Iján - Cuencagen

Raquetada en un día espectacular de sol y nieve al Iján y Cuencagen con buenos momentos, buenas vistas y un buen susto.
Nos pusimos las raquetas desde el coche aparcado en el albergue de Brañavieja. Había más nieve de lo que pensaba, hacía tiempo que no nevaba pero las heladas fuertes de los días anteriores la mantuvo. De momento fuimos cómodos buscando el sendero que rodea La Horcada y el Cuencagen en busca del refugio. Comenzamos “a derecho” la acensión al Iján con unas rampas pronunciadas y algo de hielo pero las raquetas de momento aguantaban perfectamente mientras a las espaldas aparecía el Valdecebollas y el pantano del Ebro. Llegamos a la cima del Iján con unas vistas impresionantes, el día lo merecía, con Sejos abajo, Peña Sagra, Picos. Al Este divisábamos perfectamente Castro Valnera.
Para hacer la ruta circular teníamos que pasar al Cuencagen, paso complicado quedaba por hacer, una fuerte pendiente sombría y helada. Cuando estuve a mitad miré para abajo, ya era imposible bajar. Mi error fue acercarme a las rocas de la izda. buscando protección pero el hielo se acumulaba más en esa zona. Salí como pude, de puntillas con las raquetas para que agarrasen bien los pinchos delanteros. Es un paso claramente de crampones. Un buen susto que espero tomar nota para un futuro.
Desde la cumbre del Cuencagen la bajada es de lo más relajante, siempre tendiéndose hacia el Oeste para luego bajar hacia el Sur en busca del camino por el que subimos al refugio.
Hacía un día tan espléndido que no queríamos llegar al coche. Fue un gran regalo de Navidad que nos ofreció la naturaleza.
La catalogo de difícil pues el paso al Cuencagen estaba con hielo y se pasaron serios apuros, no era apto para raquetas. En otras condiciones no tendría ninguna dificultad.