Poyos de la Toba (Sierra de Segura)

Recorrido inexcusable para los habituales de esta zona. Excepcional en otoño y sobre todo muy interesante por el placer de andar por zonas muy poco frecuentadas y de caminar por senderos que lamentablemente se van perdiendo.
La ruta parte de la aldea de la Toba por la archiconocida senda de subida al Collado Marchena y que tantas veces hemos recorrido en las travesías habituales de Miller a La Toba o la subida al Puntal de las Buitreras.
La variante que vamos a hacer parte de un sendero hacia nuestra derecha que cogemos una vez hayamos conseguido bastante altura en sucesivas revueltas y justo cuando hayamos pasado una línea eléctrica que baja verticalmente sobre la Toba.
Esta senda esta semiperdida pero mantiene esa horma característica de la importante vereda que tuvo que ser en su día. Habrá que estar atentos a varios pasos sobre unas barranqueras donde la senda se ha desdibujado haciendo un tanto dificultoso el avance. También nos fijaremos en otro desvío (que no cogeremos) hacia nuestra izquierda, en una senda prácticamente desaparecida que sube de manera elegante hacia el Puntal de las Buitreras en sucesivas revueltas donde solo algunos restos de lo que fuera la antigua vereda nos recuerdan que por aquí había un camino de subida.
Volviendo sobre nuestro recorrido, la senda va ligeramente cogiendo altura pero se va colando entre las diferentes repisas donde siempre podemos asomarnos a cualquiera de los espolones que literalmente se desploman sobre el valle del Segura. Es un espectáculo visual de agujas, espolones, paredes, etc que da un ambiente parecido a una gran catedral, en especial en un mirador que hay justo antes de alcanzar el barranco del Buitre.
Seguimos avanzando por la senda en dirección a Despiernacaballos; tendremos a nuestra derecha toda la Cuerda del Mosco con el Poyo Alto y el Cerro de la Misa y justo enfrente de nosotros la no menos espectacular Piedra Dionisia.
Al final, la senda acaba en la carretera asfaltada que baja de Despiernacaballos hacia La Toba. Aquí vienen la parte digamos más aburrida de la ruta ya que nos tocará descender por la carretera unos tres kilómetros más o menos hasta alcanzar la senda GR-246 Bosques del Sur, donde abandonaremos la carretera y nos desviaremos hacia la izquierda en una bonita senda que se descuelga sobre el cauce del río Segura entre algunos campos aterrazados de nogales. Una vez alcanzado prácticamente el cauce del Segura, solo nos faltará avanzar por la pista hasta llegar de nuevo a La Toba.