101 km Ronda 2022 (Edición XXIII)

Participación en la mítica prueba organizada por el CD La Legión cuya XXIII edición fue aplazada en 2020 y 2021 para celebrarse finalmente en 2022.

Llegamos en coche desde las afueras de Ronda sobre las 8:30. Cientos de participantes abarrotan las inmediaciones de la zona de salida. Conviene madrugar para buscar aparcamiento en esa zona, el recinto ferial o algún parking privado.

Nos encontramos a menos de 300 metros del campo de futbol con una aglomeración enorme de participantes que forman paciente cola para sellar los pasaportes. Esperamos en cola hasta pasadas las 9, momento en el cual la cola comienza a fluir más ágilmente.

Pasamos el control de pasaportes y entramos en el Campo de Futbol. Las gradas están repletas de familiares y gente animando. Los participantes en bici ya están preparados para tomar la salida. Puntual como un reloj resuena el disparo que marca su salida.

Esperamos a que llegue la hora de nuestra salida mientras charlamos con algunos conocidos. El sol aprieta ya pero sopla una brisa que dulcifica bastante la temperatura.

Salida puntual a las 10 a.m. desde el Campo de Fútbol de Ronda. Un río de marchadores llena por completo las calles. Pasamos junto al cuartel de la Guardia Civil y enfilamos la calle Espinel. Impresiona ver la calle, una de las más largas de Ronda, totalmente ocupada por marchadores en toda su longitud. Salimos de la calle Espinel para entrar en la Real Maestranza de Ronda... Impresionante. Vuelta al ruedo y enfilamos hacia el Tajo.

Bajamos por algunas de las calles del casco antiguo para pasar por debajo de la ronda de circunvalación.

Hasta el Pilar de Coca y Las Navetas no encontramos apenas desnivel y seguimos en grandes grupos. El agua en el Pilar de Coca está bastante fresca ya que se obtiene directamente de la fuente. Avituallamos y seguimos en dirección al campo de tiro de Las Navetas, donde encontramos un nuevo avituallamiento.

Desde Las Navetas hasta el Camino de Parchite empezamos a sufrir más calor. Giramos entonces en dirección a Arriate, tomando una carretera en la que, afortunadamente sopla algo de brisa.

Pasamos Arriate bajo un sol implacable para dirigirnos en busca de la famosa Cuesta de Los Cochinos. Avituallamos justo antes de empezar a subirla. Con tanto calor se hace pesada. Los marchadores que encontramos ya muestran algo de cansancio. La suerte para todos es que tiene varios tramos en sombra.

Termina la Cuesta a la altura del Cortijo Madrid, donde el terreno ya suaviza mucho, así que apretamos un poco el paso.

Llegamos al avituallamiento del Cortijo del Polear. Hay agua de cubas y, además, un aguerrido Legionario saca continuamente agua de un pozo. Increíble lo fresca que está....

Empezamos un tramo horrible: a pleno sol por una pista sin fin pero llana. En un cruce con una carretera encontramos un camión de Bomberos pulverizando agua para aliviar el calor que se sufrimos. Todo un detalle.

En esta pista encontramos a varios marchadores mareados, vomitando o con las zapatillas quitadas para colocarse algún Compeed contra las ampollas. Nos cruzamos con varios vehículos de asistencia que van a evacuar a algunos participantes.

Después de este tramo interminable y agotador enfilamos hacia Alcalá del Valle, entrando en el pueblo para llegar a su avituallamiento. Volvemos a encontrar a marchadores desfallecidos en el puesto de asistencia. Aún aprieta el calor.

La salida del pueblo nos lleva hasta su dura rampa hormigonada. La suerte es que la encontramos en sombra.

Una vez superado este muro, la marcha se torna más cómoda. El sol ya apenas aprieta, así que intentamos apretar un poco el paso para llegar al Avituallamiento de Setenil.

Entramos en Setenil y lo primero que hacemos es tomarnos una cerveza en el primer bar que encontramos... nos sabe a gloria. El paso por sus calles es un espectáculo: muchísima gente animando a todos los marchadores y gran cantidad de familiares o amigos facilitando agua/víveres a los participantes.

Entramos en el avituallamiento de Setenil (Polideportivo) a las 20:00.

Bebemos y comemos tranquilos. El chocolate y el sandwich del avituallamiento me sientan fenomenal.

A las 20:30 reemprendemos la marcha. Empezamos un tramo en el que va a predominar la subida. Cae la noche después de pasar el Cortijo Calle, así que nos colocamos la luz trasera y el frontal.

Llegamos al Alto de Los Corzos, donde en un avituallamiento encontramos a un buen grupo de retirados tapados con mantas térmicas esperando a su evacuación.

Tras un tramo más suave afrontamos una bajada muy pronunciada y larga, parte terriza, parte hormigonada. Las piernas acusan la sobrecarga. Dejamos atrás esta cansina bajada para enfilar el Cuartel, al que llegamos a las 00:30 tras una zona cómoda de caminar.

Avituallamos (lo más rico el donut de chocolate) y decansamos un buen rato antes de retirar la mochila y cambiarnos con ropa seca y zapatillas nuevas.

Salimos del Cuartel sobre las 01:15 para afrontar los últimos 30 km de la carrera. Tras unos kilómetros cómodos iniciamos la larga y dura subida hasta la Ermita de Montejaque. Una vez pasamos junto a la Ermita bajamos a Montejaque por su precioso zigzag, a los pies del cual encontramos un nuevo avituallamiento. Miramos atrás, hacia el zigzag que baja de la Ermita, y nos impresiona la hilera de frontales que van descendiendo hasta nuestra posición. Encontramos a un marchador de un equipo desfallecido mientras recibe asistencia y sus compañeros le presionan para continuar..... menudos insensatos.

Continuamos con el recorrido para afrontar el tramo que rodea Monte Hacho. Vaya sorpresa nos llevamos: las rampas de subida se atragantan y castigan las piernas. Una vez llegamos a la zona más alta, ya rodeado Monte Hacho, descendemos de nuevo a Montejaque por una bajada bastante pronunciada. Más castigo.

Atravesamos Montejaque, dejamos atrás un pequeño avituallamiento en una de sus calles y nos adentramos en la carretera que une Montejaque con Benaojan. A pesar de que es cuesta abajo, las piernas no dan mucho más.

Pasamos Benaoján y volvemos a afrontar una buena y cargante bajada hasta la Estación de Benaoján. Encontramos ahí un nuevo avituallamiento en el que nos detenemos un buen rato para tomar un café y sentarnos un momento para descansar la cintura. Sabemos que el siguiente tramo va a ser un castigo.

Casi sin decir nada volvemos a reemprender la marcha conocedores de lo que nos espera. Caminamos un par de kilometros por carretera para dejarla atrás y comenzar la larga y cansina subida hasta el Cortijo Manía. Comienza a amanecer en este tramo. Las primeras luces nos permiten ver la cara de los marchadores que caminan junto a nosotros... caras de cansancio pero en las que se aprecia la determinación de querer acabar esta carrera. Supongo que las nuestras serán iguales.

Dejamos atrás la cota más alta y afrontamos una bajada tan pronunciada que ya no sé ni como soy capaz de ir frenándome. Pasamos por el avituallamiento y los Legionarios nos animan diciéndonos que esto ya está hecho.... uffffff

Empezamos ahora un largo tramo de descenso no tan pronunciado, lo cual se agradece. Después de un buen rato afrontamos las últimas rampas de subida a La Muela... son cortas pero nos parecen duras.

Dejamos atrás el avituallamiento de La Muela y nos encontramos con Ronda enfrente. El objetivo está cerca. El recorrido nos da ahora una tregua en forma de suave bajada hasta el inicio de la Cuesta del Cachondeo y su famoso empedrado. Afrontamos la última cuesta con ánimo ya que sabemos que al acabarla llega la gloria.

Encontramos mucho publico animando en la cuesta. Al final de la cuesta entramos en las calles de Ronda. Empezamos a darnos cuenta de la hazaña que hemos conseguido. La gente llena las aceras y no dejan de animar.

Pasamos junto al Convento de Santo Domingo, justo antes del Tajo, donde recogemos las mochilas que dejamos en el Cuartel. Pasamos junto a la Maestranza y entramos en la línea de meta de la Alameda con un tiempo de 23 horas 3 minutos y 37 segundos en la posición 2590.

Ya somos CIENTOUNEROS !!!!!!