Punta Acuta ó Diazas 2.247 m., Pueyo Mondicieto 2.382 m. desde Cuello Arenas

Ascensión al pico Punta Acuta desde la pista de los Miradores (Nerín - Cuello Arenas) En el regreso aprovechamos a subir al pico Pueyo Mondicieto directamente junto a la cortada de Ordesa cambiando las raquetas por crampones superando un paso algo complicado por la nieve acumulada.

ACCESO:

Casi como por casualidad hemos regresado al Parque Nacional de Ordesa por la pista de Nerín, de la que nos acababan de llegar noticias que estaba completamente limpia y accesible a turismos hasta Cuello Arenas.
El acceso desde Nerín es por la pista a Cuello Arenas (Casi 4 km. más) de tierra y acceso limitado. Enel año 2022 consulté y si no me informaron mal estuvo cerrada todo el año.

Nada mas salir del coche observamos que hay muchísima nieve y casualmente hoy hace buen sol, por lo que sabedores que la pista se encontraba abierta nos hemos calzado las raquetas dispuestos a disfrutar un rato de este impresionante paraje.

DESCRIPCION DE LA RUTA:

Partiendo de Cuello Arenas, remontar la ladera colmatada de nieve del pico Pueyo Mondicieto que dejaremos a la derecha a medida que seguimos la pista de los Miradores.

Irene se retrasó haciendo fotos, parecía tomarlo con mucho relax por lo que decidimos tirar hacia el pico que está aún muy lejos, sin embargo creímos que subiría a la cima ya que por momentos se aproximaba e incluso contactó con nosotros, fue un espejismo pues la ruta es muy larga y exigente y finalmente se dio la vuelta.

El camino colmatado de nieve hace que tengamos que ir por el borde donde hace un pequeño resalte. En adelante donde la capa de nieve es mayor y además está ligeramente helada la traza que se sigue es como una media ladera, que con raquetas resulta bastante incómoda e incluso difícil.

Cuando alcanzamos los miradores (el canto superior del Cañón de Ordesa) empezamos a ver lo maravilloso que es este valle. El Casco de Marboré (derecha) preside la cresta donde vemos la Brecha de Rolando, la pista sigue semienterrada, tramos fáciles y otros no tanto.
A la izquierda o en adelante cuando retomamos la marcha ya vemos próxima la Punta Acuta, completamente blanca que se resiste a ser conquistada poniéndonos en algún apurillo.

En menos de tres horas hicimos cima en la Punta Acuta, (2.247 m.)
Un descanso a resguardo de la fría brisa y nos calzamos los crampones, ya que la inclinación impide que las raquetas nos sostengan convenientemente.

A la vuelta las medias laderas se hacían mejor con los crampones, assí que nos olvidamos de raquetear. En el trayecto andamos buscando a Irene por si se había perdido.

Al pasar cerca de los Miradores nos desviamos y pasamos por ellos, ni rastro de ella desde que se dió la vuelta. Parece claro que se volvió al coche, así que dado que llevábamos el equipo adecuado subimos al Pueyo Mondicieto en un último empujón, cuando la calor apretaba y las piernas flojeaban.

El esfuerzo extra a estas horas se hace muy duro, ya que las raquetas y la gran distancia recorrida nos han desgastado mucho; por si fuera poco una trepada algo técnica para superar unas rocas nos separaba de la cima, (echaba de menos el piolet) pero al final conseguimos hacernos la foto final con las cimas de las Tres Marías como pirámides blancas.

Pico Pueyo Mondicieto, 2.382 m. El macizo de las Tres Sorores es imponente, destaca el Monte Perdido alzándose sobre el resto dibujando una silueta poderosa. Observamos desde el alto la descomunal brecha del Cañón de Añisclo.

El descenso final fue una pasada pues en 30 minutos estamos en el coche donde nos reunimos con Irene. Había decidido no subir porque se encontraba con pocas fuerzas.

En Labuerda nos comimos un buen plato combinado: bueno, bonito y barato, hace dos años a las cinco de la tarde no te daban ni los buenos días, cosas de la crisis.