Travesía Invernal de la Mujer Muerta 50 aniversario

Este año se celebraba el 50 aniversario de la travesía invernal de la mujer muerta, organizada por el grupo de montaña Diego de Ordás, por lo que nos animamos un año más, a participar en la misma.
La ruta parte desde La Losa, con una fuerte subida que salva un desnivel de alrededor de 1000 metros de desnivel positivo, en 7 kilómetros, el desnivel más fuerte se salva en la parte cubierta de pinos, nos deja en el inicio del canchal, para ascender al Cerro de la Muela 2153m, atravesar las Canchas de Cereceda, que este año no tenían ni gota de nieve, por lo que subimos de piedra en piedra, con zonas incomodas por el movimiento de las mismas.
La subida fue entretenida, pudimos disfrutar las vistas hacia Segovia, palacio de Riofrío, etc.
Desde el Cerro de la Muela nos dirigimos hasta la cima de La Pinareja 2197m, cabeza de la mujer muerta, donde hicimos una parada para echar un trago, y comer un poco de chocolate, y algo de fruta, y disfrutamos las vistas que nos ofrece hacía los pantanos de la Garganta del Río Moros, Peña El Águila, Montón de Trigo y demás cumbres que nos rodean.
Continuamos hasta Peña el Oso 2196m, que se corresponde con las manos sobre la barriga de la mujer muerta, desde allí, bajamos pasando por el pico de Pasapán 2005m, lo que serían los pies de la mujer, hasta el collado del mismo nombre 1845m, donde había otro punto de control de la ruta, y nos ofertaron un polvorón, para coger energías y subir la rampa hasta el alto de las Peñas de la Majada, con 1997 metros.
Poco después de coronar las Peñas de la Majada, decidimos buscar un lugar junto a la vaya de piedra, a resguardo del viento, para dar cuenta del merecido bocadillo.
Desde aquí, iniciamos el descenso pasando por Majada Pielera, el Carmochín 1932m, Quintanar, hasta el Collado Mayor 1563m, este año el puesto de control en lugar de estar en la torreta como otros años, estaba unos metros antes, al otro lado de la vaya, sellamos , e iniciamos la bajada que nos llevará hasta la estación de tren de Otero de Herreros, donde se da por concluida la ruta, compartiendo charla con los participantes, y degustando jamón, queso, y demás picoteo ofertado por la organización, que en esta ocasión nos obsequió con un pin conmemorativo del 50 aniversario.