Lagunillos de la Virgen.

Lagunillos, desde la Hoya de la Mora.

El regreso es algo caótico porque se cerró completamente y además de cinco bajo cero, la ventisca apenas si dio tregua para consultar eventualmente el GPS.

Me despisté al comienzo de ruta, y no hice fotos. Solo cuando me acordé que estaba grabando.

La actividad marcada es raquetas de nieve, pero fue un tramo mixto ya que subí con la bici en el maletero del bus, con transportes Tocina, que cerradas ya las pistas nos sube hasta el Albergue Universitario. El Bus sale de la Estación de Autobuses de Granada a las 9.00 y regresa a las 17.00. El regreso en bici no consideré necesario grabarlo.

La actividad es fácil, porque aparte de llevar el material adecuado teniendo una mínima forma física ya se hace. Eso sí, hay que llevar soporte GPS por si el tiempo se cierra y la visibilidad cae a cinco o diez metros máximo... viéndose todo blanco, blanco, blanco... y apenas distinguiéndose el lugar donde venimos a pisar. Ni siquiera se distingue si el suelo está o no ondulado, pero si damos un mal paso, no hay problema porque la nieve es blanda y nos recibe dulcemente.

En un día normal, hay huella en la nieve y se puede seguir para regresar, pero este día no había huella ninguna porque la tapaba la propia ventisca.

Los bastones se hacen imprescindibles al igual que las gafas de sol de graduación alta. ¿Qué decir de los guantes y polainas? También es conveniente un pantalón térmico con un grado de resistencia al agua alto y cremalleras adicionales para poder refrescar en caso necesario.

Cuando el cielo se abría la temperatura bruscamente se elevaba hasta más de treinta grados y al cerrarse de nubes, la temperatura caía a bajo cero en un instante. La alta montaña es así de inconstante.