Ventura, Río Lanjarón, Laguna de Nájera y Refugio del Caballo (Invernal en Sierra Nevada)
near Lanjarón, Andalucía (España)
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Itinerary description
Trazado circular que nos llevará a adentrarnos en el Parque Nacional de Sierra Nevada desde el extremo de su cuerda suroeste.
La idea es, desde el camino de acceso al paraje del Refugio Ventura (ruinas), recorrer tras el refugio la Acequia Alta hasta su toma en el corazón del Valle del río Lanjarón.
Tras remontar parte de su curso, cambiamos el rumbo hacia la Laguna de Nájera, continuando hasta el Refugio y Laguna del Caballo.
Desestimamos el ascenso hacia el Cerro del Caballo por las fuertes rachas de viento del norte (80/100 km/h) que barren la nieve en cumbre y arremete inclemente ladera abajo haciendo prácticamente imposible caminar erguidos.
Como alternativa, completamos el trayecto invernal por la vereda que conduce hacia los restos del Refugio de Lanjarón, pegados a la vertical del Cerro del Caballo en su caída al río Lanjarón.
Cerramos la estirada circular en descenso por la Loma del Caballo y la Cuerda de Lanjarón, pasando en los últimos metros junto a Peña Caballera.
Ruta realizada el domingo 5 de diciembre de 2021.
En esta ocasión quería caminar hacia el Cerro del Caballo desde la vertiente del río Lanjarón, dejando de lado los puntos de partida más reconocidos en el mirador de la Rinconada de Nigüelas y el Posteruelo.
Tras asegurar sobre mapa el camino de acceso en turismo (no 4x4) desde Lanjarón, a primera hora dejamos nuestro coche unas decenas de metros antes de la cadena que corta el paso hacia el paraje del Refugio Ventura (en ruinas).
Este camino, en buen estado para un turismo, parte desde la derivación a la entrada a Lanjarón a la altura del Museo de la Miel. Tras infinidad de giros y sin dejar lo que parece siempre la opción principal durante unos 16km, alcanzamos los límites del Parque Nacional.
Marcamos nuestro inicio en la última curva del camino antes de la cadena, justo lugar donde se incorpora la rodada que desciende bruscamente desde Peña Caballera y que será nuestra vía de escape.
Comenzamos ya a caminar en continuidad por la pista forestal encarando la Loma de Cáñas al otro lado del valle, pronto dejamos atrás la cadena de acceso y viramos nuestro rumbo paralelos al valle. Ya aparecen a lo lejos las cumbres del Cerro del Caballo y Cerrillo Redondo, encajonando al río Lanjarón con las primeras nieves de la temporada invernal.
Vamos dando cuenta del viento norte que arrecia en la ladera, por lo que tendremos en cuenta en cada marcaje del trazado lo expuesto que estaremos a las fuertes rachas que no nos darán tregua a lo largo del día.
Primero minutos de cómodo camino, atentos en un viraje para desdoblar el paso por el sendero que viene de Tello hacia Ventura. Igual de llevadero resulta esta traza que nos deja a puertas de las ruinas del Refugio Ventura. Vistas inmensas del valle del Lanjarón hacia el sur y el norte, quedando patente el largo trecho que tenemos por delante.
Continuamos en ascenso unos metros por la senda balizada que sube hacia la Loma del Caballo, pero cuando ésta cruza sobre la trocha de la Acequia Alta viramos aguas arriba por la senda de la acequia (seca).
Sobre la acequia nos acercaremos al encajonado barranco del Lanjarón, ganando terreno rápidamente con el leve ascenso típico de las acequias nevadenses, casi imperceptibles a la marcha.
La toma de la acequia será nuestra puesta de entrada al corazón del río Lanjarón, donde sólo tendremos que tener en cuenta en nuestro camino los metros finales, donde la acequia se aferra a la acusada ladera y donde cruzaremos alguna zona de nacimientos, no encontrando en esta ocasión hielo o neveros que nos compliquen el paso.
Una vez alcanzamos el dique en el cauce del río nos quedamos sobre la senda que remonta su curso a nuestra izquierda, con poca nieve y donde no encontramos escollo alguno.
El Lanjarón ya empieza a ocultarse bajo la nieve, por lo que disfrutaremos de su metamorfosis y contraste en su cambio invernal. Algunos saltos de agua adornarán la marcha río arriba mientras caminamos a la espera de nuestro viraje.
Y será en un remanso del valle, a la altura de una pequeña cascada hoy completamente cubierta de hielo, donde apuntaremos nuestro abordaje a la Laguna de Nájera.
Según avanzamos se va afianzando el manto de nieve que ya no dejaremos atrás hasta bien pasada la Loma del Caballo.
El fuerte viento barre la nieve sin transformar que nos rodea y vuelca sobre nosotros en fortísimas ráfagas desde la cuerda de Tajos Altos. Nos deja claro que desistiremos del ascenso a cumbre del Cerro del Caballo, pero aún nos queda alcanzar su refugio y abandonar cotas altas de la sierra sufriendo la implacable ventolera.
Pasamos junto a la helada Laguna de Nájera, buscando el dibujo de su contorno y enfilamos la aproximación al Refugio de Lanjarón, que hoy bien hace honor a su nombre.
Hoy es parada obliga a su resguardo para recomponernos de la dura marcha, entrar en calor y barajar lo que sigue en la marcha, aunque no habrá dudas en optar por la salida directa hacia la Loma del Caballo por la vereda del Refugio de Lanjarón (ruinas).
Tras atisbar el tramo visible de la vereda desde el resguardo del refugio, adivinamos su paso asequible aunque iremos atentos a la nieve que barre el viento desde cumbre y alguna que otra pequeña roca empujada ladera abajo. Serán unos metros tensos que nos sacaremos de encima todo lo rápido posible.
Una vez sobrepasamos el espolón del Caballo, nuestro paso se abre y la vereda queda libre de todo riesgo exceptuando el viento racheado que ahora nos pega de costado.
Paso rápido junto a los restos del Refugio de Lanjarón y continuamos por la difusa trocha que recorre la loma, a veces ayudados por pequeños hitos, otras veces por la directa sobre el escueto manto de nieve que persiste.
Perdemos altura de forma continua pero no muy acusada, perdiendo la difusa senda en algunos momentos, pero más adelante enlazamos con la marcada rodada que ya no dejaremos en lo que queda de vuelta.
Casi no podemos caminar erguidos por el fortísimo viento sostenido, a rachas imposible, negados a mantenernos en pie y obligándonos a agazaparnos durante unos segundo para recomponer el paso una y otra vez.
Cerramos el circuito sobre la alargada y anodina Cuerda de Lanjarón, pasando junto al Cerro de los Cocones, sobre los Tajillos y bajo el vértice geodésico de Peña Caballera.
Últimas centenas de metros en descenso por la fuerte pendiente que forma la rodada que nos devuelve hasta el camino de Ventura mientras cae la tarde.
Nos vemos en las montañas.
La idea es, desde el camino de acceso al paraje del Refugio Ventura (ruinas), recorrer tras el refugio la Acequia Alta hasta su toma en el corazón del Valle del río Lanjarón.
Tras remontar parte de su curso, cambiamos el rumbo hacia la Laguna de Nájera, continuando hasta el Refugio y Laguna del Caballo.
Desestimamos el ascenso hacia el Cerro del Caballo por las fuertes rachas de viento del norte (80/100 km/h) que barren la nieve en cumbre y arremete inclemente ladera abajo haciendo prácticamente imposible caminar erguidos.
Como alternativa, completamos el trayecto invernal por la vereda que conduce hacia los restos del Refugio de Lanjarón, pegados a la vertical del Cerro del Caballo en su caída al río Lanjarón.
Cerramos la estirada circular en descenso por la Loma del Caballo y la Cuerda de Lanjarón, pasando en los últimos metros junto a Peña Caballera.
Ruta realizada el domingo 5 de diciembre de 2021.
En esta ocasión quería caminar hacia el Cerro del Caballo desde la vertiente del río Lanjarón, dejando de lado los puntos de partida más reconocidos en el mirador de la Rinconada de Nigüelas y el Posteruelo.
Tras asegurar sobre mapa el camino de acceso en turismo (no 4x4) desde Lanjarón, a primera hora dejamos nuestro coche unas decenas de metros antes de la cadena que corta el paso hacia el paraje del Refugio Ventura (en ruinas).
Este camino, en buen estado para un turismo, parte desde la derivación a la entrada a Lanjarón a la altura del Museo de la Miel. Tras infinidad de giros y sin dejar lo que parece siempre la opción principal durante unos 16km, alcanzamos los límites del Parque Nacional.
Marcamos nuestro inicio en la última curva del camino antes de la cadena, justo lugar donde se incorpora la rodada que desciende bruscamente desde Peña Caballera y que será nuestra vía de escape.
Comenzamos ya a caminar en continuidad por la pista forestal encarando la Loma de Cáñas al otro lado del valle, pronto dejamos atrás la cadena de acceso y viramos nuestro rumbo paralelos al valle. Ya aparecen a lo lejos las cumbres del Cerro del Caballo y Cerrillo Redondo, encajonando al río Lanjarón con las primeras nieves de la temporada invernal.
Vamos dando cuenta del viento norte que arrecia en la ladera, por lo que tendremos en cuenta en cada marcaje del trazado lo expuesto que estaremos a las fuertes rachas que no nos darán tregua a lo largo del día.
Primero minutos de cómodo camino, atentos en un viraje para desdoblar el paso por el sendero que viene de Tello hacia Ventura. Igual de llevadero resulta esta traza que nos deja a puertas de las ruinas del Refugio Ventura. Vistas inmensas del valle del Lanjarón hacia el sur y el norte, quedando patente el largo trecho que tenemos por delante.
Continuamos en ascenso unos metros por la senda balizada que sube hacia la Loma del Caballo, pero cuando ésta cruza sobre la trocha de la Acequia Alta viramos aguas arriba por la senda de la acequia (seca).
Sobre la acequia nos acercaremos al encajonado barranco del Lanjarón, ganando terreno rápidamente con el leve ascenso típico de las acequias nevadenses, casi imperceptibles a la marcha.
La toma de la acequia será nuestra puesta de entrada al corazón del río Lanjarón, donde sólo tendremos que tener en cuenta en nuestro camino los metros finales, donde la acequia se aferra a la acusada ladera y donde cruzaremos alguna zona de nacimientos, no encontrando en esta ocasión hielo o neveros que nos compliquen el paso.
Una vez alcanzamos el dique en el cauce del río nos quedamos sobre la senda que remonta su curso a nuestra izquierda, con poca nieve y donde no encontramos escollo alguno.
El Lanjarón ya empieza a ocultarse bajo la nieve, por lo que disfrutaremos de su metamorfosis y contraste en su cambio invernal. Algunos saltos de agua adornarán la marcha río arriba mientras caminamos a la espera de nuestro viraje.
Y será en un remanso del valle, a la altura de una pequeña cascada hoy completamente cubierta de hielo, donde apuntaremos nuestro abordaje a la Laguna de Nájera.
Según avanzamos se va afianzando el manto de nieve que ya no dejaremos atrás hasta bien pasada la Loma del Caballo.
El fuerte viento barre la nieve sin transformar que nos rodea y vuelca sobre nosotros en fortísimas ráfagas desde la cuerda de Tajos Altos. Nos deja claro que desistiremos del ascenso a cumbre del Cerro del Caballo, pero aún nos queda alcanzar su refugio y abandonar cotas altas de la sierra sufriendo la implacable ventolera.
Pasamos junto a la helada Laguna de Nájera, buscando el dibujo de su contorno y enfilamos la aproximación al Refugio de Lanjarón, que hoy bien hace honor a su nombre.
Hoy es parada obliga a su resguardo para recomponernos de la dura marcha, entrar en calor y barajar lo que sigue en la marcha, aunque no habrá dudas en optar por la salida directa hacia la Loma del Caballo por la vereda del Refugio de Lanjarón (ruinas).
Tras atisbar el tramo visible de la vereda desde el resguardo del refugio, adivinamos su paso asequible aunque iremos atentos a la nieve que barre el viento desde cumbre y alguna que otra pequeña roca empujada ladera abajo. Serán unos metros tensos que nos sacaremos de encima todo lo rápido posible.
Una vez sobrepasamos el espolón del Caballo, nuestro paso se abre y la vereda queda libre de todo riesgo exceptuando el viento racheado que ahora nos pega de costado.
Paso rápido junto a los restos del Refugio de Lanjarón y continuamos por la difusa trocha que recorre la loma, a veces ayudados por pequeños hitos, otras veces por la directa sobre el escueto manto de nieve que persiste.
Perdemos altura de forma continua pero no muy acusada, perdiendo la difusa senda en algunos momentos, pero más adelante enlazamos con la marcada rodada que ya no dejaremos en lo que queda de vuelta.
Casi no podemos caminar erguidos por el fortísimo viento sostenido, a rachas imposible, negados a mantenernos en pie y obligándonos a agazaparnos durante unos segundo para recomponer el paso una y otra vez.
Cerramos el circuito sobre la alargada y anodina Cuerda de Lanjarón, pasando junto al Cerro de los Cocones, sobre los Tajillos y bajo el vértice geodésico de Peña Caballera.
Últimas centenas de metros en descenso por la fuerte pendiente que forma la rodada que nos devuelve hasta el camino de Ventura mientras cae la tarde.
Nos vemos en las montañas.
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