Travesía Trevélez, Alto del Chorrillo, Mulhacén, Vasar, Puntal y cañada de Siete Lagunas, la Campiñuela (Sierra Nevada)
near Trevélez, Andalucía (España)
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Trail photos
Itinerary description
Travesía circular, que partiendo del Barrio Alto de Trevélez, nos permite hacer cumbre en el techo peninsular, Mulhacén (3.479m), por la vía directa desde el Alto del Chorrillo, previo paso por el vértice secundario del Mulhacén II (3.361m). Dibujaremos la circular recorriendo la impresionante balconada del Vasar del Mulhacén, volviendo a la vertiente sur de la sierra sobre el Puntal de Siete Lagunas (3.251m).
Cerramos el trazado recorriendo la amplia cañada de Siete Lagunas y sus Chorreras Negras, volviendo a caminar sobre la red de veredas que se adentran en el valle del río Trévelez, esta vez por los prados de la Campiñuela, finalizando las andanzas de nuevo por el Barrio Medio de vuelta a Trévelez.
Es un trazado exigente a nivel físico, añadiendo la travesía expuesta sobre el Vasar del Mulhacén, por lo demás no reviste complejidad salvo la distancia y desnivel a superar en una misma jornada. Siempre queda la opción se pernoctar el la Caldera o Siete Lagunas, rebajando con creces la exigencia física de la ruta.
Iniciamos la caminata en la Plaza del Barrio Medio, a primera hora no tendremos problema en estacionar en el aparcamiento calle abajo. Desde aquí pronto abandonamos las callejuelas del Barrio Alto por la vereda que nos lleva a Capileira.
Tendremos por delante el interminable ascenso al Alto del Chorrillo, con las lomas de la sierra teñidas de ocres y amarillos salvo las pinceladas verdes en los pasos sobre río Chico a las puertas de Trévelez, y por las acequias de Enmedio y Alta, una vez ganamos altura.
A medio camino, las solitarias ruinas del Cortijo del Chorrillo nos presagian del último y fuerte ascenso hasta la loma del Alto del Chorrillo. Aquí ganaremos las primeras vistas de las vertientes de los ríos Trévelez y Poqueira, pisando por unos metros la pista forestal que sube desde la Hoya del Portillo, lugar de partida del resto de caminantes, bastante más frescos físicamente, que nos encontraremos durante el ascenso directo al Mulhacén.
Ahora, la vereda se traza sobre la Loma del Mulhacén, sólo con el aliciente de la línea del horizonte dibujada por las cumbres al oeste de nuestra posición, culminado con la silueta del pico Veleta. Sumidos en la monotonía, nos vamos acercando al vértice geodésico del Mulhacén II, cambia nuestro firme y pasamos a caminar por la roca cimera del macizo.
Dejamos atrás el vértice y atacamos el ascenso final del Mulhacén, ya a la vista, y del que nos separa una corta subida sin perder de vista la cumbre.
Una vez arriba, las vistas otoñales de la sierra, tintadas con el amplio abanico de ocres y marrones de la fecha, y de las que no nos cansaremos de disfrutar en cada ascenso.
Corta para técnica para reponer fuerzas tras la ardua subida y seguimos con nuestros planes, descendiendo por la acusada vereda que nos baja a la Caldera. Nosotros iremos virando hacia la arista oeste del Mulhacén, hacia la puerta de entrada del Vasar del Mulhacén.
Siempre sobrecogedora la cara norte del Mulhacén, hoy con el único y peculiar toque de color de la Laguna de la Mosca. Al frente, bajo las abruptas paredes de la Alcazaba y los Puntales de la Cornisa y Siete Lagunas, la magnífica balconada del Vasar del Mulhacén.
Nos adentramos en su escueta traza, desafiando a cada paso el vertiginoso paseo bajo la norte.
A nuestro paso, la inagotable Fuente del Mulhacén, ya con sus regajos formando escarcha ante el vaticinio del invierno venidero, nos marca el ecuador de su tránsito.
Vamos dejando atrás la norte y la arista noreste del Mulhacén a la par que enlazamos con el desmoronado Canuto del Puntal de Siete Lagunas. Vía de acceso que nos llevará hasta su collado, divisoria de aguas que nos brinda un corto ascenso al Puntal de Siete Lagunas, atalaya natural sobre su amplia cañada que vuelca al sur.
Descendemos por la cañada pegados a los borreguiles de la Laguna de Culo de Perro, virando en la parte final hacia orillas de la Laguna Hondera, una de las más visitadas y pintorescas de la sierra. Su desagüe al sur, forma las espectaculares Chorreras Negras, dando nacimiento algo más abajo al río Culo de Perro.
Nuestra vereda desciende junto a las chorreras hasta, llegado el momento, vadear sus aguas y enfilar el descenso a Trévelez.
Aquí parece no haber pisado el otoño, pintada la cabecera del valle de tonos primaverales.
Nos movemos hacia el sur, la cómoda senda desciende a tramos suavemente hasta las inmediaciones del Refugio/Vivac de la Campiñuela. Desde sus verde prados, entre tramos de descenso más acusados y otros más livianos, descendemos cómodamente hacia el pueblo.
Volvemos a Trévelez por los huertos del valle y entramos por las callejuelas del Barrio Medio, dando por concluida nuestra travesía.
Nos vemos en las montañas.
Cerramos el trazado recorriendo la amplia cañada de Siete Lagunas y sus Chorreras Negras, volviendo a caminar sobre la red de veredas que se adentran en el valle del río Trévelez, esta vez por los prados de la Campiñuela, finalizando las andanzas de nuevo por el Barrio Medio de vuelta a Trévelez.
Es un trazado exigente a nivel físico, añadiendo la travesía expuesta sobre el Vasar del Mulhacén, por lo demás no reviste complejidad salvo la distancia y desnivel a superar en una misma jornada. Siempre queda la opción se pernoctar el la Caldera o Siete Lagunas, rebajando con creces la exigencia física de la ruta.
Iniciamos la caminata en la Plaza del Barrio Medio, a primera hora no tendremos problema en estacionar en el aparcamiento calle abajo. Desde aquí pronto abandonamos las callejuelas del Barrio Alto por la vereda que nos lleva a Capileira.
Tendremos por delante el interminable ascenso al Alto del Chorrillo, con las lomas de la sierra teñidas de ocres y amarillos salvo las pinceladas verdes en los pasos sobre río Chico a las puertas de Trévelez, y por las acequias de Enmedio y Alta, una vez ganamos altura.
A medio camino, las solitarias ruinas del Cortijo del Chorrillo nos presagian del último y fuerte ascenso hasta la loma del Alto del Chorrillo. Aquí ganaremos las primeras vistas de las vertientes de los ríos Trévelez y Poqueira, pisando por unos metros la pista forestal que sube desde la Hoya del Portillo, lugar de partida del resto de caminantes, bastante más frescos físicamente, que nos encontraremos durante el ascenso directo al Mulhacén.
Ahora, la vereda se traza sobre la Loma del Mulhacén, sólo con el aliciente de la línea del horizonte dibujada por las cumbres al oeste de nuestra posición, culminado con la silueta del pico Veleta. Sumidos en la monotonía, nos vamos acercando al vértice geodésico del Mulhacén II, cambia nuestro firme y pasamos a caminar por la roca cimera del macizo.
Dejamos atrás el vértice y atacamos el ascenso final del Mulhacén, ya a la vista, y del que nos separa una corta subida sin perder de vista la cumbre.
Una vez arriba, las vistas otoñales de la sierra, tintadas con el amplio abanico de ocres y marrones de la fecha, y de las que no nos cansaremos de disfrutar en cada ascenso.
Corta para técnica para reponer fuerzas tras la ardua subida y seguimos con nuestros planes, descendiendo por la acusada vereda que nos baja a la Caldera. Nosotros iremos virando hacia la arista oeste del Mulhacén, hacia la puerta de entrada del Vasar del Mulhacén.
Siempre sobrecogedora la cara norte del Mulhacén, hoy con el único y peculiar toque de color de la Laguna de la Mosca. Al frente, bajo las abruptas paredes de la Alcazaba y los Puntales de la Cornisa y Siete Lagunas, la magnífica balconada del Vasar del Mulhacén.
Nos adentramos en su escueta traza, desafiando a cada paso el vertiginoso paseo bajo la norte.
A nuestro paso, la inagotable Fuente del Mulhacén, ya con sus regajos formando escarcha ante el vaticinio del invierno venidero, nos marca el ecuador de su tránsito.
Vamos dejando atrás la norte y la arista noreste del Mulhacén a la par que enlazamos con el desmoronado Canuto del Puntal de Siete Lagunas. Vía de acceso que nos llevará hasta su collado, divisoria de aguas que nos brinda un corto ascenso al Puntal de Siete Lagunas, atalaya natural sobre su amplia cañada que vuelca al sur.
Descendemos por la cañada pegados a los borreguiles de la Laguna de Culo de Perro, virando en la parte final hacia orillas de la Laguna Hondera, una de las más visitadas y pintorescas de la sierra. Su desagüe al sur, forma las espectaculares Chorreras Negras, dando nacimiento algo más abajo al río Culo de Perro.
Nuestra vereda desciende junto a las chorreras hasta, llegado el momento, vadear sus aguas y enfilar el descenso a Trévelez.
Aquí parece no haber pisado el otoño, pintada la cabecera del valle de tonos primaverales.
Nos movemos hacia el sur, la cómoda senda desciende a tramos suavemente hasta las inmediaciones del Refugio/Vivac de la Campiñuela. Desde sus verde prados, entre tramos de descenso más acusados y otros más livianos, descendemos cómodamente hacia el pueblo.
Volvemos a Trévelez por los huertos del valle y entramos por las callejuelas del Barrio Medio, dando por concluida nuestra travesía.
Nos vemos en las montañas.
Waypoints
Waypoint
5,180 ft
Barrio Alto
Waypoint
5,155 ft
Dique de río Chico
Waypoint
5,572 ft
Acequia de Enmedio
Waypoint
7,273 ft
Ruinas Cortijo del Chorrillo
Waypoint
8,771 ft
Pista del Alto del Chorrillo
Waypoint
10,989 ft
Mulhacén II, 3.361m
Waypoint
9,506 ft
Vereda y desagüe a Chorreras Negras
Waypoint
9,124 ft
Desagüe de Culo de Perro
Comments (2)
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Impresionante ruta, Carlos. La segunda ascensión más dura al Mulhacén en una sola jornada, después de la vertiente norte desde la Vereda de la Estrella. Algún día me animaré a hacerla. Y preciosas fotos. Parece que has cambiado de cámara, tienen mejor calidad. Nos vemos en el camino.
Gracias Kminante!!!!
Desde la Estrella me la guardo para el año que viene, ahora ya deseando de pisar algo de nieve.
Lo cierto que en estas fechas a mucha gente no le gusta Sierra Nevada porque dice que es todo piedra y seco....la suerte es que para "algunos" este abanico de ocres nos resulta fascinante y nos reta a mostrarlos tal y como nosotros lo vemos.
Ya nos pondremos de acuerdo un día de estos.
Un abrazo compañero.