Barrancos de la Plana: Circular al barranco de la Sal, vértice Salinas y barranco de los Pozos

En la anterior ruta, intenté buscar la antigua Mina de Sal, que hay en el barranco de la Sal, con poca fortuna. Hoy con algo más de información, lo voy a intentar de nuevo, para ello, cojo la A-23 hasta María de Huerva, y junto a las antiguas Yeguadas, dejo la furgoneta.

Desde las Yeguadas, inicio el recorrido, cruzo el cauce del río Huerva, por una pasarela de hormigón, y continúo recto, por amplio camino de tierra, con vistas al castillo de Al-Maria, que dejo a mi derecha, tras alcanzar una encrucijada de caminos.

En este punto, sigo por el camino principal, que unos metros más adelante se convierte en sendero, por el que rápidamente me interno en el bonito barranco de la Balsa.

Poco a poco el barranco se va estrechando, avanzo por el cauce del barranco, que estos días lleva algo de agua, debido a las últimas lluvias, y de vez en cuando me detengo un instante para ver los petroglifos, que hay tallados en la roca, a lo largo del sendero.

Tras alejarme unos metros del cauce, para ver uno de estos, llego a una bifurcación, donde la senda se aleja del cauce del barranco; si bien se puede continuar por el cauce, salvando un resalte de unos dos metros, decido dejar este tramo para la vuelta, así que tomo la senda, que sale a mi izquierda, remonto el barranco por ella, y continúo corriendo paralelo al barranco de las Moreras, por la zona alta, durante medio kilómetro, hasta alcanzar de nuevo el cauce del barranco.

Siguiendo su curso, lo cruzo en varias ocasiones, sobre el kilómetro dos, alcanzo una bifurcación, donde esta vez tomo una trocha a la izquierda, poco visible en su inicio, por el que llego a un resalte, donde esta vez si, encuentro un cartel azul que indica hacia la "Mina de Sal".

Por la izquierda, salvo el resalte, nada más pasarlo, la trocha se convierte en una senda bastante más clara, por la que sigo por el cauce del barranco de la Sal (barranco de las Salinas en los mapas), que se encajona entre altas paredes, y que se bifurca en dos, tomando el ramal de la derecha.

El barranco en este tramo, va zigzagueando continuamente, el cauce lleva prácticamente agua en todo momento, aunque se puede correr sin problemas, y en un pequeño meandro a la derecha, localizo el abrigo, en cuyo interior se ubica la Mina de Sal, a la que accedo para echar un vistazo.

Después, desciendo hasta el cauce del barranco, troto durante unos metros más por el fondo de este, y en una curva, cojo una trialera, por la que en fuerte pendiente, alcanzo el tramo medio superior de la cresta del NISUPU.

Por terreno de falso llano, continúo trotando por la cresta de la loma, que divide los barrancos de la Sal y los Pozos, durante seiscientos metros, en el que comienza a aparecer algún que otro pino.

Cuando la senda gira a la derecha, la abandono, y tomo una trialera, que nace a mi izquierda, por la que desciendo con precaución hasta alcanzar de nuevo el fondo del barranco de la Sal, que cruzo, y sigo ahora en fuerte ascenso durante poco más cincuenta metros.

Ya en lo alto de una loma, abandono la senda que tira todo recto, marcada con hitos, aquí giro a la derecha, y continúo por el cordal entre pinos, y matorral bajo, hasta salir al tramo final de la pista, que sube a las Planas desde Cadrete, donde continúo por una senda que rodea la pista por la derecha, en claro ascenso, hasta alcanzar el vértice de Salinas.

Durante unos minutos, me detengo para disfrutar de las vistas, después tomo la senda, que parte desde el mismo vértice, y por la que en fuerte descenso, entre pinos, enlazo con la senda que recorre la cresta del NISUPU, que a medida que voy perdiendo altura, se va suavizando.

Sobre el kilómetro seis, la senda se bifurca en dos, la anterior vez tome el ramal de la izquierda, que desciende hasta el barranco de la Morera, y en esta ocasión voy a tomar el de la derecha, por el que rápidamente alcanzo por una trialera el fondo del barranco de los Pozos.

Aunque es bastante estrecho, y tiene abundante vegetación, la senda esta bien definida, y corro con bastante comodidad, de vez en cuando me toca salvar algún que otro charco, ya que aquí cuando llueve, el agua tarda bastante en filtrarse.

Casi sin enterarme, salgo al barranco de la Morera, justo a la altura de donde se situaba el Bisonte, ahora destrozado por algún vándalo, y por su cauce desciendo hasta llegar a la encrucijada de sendas, donde hace poco más de una hora, e tomado el desvío hacia el barranco de la Sal.

Como tenía previsto, en esta ocasión, en vez de coger la senda que evita por arriba el barranco de la Morera, continúo por el cauce del barranco, alternando algunos tramos de senda, hasta llegar al primero de los dos resaltes, que salvo por la derecha, y unos metros después al segundo, de unos dos metros de altura, que también con precaución salvo por la derecha.

Nada más pasarlo, la senda que salva en barranco enlaza con el cauce, ahora ya tan solo me queda retornar por el barranco de la Balsa, en el que me detengo en alguna ocasión para disfrutar de los petroglifos, y de la formas que la erosión ha ocasionado en la roca, y nada más salir de él, enlazo con el camino por el que llego a la Yeguada, tras algo menos de dos horas.