Aventura por el Alto Tajo y La Serranía de Cuenca (Etapa 4)

Después de la aventura de ayer para encontrar un Refugio de primera, hemos dormido como nunca.

Nos encontramos en el Refugio de La Torreta de Valsalobre.

Despertados por los golpes reiterados de un par de pájaros carpinteros, salimos a ver el entorno, ayer llegamos de noche y no pudimos apreciarlo... ahora nos damos cuenta que todo pasa por algo... que preciosidad de sitio, al refugio no se le puede pedir más, un interior bien aprovechado y en muy buenas condiciones, para poner la guinda, junto a este Refugio hay una antigua torreta de vigilancia forestal abandonada a la que se puede acceder.

Nos trabajamos un café con leche en la estufa de leña, monto mi mesa fuera, y ya tenemos el momentazo del día.

Terminamos el café, recogemos trastos y nos despedimos del Refugio subiendo a la Torreta para contemplar una singular panorámica de 360° de la zona que nos muestra un manto verde uniforme formado por las copas de los pinos que se extienden hasta el horizonte como si de un mar se tratara y que sólo son interrumpidas por el azul del cielo.

Ojo a quien tenga vértigo, si hace aire, la torreta se mueve bastante, esto es normal en este tipo de construcciones metálicas.

Salimos y nos dirigimos al Refugio Pozo Cornejo para comprobar su estado, está formado por dos habitáculos diáfanos, uno mucho mas grande que el otro y ambos con acceso directo desde el exterior. Los dos tienen chimenea y carecen de literas, se encuentra en buen estado y esta situado en una pequeña pradera rodeada de pinos, es una zona muy frecuentada por corzos y no creo que sea muy difícil verlos desde el mismo refugio.

Seguimos por pista con un descenso bastante pronunciado y embarrado hasta el nivel del Tajo a la altura del Refugio Vado Salmerón, este Refugio, al igual que todos los que se encuentran en este tramo del Tajo, se componen de una sala diafana con una pequeña chimenea, nosotros nos los encontramos, no muy limpios, creo que su fácil acceso y la gran cantidad de visitas diurnas, hace que estos Refugios sean frecuentados por mas de algún individuo sin educación y que no contribuyen a su conservación.

Seguimos remontando el Tajo dirección al Puente de Peñalén y parando antes para ver la cascada de La Fuente de las Tobas.

Continuamos hasta Beteta y luego al Tobar para acercarnos al mirador del canal de la Laguna Grande desde el Canal de la Tosca, canal que aporta caudal dese el Río Cuervo. Este mirador nos muestra la laguna con la montaña de fondo, tiene la ventaja de que no suele haber nadie por lo que es más tranquilo para un descanso y un piscolabis.

Seguimos para el embalse de la Tosca, espectacular su nivel, vemos inundados todos los márgenes, incluso las torres de media tensión se encuentran inmersos en el agua, preguntamos por el estado del nivel del agua a un pastor y nos contó que, aunque han estado soltando agua estos dias, el pasado jueves el embalse desbordó por el aliviadero.

Paramos en Santa Maria del Val, en el que llaman "El Banco más bonito de la Serranía de Cuenca" y fotazo del embalse... la verdad es que este Banco está estrategicamente ubicado para disfrutar de una panorámica inmejorable del embalse.

Seguimos dirección al Nacimiento del Río Cuervo por la pista de las Vaquerizas, pero imposible, después de un monton de obstaculos nos encontramos un tramo totalmente inundado al que no puedo ni acceder para evaluar si continuar o no, una pena ya que a mitad de trayecto nos toca dar la vuelta... la naturaleza en esta época es así de caprichosa...

Retomamos por asfalto atravesando Lagunaseca y Masegosa para llegar sin problemas al Nacimiento, como todo, espectacular el estado de las cascadas, el momento más bonito del año para ver en pleno apogeo estas cascadas.

Seguimos al Refugio de La Alconera, y ...a quie nos vemos allí?!
A nuestro amigo el ciclista, manda güevos!

Charlamos un rato, nos cuenta una caida que ha tenido, le comentamos nuestra intención de pernoctar el el Refugio de El Pozarrón, nos comenta que se ha hecho un hueco junto a una pareja con un bebé en este Refugio y le sabe mal irse... creo que como ya habíamos coincidido dos noches seguidas en los mismos Refugios, quería darnos intimidad... yo no insisto y para El Pozarrón que vamos...

Unos muflones después y varios pasos embarrados llegamos al Pozarrón... todo para nosotros sólos, última noche inmejorable, preparamos brasas con todo lo que nos quedaba (un costillar, medio pollo y dos amburguesas de las buenas), antes, un café de relax desde la loma contemplando el valle con el único sonido de los innumerables polluelos reclamando alimento a sus padres.

Cena, vuelta nocturna de despedida, meto unos enormes leños en la enorme chimenea... y reventados al saco.

La 5A y última etapa, no la he grabado ya que únicamente paramos en el Refugio de La Mesta y recorrimos la Pista de Los Toneleros hasta Las Majadas, para ya por asfalto, volver a Valencia por Cuenca.

Enamorado de poder compartir aventuras así con una hija, y ver que, después de cinco días sin apenas móviles, con tanta incertidumbre, éxitos y fracasos, y en entornos tan naturales... ninguno de los dos queríamos volver a la civilización.