Mallorca, Port de Sóller Cala Sant Vicenç

Recorrido desde el puerto de Sóller, costeando a una distancia prudente por la parte marina del macizo de la sierra tramontana en el Norte de Mallorca, a destacar la vista impresionante de cuevas marinas y el avistamiento de varios grupos de delfines saltarines.
Sóller
El Puerto de Sóller se encuentra situado al norte de la isla, enclavado entre montañas formando un entorno único. Es el puerto natural más grande de la sierra de Tramuntana y uno de los puertos con más encanto de Mallorca.
Hasta la construcción del tren de Sóller a principios del siglo XX, fue la única salida natural para los habitantes de Sóller. El puerto fue crucial para el desarrollo social y económico de la localidad pero también fuente de peligros debido a las incursiones de piratas que tuvieron lugar en el siglo XVI y XVII.
También son dignas de visita sus faros
El tren de Sóller comunicaba el pueblo con la capital. Simultáneamente se creó el Tranvía de Sóller que unía el pueblo con el puerto lo que permitía transportar personas y mercancías con mucha más fluidez.
Sus railes que cruzan el puerto, son uno de los atractivos de la localidad y conecta el pueblo con el puerto cada hora, es una experiencia divertida.
La imagen actual del Puerto de Sóller dista mucho de lo que era hace 50 años. La evolución turística, demográfica y hotelera ha convertido el pequeño puerto en una urbe bastante poblada. Si queréis haceros una idea de como era el primitivo núcleo de población del Puerto de Sóller tendréis que acercaros a la zona del puerto deportivo donde se hayan las casas más antiguas. Las calles de Santa Caterina d’Alexandria, Mallorca y Santa Apol.lonia son posiblemente las más representativas.
El Faro Viejo está situado en una de las entradas del puerto junto al Faro de Sa Punta de Sa Creu. Fue inaugurado en 1864 y proyectado por el ingeniero Emili Pou, artífice de la mayoría de faros de Mallorca. Su forma circular es bastante singular, pero el lugar elegido para su construcción demostró ser poco práctico ante los temporales. Por ese motivo, en 1928 se construyó una nueva señal marítima unos metros más arriba, el Faro de Sa Punta de Sa Creu, sustituyendo el edificio primitivo. Hoy en día, conviven armoniosamente ambos edificios testigos de este episodio de la historia del puerto.
Hay que tener en cuenta que la zona donde está situado el faro no es accesible ya que está dentro de un área militar. Por tanto, nos tenemos que conformar con verlo desde la distancia.
Se puede visitar el Museo del Mar y el oratorio de Santa Catalina, este pequeño museo se encuentra situado junto al oratorio de Santa Catalina de Alejandría y fue inaugurado en 2004. El objetivo es mostrar la historia de Sóller y su vínculo con el mar a través de una exposición de objetos y elementos relacionados con el mundo marítimo así como una proyección de un interesante cortometraje sobre la historia del puerto. El acceso es gratuito y abre de 10h a 15h, generalmente de jueves a domingo, junto a este Museo se encuentra un impresionante.
Las vistas desde el Faro del Cap Gros o Muleta son impresionantes, sin duda, uno de los lugares más especiales para ver cerca del Puerto de Sóller. El faro de Cap Gros está situado en una de las estribaciones del puerto y es uno de los faros más bonitos de Mallorca.
Se construyó en 1842 por iniciativa del Ayuntamiento de Sóller, de ahí que su arquitectura sea distinta a la del resto de faros de la isla que se construyeron bajo un proyecto estatal unos años más tarde. No obstante su premura, el faro no llegó a iluminarse hasta 1859 estando en funcionamiento desde entonces.
Antiguamente el acceso al faro era muy complicado pero actualmente una carretera panorámica comunica el faro con el Puerto de Sóller por lo que podemos acceder fácilmente en coche.
Además, junto al faro se encuentra el Refugio de Muleta, uno de los refugios de la Ruta de Pedra en Sec y un punto de paso para muchos senderistas. Desde este punto también se puede disfrutar de uno de los atardeceres más bonitos de la Serra de Tramuntana.
Torre Picada
Las torres de vigilancia jugaron un papel muy relevante para la defensa de la isla. Entre los siglos XVI y XVIII se construyeron en Mallorca más de 50 torres y atalayas de vigilancia alrededor del litoral y que comunicaban entre sí para alertar sobre la llegada de piratas y otros peligros. La Torre Picada es una de las torres defensivas más grandes de Mallorca.
Tomarse un refrescante helado de naranja Canoneta, cultivada en el valle de Sóller, es una experiencia deliciosa y refrescante. Uno de los lugares más emblemáticos para probar este dulce es Sa Fabrica de Gelats.
La Playa d’en Repic es la playa que colinda con el Puerto de Sóller.
Desde Sóller se puede llegar fácilmente a Sa Calobra, uno de los monumentos naturales más impresionantes de Mallorca. Un paseo en Barco por la costa norte, que pasa primero por Cala Tuent y luego llega a las imponentes paredes verticales que marcan la desembocadura del Torrent de Pareis.