2022-08-16 Transpirenaica 1/13. Desde El Port de la Selva (Girona) hasta Saint-Laurent (Francia)

Comenzamos la Transpirinaica en el Camping Port de la Vall, que se encuentra en las afueras del pueblo de El Port de la Selva. Es un bonito camping que se encuentra a la orilla del mar.

Nos esperan 2 semanas aproximadamente de viaje para llegar al cabo Higuer ya en el Cantábrico. Esta vez no hemos fijado las etapas e iremos improvisando sobre la marcha con la idea de hacer unos 150 kn diarios aproximadamente.

Partimos pues la mañana del día 16 de Agosto del año 2022 del pueblo Port de la Selva y empezamos subiendo a Llança donde comienza la pista marcada como GR-11.
Hacemos un pequeño desvío para visitar la Iglesia de Sant Silvestre de Valleta.

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Iglesia de Sant Silvestre de Valleta

El topónimo de Valleta no aparece en ningún documento medieval. Este lugar es conocido como Budiga o búdica desde mediados del siglo X. La iglesia de San Silvestre aparece en un documento del año 1029 donde se menciona que se encontraba en el vilar de Renoall o villa Mala.

La primera noticia del templo, es muy anterior a esta fecha, concretamente del año 877, cuando aparece como una posesión del monasterio de Sant Esteve de Banyoles. No era un simple templo si no que a su alrededor había una pequeña celda monástica.

Como sucede en las iglesias de esta zona de la Albera, los primitivos templos prerrománicos fueron ampliados o modificados en los siglos posteriores. En este caso, sabemos que el 7 de diciembre del año 1029 se consagró nuevamente el templo por el obispo de Girona Pere y se le otorgó la condición de parroquia. No sabemos en qué momento concreto perdió este estatus, pero en documentos de principios del siglo XVII, ya no aparece como templo parroquial.

Fruto de la despoblación de la zona, el templo quedó abandonado. Por suerte casi no sufrió los efectos de este abandono y gracias a diferentes iniciativas populares se logró la restauración del templo por parte de la Diputación de Girona. En 1983 se restituyó el culto y anualmente se celebra una romería.

La visita a este templo es totalmente recomendable. Si accedemos a él desde la pista de Llançà, la vista del templo en la parte baja del valle, junto a la riera de Valleta es espectacular. El acceso al templo se realiza a través de un puente de madera, que cruza el arroyo, y que aporta un punto positivo más al encanto del lugar.

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Continuamos hasta la población de Vilamaniscle, seguimos por carretera y nos desviamos de nuevo para ver el Monasterio de Sant Quirze de Colera.>

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Monasterio de Sant Quirze de Colera

Los orígenes del monasterio de Sant Quirze de Colera son confusos, es posible que hacia el año 785 se hubieran instalado en este lugar varios miembros de una misma familia dirigidos por los hermanos Libuci y Assinari.

Los impulsores de la iniciativa se habrían puesto al frente para fundar un monasterio en este lugar con una autorización otorgada por Carlomagno. Antes del año 815 consiguieron un precepto real donde se menciona ya el monasterio, al tiempo que lo hacía beneficiario de diversos bienes. A pesar de la poca fiabilidad de estos datos, se han descubierto importantes elementos arquitectónicos y sepulturas de aquella época que demuestran, al menos, su antigüedad. Aquel precepto de Carlomagno habría significado el punto de salida de una serie de donaciones y fundaciones de parroquias bajo la dirección del monasterio de Sant Quirze. Más adelante el monasterio, que era una fundación particular propiedad de la familia de los fundadores, recibió de éstos la propiedad de los bienes. Después de un intento de intromisión por parte del conde Alaric de Empúries, el abad de Sant Quirze pidió el 844 a Ludovico Pío el reconocimiento de la fundación y de los derechos adquiridos.

Después de un periodo sin noticias, posiblemente motivado por algunas incursiones bélicas, el monasterio ya se encuentra mencionado de manera fehaciente en el año 927, en un documento donde figura el nombre de su abad, Manuel, lo que marca el comienzo de un período de crecimiento. El 935 el obispo de Girona inauguró la iglesia monástica, levantada gracias a la ayuda económica del conde Gausbert de Empúries, que benefició Sant Quirze con más propiedades y derechos. En los años siguientes Colera intervino decididamente en diversos actos relativos a otros centros monásticos del entorno. El año 1123, el obispo Berenguer de Girona presidió la ceremonia de consagración de la nueva iglesia y en ese momento también se mencionaba la iglesia de Santa María. En los años siguientes se continuaron registrando importantes donaciones a su favor.

En 1285 y aún en 1288 sufrió los efectos del paso de tropas francesas a raíz de los conflictos bélicos entre los ejércitos de Felipe el Atrevido y la Corona de Aragón. En el siglo XV comienzan a encontrarse indicios de decadencia y de la existencia de abades comendatarios. Hay constancia de que en 1441 el claustro se encontraba en peligro de ruina. En 1592 el monasterio fue suprimido, extinguiéndose la comunidad, que se integró con la de Sant Pere de Besalú. Con la exclaustración de 1835, los bienes de este último monasterio fueron subastados y Sant Quirze de Colera pasó a manos del militar y político Ramón de Nouvilas. Los edificios fueron utilizados con fines agrícolas y abandonado en ocasiones. En 1931 fue declarado Monumento Nacional y en los últimos tiempos se han hecho trabajos de excavación y obras de consolidación y restauración.

El edificio más importante del conjunto es su iglesia, de tres naves, con transepto donde se abren tres ábsides. Hay restos del claustro, de elementos fortificados, dependencias que rodean el claustro y el palacio abacial. A poniente del conjunto está la pequeña iglesia parroquial románica de Santa María.

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Retomando la ruta pasamos por el pueblo de Rabós, el área recreativa de Font del Conill, y el pueblo de Espolla.
A partir de este punto nos adentramos en el Parque natural de Interés nacional del massis de L'Albera.

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Parque natural del massis de L'Albera

Situado en el sector más oriental de los Pirineos, este espacio ofrece un interés natural y paisajístico de primer orden, con zonas de una vegetación frondosa, antigua y variada, y edificaciones y vestigios humanos antiquísimos.

La sierra de la Albera se extiende por el tramo oriental de los Pirineos, desde el collado del Pertús hasta el Mediterráneo.
Separa las dos llanuras del Rosselló y de L'Empordà. Las cumbres más altas son el monte Neulós (1.257 metros), el monte de los Pastors (1.167 metros), el monte de los Quatre Termes (1.156 metros) y el pico de Sallafort (992 metros).

Dentro de la sierra hay dos sectores con protección especial como Paratge Natural d'interès Nacional: el occidental, de Requesens-Baussitges, y el oriental, de Sant Quirze de Colera - Balmeta, separados por la zona del collado de Banyuls.

El territorio presenta una densidad de monumentos megalíticos considerable, la más elevada de Catalunya, con gran cantidad de dólmenes y menhires, como el de la Murtra o Pedra Gentil. Destaca también el patrimonio de arte románico, con una gran cantidad de parroquias y ermitas, y el monumental monasterio benedictino de Sant Quirze de Colera, joya del románico catalán, actualmente en fase de restauración.

En el término de La Jonquera, al sur del monte Neulós, sobresale entre las copas de los árboles el castillo de Requesens, que fue reformado al final del siglo XIX según el modelo de romanticismo arquitectónico, que lo dotó de la estampa de castillo legendario y fantasioso que tiene actualmente.

También vale la pena destacar el Centre de Reproducció de Tortugues de l'Albera (Centro de Reproducción de Tortugas de l'Albera), ubicado en el santuario de la Mare de Déu del Camp, en Garriguella.

Año de declaración: 1986

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Seguimos pista y pasamos al lado de la Iglesia Santa Maria de Requesens.

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Iglesia Santa Maria de Requesens

La primera mención a este templo data del año 844, cuando aparece citada en una sentencia de Carlos el Calvo a favor del monasterio de Sant Quirze de Colera . En realidad, se trata de una copia hecha en el siglo XIII y que se cree que es falsa o bien fue manipulada para justificar la posesión de algunas iglesias de la zona. Por lo tanto tendremos que esperar hasta el año 859 para tener una fecha fiable donde se hable del lugar de Requesens en un nuevo precepto de Carlos el Calvo.

La iglesia de Requesens aparece documentada por primera vez en 1279 en las relaciones de templos del archidiaconazo de Empúries para recaudar el diezmo para las cruzadas.

Era la parroquia de la zona al menos hasta finales del siglo XIV, pero ya no aparece como tal en un listado del 1606. Probablemente a finales del siglo XVI pasó a ser una sufragánea de Sant Esteve de Cantallops. Años más tarde, se abandona el templo y se traslada el culto a un santuario de nueva construcción situado más al noroeste. En la puerta del nuevo templo está la fecha de 1704.

La antigua iglesia de Santa María de Requesens fue convertida en masía y se reforma totalmente su interior para adaptarla a las nuevas necesidades. Posteriormente fue utilizada como establo y actualmente está totalmente abandonada.

A pesar de las alteraciones sufridas, aún conserva buena parte de las estructuras románicas, probablemente de la primera mitad del siglo XI. En el siglo XII se rehízo el sector de poniente.

El templo se proyectó inicialmente con una sola nave rematada al este por un ábside semicircular, precedido de un amplio presbiterio. Este planteamiento fue cambiado muy pronto, puede que incluso cuando aún no se había finalizado la construcción de la nave y se decidió hacer un templo de planta basilical con tres naves. La del lado sur no se llegó a construir, mientras que si se completó la del lado norte, también con un ábside semicircular.

Desgraciadamente el templo está en un estado de conservación muy crítico y su abandono provoca que se vaya deteriorando, incluso los rebaños en ocasiones entran dentro del edificio. Una verdadera lástima.

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Seguimos hasta el Castell de Requesens, aunque desgraciadamente no lo podemos visitar por estar cerrado este día.

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De wikipedia.org

El castillo de Requesens está situado sobre una colina, que domina todos los valles meridionales del monte Neulós, a unos 7 km al este del vecindario de Requesens. Su término corresponde al del antiguo pueblo de Requesens, entidad de población de La Junquera.

A finales del siglo XII y durante el siglo XIII aparecen documentados diferentes individuos apellidados Requesens, que fueron, aparentemente, castellanos o señores del castillo por el conde de Ampurias. Se supone, aunque no se ha podido encontrar ninguna prueba, que de la saga de estos señores del castillo -que, por otra parte, ya no se documenta más tarde- partiría el linaje de los Requesens, de mercaderes y ciudadanos, posteriormente ennoblecidos (condes de Palamós), documentados en Tarragona a partir del 1272 y que dio personajes importantes en la historia de Cataluña durante los siglos XV y XVI.

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Aunque la pista prevista va hacia el Sur, no puedo resistirme a visitar los restos de un avión siniestrado en 1986 que se encuentran muy cerca. La pista pasa por una finca donde pregunto si se puede ir en coche y me dicen que sí, abro una cancela, paso y continuo hasta el lugar del accidente. La pista es muy bonita aunque solo apta para coches 4x4 por las piedras.

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He encontrado una buena descripción del accidente en:

Descripción en mototaller


El 19 de julio de 1986, un vehículo incendiado junto al campo de fútbol de Le Perthus prendió la masa forestal, y de ahí se propagó a velocidad de vértigo montaña arriba. La tramontana soplaba con rachas de más de 100 kilómetros por hora, y por esa razón los hidroaviones no pudieron despegar… Con la excepción de un Douglas DC-6 de la Securité Civile francesa. Este viejo aparato de cuatro hélices había sido modificado para trabajar como bombardero de agua, y de hecho su capacidad doblaba a los entonces populares “Bombardier Canadair”.

El DC-6 francés, con matrícula F-ZBBU y denominado “Pelican 64”, despegó de Marsella, y una vez en la zona del incendio, sólo le dio tiempo a realizar una descarga antes de estrellarse a pocos metros de la cima del Puig de les Canals, zona agreste a escasos kilómetros de la línea fronteriza: las rachas de viento, combinadas con las turbulencias del incendio y la visibilidad mermada por el humo fueron las causas del siniestro. Murieron los cuatro tripulantes (piloto, copiloto, mecánico y ayudante), y a la vez se desencadenó un nuevo foco de llamas, por el combustible derramado.

Un equipo de bomberos y sanitarios franceses entraron por un camino desde Le Perthus, y una vez corroborados los fallecimientos, se los llevaron de allí con la imprescindible ayuda de otro hidroavión, ya que el fuego estuvo a punto de sitiarles. Se dio la tragicómica circunstancia de que, una vez movilizada la comitiva judicial de Figueres para certificar las muertes, llegaron trabajosamente hasta el aparato sin que nadie les dijera que allí ya no había nadie, ni vivo ni muerto.

El fuego continuó desbocado tres días más, provocando el pánico en los pequeños núcleos habitados de la sierra, pero sin que se tuvieran que lamentar más víctimas mortales, aparte de las ya mencionadas del DC-6. En total, se calcinaron unas 24.000 hectáreas a ambos lados de la frontera. El puesto aduanero de la Jonquera/Le Perthus se salvó de las llamas por apenas unas decenas de metros.

A causa de lo escarpado de la orografía, nunca se recuperó el aeroplano, quedando allí como testigo mudo del incendio y memorial a la heroicidad de los únicos cuatro tipos que aquel día hicieron su trabajo en condiciones extremas, pagando el precio más alto. Al año siguiente, se colocaron un par de placas en recuerdo de los tripulantes, y cada 19 de julio familiares y amigos suben al lugar, tradición que se ha ido perdiendo con los años.

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Seguimos adelante hasta Cantallops, pasamos por Junquera donde repostamos, llegamos a la Agullana por carretera y desde aquí cogemos pista que nos lleva a la población de Darnius.
Tomamos una pista bonita que rodea al pantano y nos lleva hasta el Puig de la Creu pasando por el pueblo de San Lloren de la Muga.

Esta subida al pico es muy tortuosa y empinada y se encuentra estos días en mal estado debido a las recientes lluvias, pero subimos sin incidentes a la cumbre desde donde se aprecian unas vistas magnificas.

Seguimos la pista bajando al valle y seguimos por carretera hasta adentrarnos en Francia donde encontramos prohibiciones por todos lados que nos llevan de vuelta al asfalto gasta la ciudad de Saint Lauren donde pernoctamos en el camping Verte Rive.