169. POR SIERRA MORENA. DE LOS PEDROCHES A LA VIRGEN DE LA CABEZA.

Ruta de ida y vuelta entre Andalucía y Castilla, siguiendo los pasos utilizados durante siglos. Comenzamos nuestra andadura en la dehesa cordobesa, para internarnos progresivamente en la serranía. Una vez atravesada nos espera el Valle de Alcudia. Volvemos a internarnos en Sierra Morena, para finalizar en el Santuario de Santa María de la Cabeza. Tierras cargadas de historia, que podemos volver a revivir en unos caminos que durante años fueron un lugar peligroso, donde lobos y bandoleros hacían difícil su tránsito.
Iniciamos la ruta en el Cortijo Charcollana, clásico alojamiento en el centro del Valle de los Pedroches. Rodeados de encinares, y por estrechos caminos acotados por vallas que nos separan de cerdos y ovejas llegamos a Villanueva de Córdoba. Giramos, para adentrarnos en Sierra Morena, aquí se suceden las pistas, en algunos casos particulares. Y es que atravesaremos el mayor latifundio de España la finca La Garganta. Un auténtico paraíso de 15.000 hectáreas, propiedad del Duque de Westminster. Es fácil que si equivocamos el camino, seamos perseguidos por todo terrenos de la finca, que nos invitan a abandonar el camino y a desviarnos por otro, habitualmente en peor estado. Llegamos al Horcajo, unas minas ya abandonadas, donde en 1895 llegaron a vivir 4.500 vecinos, y hoy apenas quedan 9. Continuamos para llegar a la Venta de la Inés, de hondas referencias cervantinas, donde viviremos una experiencia que parece sacada de otros tiempos. Un padre y su hija impedida conviven en aislamiento y enzarzados en pleitos contra los poderosos. Sin duda, Don Quijote hubiera congeniado con Felipe el último habitante de esta venta, con varios siglos a sus espaldas. Y a partir de aquí comienza el Valle de Alcudia, la montaña se convierte en llano, y la vista se pierde en el horizonte. Este terreno que amarillea en un otoño especialmente seco, es un vergel en la primavera. Los estudiosos dice que en el pueblo de Hinojosas del Duque pudo haberse encontrado la que inspiró a Jorge Manrique estos versos “Moza tan fermosa non vi en la frontera como la vaquera de la Finojosa …”. Hemos ido siguiendo pistas en gran parte del terreno, fáciles para cualquier vehículo. Y ya es hora, tras atravesar unos pantanos, de regresar a la fragosidad de Sierra Morena. Nos volvemos a internar en pistas que abandonaremos cerca de Solana del Pino, ofreciéndonos unos paisajes riscosos, donde el pino predomina. Y finalmente elegimos para acabar el Santuario de Santa María de la Cabeza en plena serranía, atravesando una carretera con mil curvas, pero que nos depara satisfacciones paisajísticas.
En suma estamos ante una ruta cargada de paisaje e historia, donde disfrutaremos de pistas fáciles, recomendable.