Peña de la Cabra desde Prádena del Rincón (bici de montaña y senderismo)

Peña de la Cabra desde Prádena del Rincón (bici de montaña y senderismo).

• FUENTE DE INFORMACIÓN: Cartografía del Instituto Geográfico Nacional, visor Iberpix 4.
  
• FOTOGRAFÍA: iPhone 6 y alguna foto de archivo.
  
• ZONA: Circo de la Puebla, Sierras del Rincón y del Lobosillo - Sierra de Ayllón, Sistema Central.
  
• DESDE: Prádena del Rincón (1104 m), provincia de Madrid.
  
• CERCA DE: Prádena del Rincón, Horcajuelo de la Sierra, Montejo de la Sierra, Puebla de la Sierra.
  
• ÉPOCA: junio de 2016.
  
• TIPO DE RUTA: raqueta, ida y vuelta.
  
• DATOS TÉCNICOS:
  
  • Nivel de dificultad: moderado.
    
  • Datos descargados de GPS SUUNTO Ambit3: Longitud: 30,69 km. Desnivel acumulado positivo: 899 m. Desnivel acumulado negativo: 899 m. Punto más alto: 1835 m. Punto más bajo: 1094 m. Tiempo aproximado: 2 h 52 min.
  
  
• MATERIAL: bicicleta de montaña, GPS.
  
• AGUA: no hay fuentes ni se cruzan arroyos.
  
• TIPO DE FIRME: carretera, pista, sendero.
  
• SEÑALIZACIÓN: hitos en la cuerda.

MAS INFORMACIÓN ACERCA DE LA RUTA:
Descubre más detalles de la ruta en nuestro blog "Montaña y Corazón":
Peña de la Cabra desde Prádena del Rincón (bici de montaña y senderismo)

ITINERARIO:
Prádena del Rincón – M-130 – Puerto de la Puebla (1636 m) – Camino de los Lonchares – Peña Cuervo (1661 m) – La Tiesa (1667 m) – Collado de la Tiesa (1689 m) – Chalega la Villa (1688 m) – Collado NE (1764 m) – Peña de la Cabra (1831 m) – Collado NE – Chalega la Villa – Collado de la Tiesa – La Tiesa – Camino de los Lonchares – Peña Cuervo – M-130 – M-811 – M-137 – Montejo de la Sierra – Prádena del Rincón.

EL ENTORNO:
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La Sierra de Ayllón
Circo de la Puebla, Sierras del Rincón y del Lobosillo

LA MONTAÑA:
Descubre más acerca de la Peña de la Cabra en el siguiente enlace de nuestro blog "Montaña y Corazón":
La Peña de la Cabra

LA RUTA:
La ruta de hoy asciende a la Peña de la Cabra desde Prádena del Rincón. La aproximación hasta Chalega la Villa la hicimos en bicicleta de montaña, subiendo por el Puerto de la Puebla, el Camino de los Lonchares y la senda que recorre la cuerda. A partir de ahí, seguimos a pie hasta la cima por el Collado NE y la cara E. A la vuelta, bajamos el puerto por Montejo de la Sierra.

Precioso día soleado en la entrañable Sierra del Rincón. Dejamos el coche en el aparcamiento que hay en la entrada S de Prádena del Rincón (M-137). Este precioso y cuidado pueblo está ubicado en la vertiente occidental del Circo de la Puebla, al NE del Embalse de Puentes Viejas. Al parecer, debe su nombre a su riqueza en prados que sirven de pasto para el ganado. Es una aldea con gran tradición ganadera, de hecho, está surcada por la Cañada Real de Las Merinas. Entre sus cuidadas casas de piedra, destaca su pequeña joya románica, la Iglesia de Santo Domingo de Silos (S. XII).

Salimos pedaleando en dirección al pueblo y a los pocos metros, nos encontramos una bifurcación, en la que giramos a la derecha por la M-130 para iniciar la subida al Puerto de la Puebla. Se trata de una preciosa ascensión por una carretera de montaña muy poco transitada. El primer tramo, de unos 3 km, en el que pasamos al lado de la Laguna de El Salmoral, es muy tendido, con pendientes que no rebasan el 4%. A partir de ahí, entramos en una zona de reforestación donde el pedaleo se hace más fatigoso y poco a poco vamos ganando altura con pendientes mantenidas entre el 5 y el 7%. Pasado el km 5, afrontamos 3 herraduras. La segunda, que comienza tras dejar a la izquierda la carretera que sube al Puerto de la Hiruela, tiene la rampa más dura del puerto (10%). En la parte final, la carretera se va escondiendo entre la arboleda del Monte La Morra con pendientes entre el 7 y el 8%. Los 500 m finales, que encaramos tras una pronunciada curva a izquierdas en la que está la salida del Camino de los Lonchares (por el que luego nos meteremos), son ya más suaves. Arriba, nos espera el mirador del Puerto de la Puebla (1636 m), una magnífica atalaya desde la que admirar el Circo del mismo nombre.

Deshaciendo un poco lo andado, bajamos hasta la curva donde nace el Camino de los Lonchares y dejamos el asfalto para meternos hacia él. Tras pasar una barrera, la pista discurre entre pinos y algún serbal de cazadores con un desnivel suave. A los 700 m, en una pronunciada curva a izquierdas, llegamos al alto de Peña Cuervo (1661 m), un buen mirador sobre el pie de sierra al que merece la pena asomarse.

Sin desviarnos del camino, seguimos ganando altura suavemente hasta alcanzar un pequeño portachuelo llamado La Tiesa (1667 m), el cual está rematado a la derecha por una exigua elevación (1675 m). En este punto nace en dirección SO el cordal liderado por el Alto de las Rozas (1673 m) y Peña del Águila (1655 m). Escasos metros más adelante, abandonamos el Camino de los Lonchares, que baja hacia la derecha para adentrarse en el Valle del río del Riato. Continuamos por la izquierda y en 400 m llegamos al Collado de la Tiesa (1689 m). Desde allí, la pista sigue de frente (dirección SE) hacia el Collado Valtejoso y los Cerros de las Cabezas y Larda, pero nosotros giramos a la izquierda para subir por la cuerda del Cerro Portezuela hasta el Refugio de la Tiesa (1721 m), un pequeño cobertizo que hoy por hoy hace las veces de «Caseta de Vigilancia contra-incendios». La subida se hace por una pista y es durilla pero corta. Por supuesto, en nuestro camino a la Peña era totalmente evitable, pero la hicimos porque desde allí se goza de una de las mejores panorámicas de la misma.

De vuelta en el collado, continuamos por la derecha de la pista subiendo por la cuerda de la Peña de la Cabra (rumbo S-SE). En realidad, hay una estrecha senda, hecha a base de múltiples pisadas y marcada con hitos aislados, por la cual se puede recorrer todo el Macizo de N a S hasta desembocar en la M-130 (km 8,750). Inicialmente, pasamos por lo alto de una pequeña loma (1713 m). Frente a nosotros, dos elevaciones piramidales: en un segundo plano, la Peña de la Cabra y por delante de ella, su hombro nororiental (1773 m), un contrafuerte pizarroso sin nombre en los mapas. Desde allí, bajamos hasta una pequeña hondonada o depresión del terreno denominada Chalega la Villa (1688 m). A la derecha hay un pinar que consideramos el sitio ideal para dejar las bicis y cambiarnos las zapatillas de calas por las de trail. Tras reincorporarnos a la cuerda, el sendero vuelve a subir, serpenteando un poco entre las rocas para atravesar el primero de los riscos y dejarnos al pie del Collado NE y de la cara N de la Peña, una pared de roca surcada por múltiples canales por los que hemos subido en otras ocasiones.

En esta ocasión, accedimos al pico por la vía más sencilla y común, que es desde el Collado NE (1764 m): primero, siguiendo por la senda cimera unos metros en dirección S, para luego afrontar 100 m más duros por la pedregosa cara E. Las vistas desde la cima de la Peña de la Cabra (1831 m) son fantásticas, sobre todo las del Circo de la Puebla y el Porrejón Bajero. La escarpada cara O de este último, por donde discurren los llamados «Canales de la Peña de la Cabra» es tremendamente espectacular y para mi, una de las zonas más vírgenes y de belleza más salvaje de la Sierra de Ayllón.

La vuelta hasta la carretera la hicimos por el mismo camino, pero sin pasar por el Refugio de la Tiesa. Una vez en la M-130, bajamos el puerto hasta Prádena, pero en vez de hacerlo por la ruta de ida, lo hicimos por Montejo de la Sierra siguiendo la M-811 y la M-137.

Técnicamente, el recorrido en bici hasta Chalega la Villa no plantea dificultades, más allá de tener que sortear alguna que otra piedra en la cuerda. La parte andando tampoco.

En resumen, una original combinación de bici y senderismo para ascender al pico más elevado del arco occidental del Circo de la Puebla, la Peña de la Cabra. La “Montaña de la Luz” es humilde en altitud, pero tiene aires de gran cumbre, de hecho, algunos quieren ver en ella la versión carpetovetónica del “Cuerno Cruel”, el perfil más agreste de las montañas de Moria (El Señor de los Anillos). El homenaje final, con unas estupendas patatas al ajillo preparadas por Rafa en el Bar El Rincón, puso la guinda a una etapa que tuve la suerte de compartir con mi hijo Carlos, que por aquel entonces, con apenas 13 años, todavía disfrutaba conmigo y ya apuntaba maneras como ciclista.

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