Comabona: circular por Coll de Bauma y Coll dels Terrers

Itinerario (circular): Coll de la Bena (1437 m) – Coll de Bauma (1573 m) – Pleta de l’Olla (1960 m) – Pas de la Cabra (2140 m) – Pleta de la Guilla (2250 m) – Coll dels Terrers (2411 m) – Comabona (2548 m) – Clot de Tancalaporta (2400 m) – els Camps (1650 m ) – Coll de Bauma (1573 m) – Coll de la Bena (1437 m).

Tiempo efectivo: 5h35’

El Comabona es una de las cumbres más representativas (y más altas) de la Serra del Cadí, gran cadena pre-pirenaica que separa el Berguedà al sur y la plana de la Cerdanya al norte. Destacan sus amplias y dilatadas vertientes meridionales en contraste con las abruptas paredes de la vertiente norte, auténtica muralla rocosa. Desde el Comabona se disfruta de grandes vistas panorámicas sobre toda la Cerdanya y las grandes cumbres de los macizos del Puigmal, Carlit y el bloque del Puigpedrós y la Tossa Plana de Lles. Al Sur, espectáculo sin par, la grandeza de la cara norte del Pedraforca, acompañada de fondo cual frondosa guirnalda verde por las Serres d’Ensija, el Verd y el Port del Compte. Grandes paisajes para degustar tras una intensa pero gratificante ascensión de 1100 m de desnivel, primero entre bellos parajes boscosos y luego atravesando el dominio mineral de las cumbres. El Cadí, una pequeña gran sierra por descubrir siempre.

Condiciones meteo y de nieve: Tras las últimas nevadas de finales de febrero un aumento de las temperaturas hizo desaparecer gran parte de la nieve de esta sierra avanzada al sur y aún más si cabe en su vertiente meridional objeto de esta ascensión. Así pues, tan solo encontramos “clapas” de nieve húmeda dispersas que no nos dificultaron en gran manera la progresión sin necesidad de utilizar el material que llevábamos a cuestas más por prevención que por otra cosa (raquetas, crampones y piolet). En la parte somital, nieve venteada y lomos pelados por los vientos, en el fondo del Clot de Tancalaporta bastante nieve hasta 2100 m. La meteo estable, tras un pequeño frente que había pasado el día anterior y nos dejó un día nublado pero con algún rato de sol.

El recorrido se inicia en el Coll de la Bena, punto donde se acaba la carretera que sube de Bagà a Gisclareny. No pudimos dejar el vehículo más adelante en el Coll de Bauma porqué la pista se hallaba muy helada y nuestro pequeño coche no estaba para esas. En lugar de caminar los 5 km de pista hasta el Coll de Bauma, y siguiendo el buen consejo de un lugareño, tomamos el camino señalizado del parque (marcas blancas y verdes, parte también de la ruta dels Cavalls del Vent) que resigue en paralelo la pista a una cota inferior y desciende suavemente al Torrent dels Murcurols para luego remontarlo hasta el citado collado. Esta es una buena alternativa ya que nos permitió ahorrar 2 km de ruta y es mucho más agradable.

Desde el collado de Bauma se trata de ir a buscar la larga arista sureste del Puig dels Terrers. Inicialmente se sigue por la pista que viene del Coll de la Bena hasta una primera curva a la izquierda muy cerrada. Se toma a la derecha por una pista secundaria pasando una valla para vehículos y apenas un centenar de metros más adelante la abandonaremos para empezar propiamente la subida ya por sendero (hay un palo indicador del parque que indica una distancia de 9km al Comabona, aunque esta distancia indica más bien el total del circuito de subida-bajada). Nos enfrentaremos a fuertes rampas por en medio del bosque, primero en dirección noreste, luego noroeste y así con numerosos ziga-zagas alcanzaremos la Pleta de l’Olla, punto donde nos asomaremos a la arista del Puig dels Cabrers. En este pequeño prado inclinado donde se observan los restos de una cabaña, se abre definitivamente el paisaje. Al norte el cordal principal de la Serra del Cadí en su tramo entre la Serra de la Muga y la Serra de la Moixa. Al suroeste la omnipresente mole del Pedraforca, al sur la Serra d’Ensija al este la amplia valle de Bastareny que se abre hasta Bagà al fondo.

Remontando la amplia arista del Puig de Terrers en dirección noroeste, entre bosque cada vez más disperso y abierto, alcanzaremos el Pas de la Cabra. Este paso se sitúa sobre un tramo de cresta del Puig dels Cabrers y se abre al norte hacia el amplio tajo del Torrent de la Muga, en cuya cabecera se puede ver el Coll de Tancalaporta.

Situados en el Pas de la Cabra, la ruta rodea el Puig dels Terrers por su vertiente suroeste. Para ello el sendero tuerce a la izquierda abandonando el filo escabroso del “puig” y sigue un trazado más o menos a cota entre los últimos retazos de bosque (en esta zona encontramos algunas sobre-acumulaciones de nieve profunda) para luego empezar a subir más fuerte por terreno ya netamente rocoso hasta la Pleta de la Guilla, pequeño circo rocoso que queda colgado a media vertiente. La dirección que seguimos es oeste pero poco a poco iremos girando de nuevo hacia el noroeste. Por fin veremos la gran mole del Comabona, hasta ahora escondida tras el Puig dels Terrers. Nos dirigiremos hacia el collado que queda entre estas dos cumbres, sin necesidad de alcanzar el Puig dels Cabrers. Sin mayores dificultades se alcanza el Collado de Terrers, avanzando por terreno abierto y extenso, ya cubierto por nieve en muchos tramos. Contraste sorprendente al asomarnos por primera vez a la vertiente norte del cordal principal de la Sierra del Cadí, nunca deja de sorprender el espectáculo aéreo desplomándose a nuestros pies sobre la amplia cuenca ceretana.

Un último esfuerzo nos dejará sin otra dificultad en la amplia cima del Comabona (insisto, por su vertiente meridional, que la norte es de miedo!), hay dos posibilidades, bien seguir por el cordal o bien por un sendero (marcas de GR-150) que rodea la cumbre por el sur, aconsejamos el primero si las condiciones del terreno en invierno son favorables.

A nuestros pies queda la zona de Prat d’Aguiló y su refugio, pero de nuevo lo más impresionante es la verticalidad de los contrafuertes rocosos que forman las llamadas Arrugas del Comabona. Gran reserva de nieve en esta vertiente norte. Pedraforca reinando al sur, cual guardián solitario de sueños pétreos.

Para el descenso optamos por hacer una variante más directa por el fondo del Clot de Tancalaporta, aprovechando también que quedaba algo de nieve para bajar más cómodamente. Alcanzado un rellano amplio a 2170m se abandona el fondo del barranco para bajar por su vertiente izquierda, con tramos bastante pendientes pero siempre por sendero igualmente señalizado con las marcas blancas y verdes. Poco a poco se pierde altura y se entra de nuevo en el dominio del bosque. Finalmente el terreno se suaviza y se alcanza una zona más abierta de prado entre el bosque (els Camps). Llegamos así a la pista del Coll de Bauma y únicamente nos resta desandar el mismo camino que hicimos a la subida.

Disfrutad de la montaña!

Agradecimientos: esta ha sido la primera salida del Grupo Salvaje, moltes gràcies als Lluïsos per la seva inesgotable energia i, en particular, al Lluis pastor per obrir petjada i al Lluis artista per les fotos. That’s not all, folks!!