I Dragon Trail

Llevaba toda la semana con un catarro impresionante y hasta el último momento no tenía claro si estaría en condiciones de correr los 24 km de la Dragon Trail. Me alegro de heberme animado. Un recorrido original, variado y muy bien señalizado por la organización. Espectaculares las carcavas donde habita el dragón sucurijo. Buen ambiente y un dia espectacular. Y lo mejor, el tercer puesto que consiguió mi hermana Cristina en la Dragon Way (la carrera de 13 km). Moló mucho verla en el podio con su trofeo.

Los primeros kms del recorrido se desarrollaban por pistas que cambiamos despues, por veredas al acercarnos al jarama. El primer paso del rio lo hicimos por un vado bastante profundo. Nos mojamos hasta las rodillas. Tras el segundo avituallamiento, muy cerca del pontón de la oliva, el recorrido iniciaba la subida por el cauce seco de un arroyo que abandonamos enseguida para continuar después por una loma de fuertes pendientes que alcanzaba la colina donde descubrimos las primeras cárcavas. Continuamos por senderos mas o menos pedregosos y campo a través recorriendo toda la colina y disfruntando de las espectaculares vistas del valle. A la altura del corral de la Paloma comenzaba un vertiginoso descenso bordeando otra zona de cárcavas hasta llegar de nuevo al rio. Otra vez metimos los pies hasta las rodillas y volvimos, para ensuciar las zapatillas, a las pistas polvorientas. Todavia quedaban ocho km. Esta vez las pistas subían y bajaban castigando duro las piernas y la moral de los corredores. El sol abrasador contribuía tambien al castigo. Y todavia quedaba un regalo en forma de cortafuegos. Cuando lo tomamos en sentido descendente, teníamos la dolorosa certeceza de que habría que volver a subirlo. Y la certeza se hizo realidad cuando el trazado decidió recuperar la pista inicial. Dos km para meta y la iglesia de Uceda ya destacaba sobre las casas del pueblo. Dos km interminables y un último repecho para entrar en el pueblo. Allí quedo clavada la que creo fue después tercera clasificada. A mi me quedaban todavía fuerzas y al tran tran fui recorriendo los últimos metros de asfalto hasta la meta.