Los Cuatro Chozos de Valsaín desde La Granja de San Ildefonso (invernal)

Ruta invernal por la vertiente segoviana en la que recorreremos los 4 chozos que hay en la majada de Peñalara. Reconozco que esta zona, especialmente en invierno, es mi debilidad. Bajo mi opinión, se trata de la zona más bella del Guadarrama.

Califico la ruta como difícil única y exclusivamente por el descenso por la Chorranca, ya que en esta época estaba muy helado y se trata de un tramo peligroso.

Comenzamos en el muro oriental del palacio de La Granja. Dejaremos el coche aparcado en la urbanización pasado el puente. El primer tramo será durillo, ya que salvaremos algo más de 150 mts de desnivel en poco recorrido. Una vez que llegamos a la esquina del muro, ya todo se suaviza. Tomaremos una pequeña senda, pero a unos 100 mts nos desviaremos a la izquierda, campo a través (apenas 40 mts), para ir hacia el primer chozo: la Cabaña del Pastor. Se trata de un chozo remodelado y muy bien cuidado, en el que encontraremos una mesa y un par de bancos. Además, tiene unas vistas estupendas hacia la Mujer Muerta.

Volvemos a enlazar con la pista e inmediatamente llegamos a la Fuente de la Estrella y a un banco conocido como "el rincón del abuelo". Un poco más adelante encontramos el bonito puente que nos permitirá cruzar el arroyo Morete. A continuación, seguiremos por pista cómoda, prácticamente en falso llano, hasta alcanzar un nuevo puente, similar al anterior: en este caso, sobre el arroyo de los Carneros. Ahora la senda se endurecerá, y tendremos que ir ascendiendo hasta alcanzar la amplia pista donde justo encontramos la fuente del Chotete. En este punto ya se ve continuidad de nieve, aunque es poco profunda (apenas 10 cms). Aquí proseguiremos por la izquierda, atravesando un nuevo puente (este distinto ya de los anteriores) hasta llegar a la zona del Vado de Oquendo. Aquí observaremos un puente similar a los dos primeros fuera de la pista a la derecha, pero en este caso no bajaremos hasta él y continuaremos por el camino principal. Seguiremos por el mismo si mayor problema, y siempre en ascenso, hasta poder alcanzar la fuente de la Majada del Tío Blas. En esta zona, justo arriba de la fuente, ya se empiezan a ver los pinos nevados, ofreciendo una estampa muy bella.En cuanto a la fuente, ojo que está algo escondida, ya que se encuentra un poco abajo en la ladera. Finalmente, para alcanzar el chozo seguiré el curso del río buscando el mejor sitio por el que cruzar. Definitivamente, el sitio que elegí no fue el mejor ya que metí "la pezuña" en el río. Seguro que a unos metros había un sitio más propicio para cruzarlo. En cualquier caso, sin consecuencias. Nada más cruzarlo, encontramos ya el chozo. Se encuentra bastante bien por dentro. Hay una pequeña puertecita que se puede abrir y entrar sin mayores problemas. En caso de necesidad, ofrece un buen refugio.

Tras un ratito descansando y comiendo algo, decidí que podía ser buen punto para ponerme las raquetas. Lo cierto es que no es eran las mejores condiciones, ya que la nieve en bastantes tramos estaba dura, pero no vendrían tampoco muy mal para agarrar mejor.

Desde aquí, seguimos la senda, que aunque tapada, hay pisadas que nos la marcan sin problemas. Iremos atravesando pequeños arroyos y ascendiendo poco a poco, hasta llegar a la estación meteorológica situada en medio de un pequeño descampado. A unos metros, podremos rebuscar un poco para ver la fuente del raso del pino. Se trata de una fuente realmente curiosa y bonita, ya que el agua brota de un tronco natural.

Ahora ya solo nos queda continuar por la senda (bien marcada por pisadas) siempre poco a poco picando para arriba, atravesando preciosos paisajes de pinos nevados, hasta llegar finalmente a la amplia pradera de la Majada Aránguez, donde nos podremos maravillar con la majestuosa cara norte de Peñalara. Realmente se trata de una zona espectacular, especialmente en invierno. Alcanzamos el Chozo Aránguez, donde nos tiraremos un buen ratillo, ya que no hay mejor sitio que este para tomar el merecido bocata. El chozo está muy bien cuidado, aunque en esta ocasión no pude entrar a ver cómo estaba ya que había gente. Comentar que es el único de todos los chozos que realmente es un refugio, con su chimenea e incluso catres para poder pasar perfectamente la noche.

La parte mala es que las nubes comienzan a invadirnos, y de repente pasaremos de un día espléndido a apenas ver nada. En cualquier caso, no nos desanimamos, y tras un buen rato, seguiremos las huellas para continuar hasta la Majada Hambrienta. En este tramo entre ambos chozos sí que realmente nos vendrán bien las raquetas, ya que aquí la nieve está más blanda y apenas hay huella, con lo que nos vienen fenomenal.

En apenas 20 min. alcanzamos el último de los chozos. Es muy parecido al del Tío Blas. Lo malo es que en este, como siempre me ha pasado cuando he estado, la puerta está bloqueada y no se puede entrar a ver cómo está.

Tras unos pocos minutos, continuamos las huellas hasta alcanzar una amplia pista. En lugar de continuar hacia nuestra derecha, nos desviamos un momentito a la izquierda para ver la fuente de la Majada Hambrienta. Y ahora sí, tomamos el sentido correcto y proseguimos por dicha pista unos 400 mts antes de abandonarla para atrochar por campo a través. Cuidado en esta parte, ya que hay zona de fuerte pendiente y la nieve está bastante helada. Yo lo salvé con raquetas, pero sin algún tipo de sujeción, hay que tener un poquito de cuidado, a pesar de ser monte.

Una vez en la nueva pista, y siempre aún con terreno nevado, continuaremos por ella más de 1 km hasta llegar a la curva donde vemos la fuente de la Chorranca. Aquí nos desviamos de la pista y continuamos por el sendero que baja hasta la cascada de la Chorranca. Se sigue bien ya que hay mucha huella.

Cuando llegamos a la cascada, tendremos que tener muchísimo cuidado, como decía al principio, al descender, ya que la encontramos en la parte alta de la misma. Hay sendero pero hay muchas placas de hielo, y una caída puede hacer que nos precipitemos a la cascada. Aquí fue donde nos quitamos ya las raquetas, ya que evidentemente, no se podía bajar bien con ellas. Recomiendo calzarse crampones si se llevan para evitar problemas, aun sabiendo que hay tramos del descenso muy desnudos de nieve. Pero como digo, hay zonas de hielo puro que pueden provocarnos un disgusto.

Ya abajo, sano y salvo, la fuerza con la que baja el arroyo hace que la cascada presente un aspecto impresionante. Una maravilla. Y ya desde aquí, tan solo habrá que continuar la senda descendente, teniendo únicamente un poco de cuidado al atravesar un puente formado por troncos. Finalmente, llegaremos al muro occidental de La Granja, donde veremos la fuente de la Plata. Y cuando ya casi parece todo hecho, nos damos cuenta que nos falta aún por salvar un desnivel de casi 100 metros. De esquina a esquina del muro es un tramo ascendente que nos dejará agotados. Finalmente, llegamos a enlazar con la esquina del camino de ida y ya solo nos quedará descender bordeando el muro hasta volver al coche.