada ladera por donde se pueda, atravesar un pinar en gran pendiente y, sobre todo, pelearse con una maraña de bojes mientras se franquea el Puntal de Franquizares, dejándolo a la izquierda. Las continuas luchas contra los bojes constituyen lo más tedioso de todo el día, por ello esta primera parte es quizá la peor. Una vez terminada la lucha, se nos abre el bestial Cinto de la Viñuela.
Parte 2: Cinto de la Viñuela
Comienzan aquí los Cintos septentrionales del Banderillas: Viñuela y Fraile. El Cinto de la Viñuela empieza tras franquear el Puntal de Franquizares y termina con un estrecho pasillo de un metro de ancho y un metro de alto, donde hay que pasar agachados. Es sin ninguna duda el más montañero de todos. Lo he dividido en dos largos donde SIEMPRE hay que elegir el cinto superior. SIEMPRE. De hecho, en todos los cintos en caso de duda siempre hay que tirar hacia arriba, aunque después haya que retroceder si no hay paso. El primer largo termina con la brutal subida al Pecho de Peña Plumera que se antoja de tránsito imposible desde la lejanía y termina siendo asequible técnicamente (evitar la pedrera central que cae al vacío), pero muy dura físicamente. Se van a repetir los momentos de duda y desazón en estos primeros dos cintos: uno piensa que es imposible pasar por ahí y, sin embargo, siempre se pasa bien. Las fotos no le hacen justicia a la majestuosidad del paraje, pero uno se hace una idea al ponerlas a pantalla completa. Lástima que tuve que usar el móvil en vertical para abarcarlo todo y entonces se pierde calidad en la imagen. Poco después de subir el Pecho de Peña Plumera, se nos abre el segundo largo del Cinto de la Viñuela. Si se han estudiado las fotos de la ruta de Alexander, entre otros, puede verse arriba la angosta fisura por donde habremos de pasar agachados. Por tanto, de nuevo la opción correcta es elegir la repisa superior. El paso referido, llamado por algunos Paso del Durillo, no tiene más dificultad que sus dimensiones: un metro de alto y uno de ancho. A la izquierda y arriba la roca, a la derecha el vacío, pero varias piedras te protegen de él en casi todo momento. Pongo fin a este primer cinto en este paso, pues una vez superado ya puede verse cómo despunta el Fraile de las Banderillas y, por tanto, considero que en este punto comienza el siguiente cinto.
Parte 3: Cinto del Fraile
El primer largo del Cinto del Fraile es, probablemente, aquel que más desasosiego produce al observarlo de lejos pues el cerebro no entiende cómo se va a pasar por donde se supone que tienes que hacerlo (de nuevo por arriba). A lo lejos parece que irás colgado del vacío, pero cuando te vas acercando vas apreciando la anchura del cinto. El paso es incluso sencillo por él a pesar de que hay que poner todas las precauciones como en el cinto anterior. Una vez superado este primer largo, el cinto se ensancha claramente y lo más complicado fue la pelea con una bojeda en la que debimos ir más a la derecha de lo que lo hicimos. Llegamos al pie del Fraile de las Banderillas y el camino se facilita aún más. Por tanto, considero que este cinto es mixto, ya que en su primer largo la cabeza te juega malas pasadas hasta que estás dentro; pero su segunda parte es de lo más cómodo. Alargo este cinto hasta el Paso de la Espinareja (donde se llega desde el Tranco del Perro y que no vamos a utilizar hoy), justo antes de empezar a bajar la Cuesta del Pinachal. En esta zona está el tornajo del Cenajo de los Robles, donde podemos reponer agua. Por este punto subimos ayer a la Cuerda del Banderillas.
Parte 4: Cuesta del Picachal, Puntal de las Cabras y Hoyica del Jorro
A partir de aquí comienzan los cintos meridionales del Banderillas y volvemos al senderismo. El paso siempre es claro y lo más técnico será atravesar alguna sencilla pedrera que no reviste ninguna dificultad, más después de lo ya atravesado; y también alguna leve disputa con bojedas de bajo porte, de nuevo comparadas con las primeras que tuvimos que superar en los cintos septentrionales. Las bajadas son mucho más acusadas que las subidas, casi siempre desprovistas de vegetación pero no por ello menos espectaculares cuando echamos la vista atrás. La primera bajada es, precisamente, la enorme Cuesta del Picachal. Después una leve subida al Puntal de las Cabras, donde tenemos una preciosa panorámica a todos los cintos que quedan: La Hoyica del Jorro, vigilado por el inmenso Peñón del Castellón y, a lo lejos, el Cinto de las Higueras también vigilado por el Peñón del Haza de abajo. Bonita estampa del gran Castellón con la subida poblada de vegetación de la Hoyica.
Parte 5: Cinto de las Higueras
Arriba de la Hoyica del Jorro no esperamos un nuevo bajadón. No obstante, la panorámica durante la bajada del Cinto de las Higueras es inolvidable. Este cinto con los antiguos bancales de cultivo y el Picón del Haza de Abajo como rey y señor, me recuerda vagamente al Machu Pichu. Es el más verde de todos y quizá el más pintoresco. Por él corren multitud de arroyos (algunos incluso en verano) donde podemos reponer agua. Estos arroyos se despeñan por los tajos que van a parar al Sendero del Borosa, formando esas cascadillas tan llamativas que disfrutaremos en la última parte de esta ruta. Bordeamos sin ningún problema en Picón del Haza por la derecha y después de algunos cientos de metros de sencillas bajadas enlazamos con el Río Borosa y su archiconocido sendero.
Parte 6: Río Borosa
No por conocido y transitado, el Sendero del Borosa desentona en este track, ni mucho menos, siempre una delicia por muchas veces que lo disfrutes. Enlazamos entre el túnel y el nacimiento. Hoy estábamos muertos y no nos acercamos al nacimiento, que queda a menos de medio km a la izquierda de donde llegamos de los cintos. Pasamos los dos túneles (aconsejable frontal), encharcados en el día de hoy, sobre todo el segundo. Pasa justo una persona entre la pared y la acequia, por lo que cuando coincides con otro en sentido opuesto hay que hacer malabarismos para pasar sin dejarte los cuernos en la cueva. Pasado el segundo túnel, inicio la bajada hasta el Salto de los Órganos, hoy majestuoso. Esta cascada es la más espectacular y la más alta, pero hoy contamos más de diez saltos dignos de ser fotografiados antes de llegar a la central eléctrica. Desde aquí, el sendero se hace pista ancha hasta el final. Siempre llamativo el tramo de pasarelas de la Cerrada de Elías. Hoy no había mucha gente en el Borosa para lo que suele ser habitual, pero por lo menos adelantamos a 100 personas. Después de 10 horas hoy y 8 ayer, llegamos por fin a la piscifactoría, inicio y fin de esta travesía de dos días que quedará marcada para siempre en nuestra memoria montañera.
Waypoints
Intersection
4,209 ft
Enlace con sendero del Borosa. Izquierda 300 metros al nacimiento. Derecha vuelta.
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