Almonacid de Toledo - Mora

Esta ruta discurre por tierras manchegas. El punto de partida fue la población de Almoacid de Toledo. Subimos a pie hasta su castillo por hacer algo de ejercicio, pero igualmente se podía haber hecho en vehículo, ya que su subida no presenta ninguna dificultad, salvo quizás su tramo inicial con malas condiciones climatológicas.

De Almonacid de Toledo partimos hacia la población de Mascaraque por un camino salpicado de viñas y olivos. Vimos corretear por sus campos algunas perdices. En Mascaraque pudimos contemplar el exterior de su castillo del siglo XIV, muy bien conservado dado su carácter privado, y la iglesia de Santa Maria Magdalena del siglo XVIII.

De Mascaraque partimos hacia el siguiente destino de nuestra ruta, la población de Mora. En su interior podemos contemplar el ayuntamiento, un edificio singular, de estilo neomudéjar con adornos semitas en sus ventanas, y la iglesia de Nuestra Señora de Altagracia, reconstruida en el siglo XVI.

Ya a las afueras de Mora podemos encontrar el castillo de las Peñas Negras en rehabilitación, al cual se puede acceder por un camino serpenteante. Al inicio del camino indica que este está cortado a 150 metros, pero el día que estuvimos, las cadenas que franquean el camino, estaban quitadas y pudimos subir sin problemas.

Aquí podríamos haber dado por terminada la jornada pero tras las hermosas vistas contempladas desde las torres del castillo, nos decidimos a acercarnos hasta el pantano de Finisterre oculto al este por la Sierra de Buey. El camino discurre por interminables campos de olivos que nos tapaban la visión del pantano hasta casi llegar a su orilla. Allí pudimos contemplar el velo de las gaviotas con un Sol llegando a su ocaso. Merodeando por los alrededores vimos también algunas liebres.

Finalmente volvimos hacia el último punto de partida, Mora, donde dimos por terminada la excusión.