Bejes - Monte de la Llama - Braña Redonda (Cantabria) 06-12-2017 (marcha raquetas)

En un espléndio día de la Constitución española me animo a llegar a Bejes para ascender hasta donde sea posible por la pista del GR 71 que lleva hasta el Casetón de Ándara.
De entrada una pequeña variante. Nada más iniciar la pista arranca una senda que sube bajo la pared del Monte de la Sierra. Nos metemos en ella y hay que seguir las torretas de la luz. La subida es más dura que por la pista pero tiene aliciente (la pendiente es el doble que la subida por la pista). Nos llevará hasta el Collado de Hoja donde retomaremos la pista que ya no abandonaremos durante todo el recorrido. Al llegar al Horno del Dobrillo encontraré un nutrido grupo de excursionistas. Unos parados calzando raquetas y otros caminando. Nos saludamos y continuamos. La nieve es abundante pero aprovechando su huella decido llegar hasta el Vao de los Lobos para calzarme las raquetas. Mala decisión pues lo umbrío de este emblemático lugar más el chorro de aire frío que baja por la canal del Vao me dejo el cuerpo bastante destemplado. Así que tocaba continuar para arriba por el monte de la Llama para entrar "en calor" y continuar disfrutando de un espectacular día. Prácticamente todo el recorrido de la parte alta en esta época del año se hace en sombra. El sol no asoma y cualquier mínima parada el cuerpo lo acusa. Paso a paso llegamos hasta Braña Redonda, el punto donde la pista (que pista con tanta nieve no hay) se bifurca para subir al Collado San Carlos o hacia el Casetón de Ándara. El paso hacia el Casetón con tanta nieve es muy delicado sin material así que desechado. Hemos venido a disfrutar. Las horas de luz en esta época del año menguan rapidamente y aunque la ruta no presenta dificultad alguna dí por bueno el recorrido. Quedaba comer algo, hacer una foto y regresar. El el camino de bajada volví a encontrar a varios de los excursionistas que ví en la subida y como en la montaña siempre hay sorpresas que suelen ser agradables porque a la montaña suele ir "buena gente" me ofrecieron un chocolate caliente de un termo que supo a gloria. Un detallazo que no se olvida.
Al llegar al Monte de la Llama decidí descender por la pista. El recorrido es más largo pero menos pendiente. Descalzamos las raquetas pues la nieve prácticamente ha desaparecido y poco a poco llegada a Bejes. Al llegar a Bejes encuentro a una chica escalanda un paredón junto al pueblo.Otra sorpresa inesperada.
En definitiva una marcha ya realizada en otras ocasiones, siempre preciosa, sin mayor dificultad pero que por la cantidad de kilómetros y que discurre casi totalmente sobre nieve se puede hacer dura pero muy recomendable.
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