Andaina por el Bidueiral de Montederramo 2016-11-01(ferreiro2008)

Me hablaron de esta andaina/trail, y como no la conocía decidimos ir Pili, Laura y yo después de hablar con la organización y estos indicarnos que todavía había plazas.
Llegamos a Montederramo todavía no eran las nueve, cogimos el dorsal, y después de informarnos de la forma de llegar al punto de partida nos tomamos un café y después para el albergue de Gabín.
Poco a poco fueron llegando los participantes y casi 15 minutos después de la hora prevista y después de las últimas indicaciones de Manuel tomamos la salida casi 150 participantes. Tomamos la salida y prácticamente dos docenas de participantes salieron corriendo, los demás más rápido o más despacio salimos andando. A mi ritmo poco a poco en la subida mientras admiraba los colores del otoño en el bidueiral fui adelantando a los corredores más lentos. Yo únicamente trotaba en las bajadas, las subidas hay que hacerlas tranquilos. Llegué al avituallamiento del km. 7, lugar en donde estaba el desvío para la ruta larga o la corta, evidentemente a mi me tocaba la larga, con lo cual tiré y al poco me encontré con el cortafuegos que nos llevaría hasta el alto de San Mamede. Nos empiezan a caer unas gotas, me preocupa, no tengo ningún chubasquero y no quiero mojarme. Por suerte solo fueron unas gotas. Creí que la subida sería más difícil. La subida al final no era muy pronunciada.
En el alto de san Mamede estaba previsto un avituallamiento solo líquido, pero tenían bica para que nos recuperásemos de la subida. La parada fue más larga de lo habitual, había que disfrutar con calma de las vistas en compañía de otros compañeros. Toca seguir. Estoy enfriando y no quiero constiparme. El cortafuegos de bajada es fuerte, me “tiro a tumba abierta” pasando a un compañero y siguiéndonos los restantes compañeros. Cuando llego a un pequeño descanso miro para atrás y no veo a nadie, se lo debieron tomar con más calma. Hasta la meta prácticamente ya es todo bajada, con un par de llanos por el camino. En uno de estos llanos y antes de llegar al tercer avituallamiento me encuentro con Pili y con Laura, intercambiamos dos palabras y sigo, no quiero pararme. En el avituallamiento me paro un poquito para poco después seguir camino hasta el final en donde estuve esperando por mis acompañantes tomándome un chocolate caliente. Una vez que llegaron nos acercamos nuevamente a Monterramo para ducharnos e irnos para Ourense en donde estábamos invitados a comer.

Unos paisajes increíbles con todo el colorido que nos da el otoño. Para repetir en cualquier otro momento
Una organización impecable que nos puso 3 avituallamientos completos en el recorrido de los 20 kilometros más uno final. Todo impecablemente marcado para que en ningún momento tuvieses dudas del camino a seguir. De 10.