2015-04-25 Izarraitz Mendi lasterketa

Bueno, y con esta doy por finalizada mi última neura de "voy a hacer 3 medias de monte seguidas en tres findes".

Entre la de Bera del fin de semana pasado, la Kilimon de hace dos y esta última, los primeros km de esta han resultado los más duros, y eso que la Kilimon tiene más km y desnivel.


En parte debido a que presenta el desnivel más fuerte de todas de golpe desde el primer momento. Los dos primeros kilómetros ni tan mal, pero después del primer avituallamiento la subida a Kakueta se las trae. Además, me enganché a un grupito de gente con más nivel que yo y me dejé llevar hasta que me sacaron de punto.

He de decir que también comí un poco más tarde lo que me habría gustado y a las 16:00 todavía sentía el estómago muy pesado y así no corre a gusto nadie. Cuando un amigo experimentado me preguntó por lo que había comido, no pudo contener la risa: "Ah, muy bien, pasta con aceite y ajitos... AJITOS!!!!! Tiene razón, la próxima vez no jugaré a ser Master Chef y Killian a la vez (tampoco le comenté que le había echado un poco de pimienta, perejil y algo de jamón serrano, menos mal). En fin, parezco nuevo en esto.

Sobre la carrera, la subida inicial a Kakueta es dura, árida y sin muchas alegrías ni distracciones por el entorno. Mucha piedra, poca sombra... Más bien, "feucha". Eso sí, pasada la cruz, una vez que tenemos todo el macizo de Izarraitz a nuestro alcance, la cosa cambia. Empezaremos a descender por tierra compacta más rápidamente para luego adentrarnos en bosques cubiertos de hojas. A pesar de que desde el km 4 ya iba preguntándome si había hecho bien en venir, estos bosques me dieron la vida y me dije, "bueno, baja el pistón y disrfuta"...

Así que eso hice y poco a poco me fui dejando, disfrutando más de las vistas y hablando con gente que lo estaba pasando "tan bien" como yo. Así pude disfrutar de las magníficas vistas desde el Erlo.

Después de eso, una bajada larga de 5-6 km en la queme confié los dos priemros km y me pasé de nuevo de rosca. La verdad es que bajé muy rápido adelantando bastante pero después de 2 km mis piernas empezaron a resentirse y de nuevo tuve que bajar ritmo.

Llegué a saludar al bar a los amigos y todos se rieron de la cara blanca que llevaba. En fin, una más.